Agricultura ecológica para combatir el cambio climático y la pandemia

Hace 24 años Brasil vivió uno de los capítulos más oscuros de su historia agraria. Una veintena de miembros del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra fueron acribillados en el estado de Pará. Por este suceso, cada 17 de abril se celebra el “Día Internacional de las Luchas Campesinas”. No obstante, el pasado sigue estando más presente que nunca: según el informe “Conflictos en el Campo Brasil 2019” de Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), y los conflictos y violencia en 2019, se produjeron 32 asesinatos y 201 amenazas de muerte.

Asimismo, en el año pasado se registró el mayor número de asesinatos de líderes indígenas de los últimos 11 años. Se trata de uno de los principales problemas que deben afrontar las organizaciones campesinas en América Latina, pero no la única. “No es posible pensar un futuro en los territorios de quienes producen la mayor parte de los alimentos mientras continúe el acaparamiento de tierras, la expansión de los monocultivos industriales, la contaminación masiva con agrotóxicos, la destrucción de los ecosistemas y el extractivismo”, dijo a DW Carlos Vicente de GRAIN América Latina, una organización internacional que apoya a agricultores en pequeña escala y a movimientos sociales.

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