Aguacate: ¿amigo o enemigo?

Los aguacates son uno de los alimentos más saludables que se pueden consumir. Rico en grasas monoinsaturadas, fibra, magnesio, potasio, vitaminas B, vitamina K, vitamina E y carotenoides. Además, los aguacates no solo reducen el hambre y combaten la obesidad, sino que también contienen avocatina B, que es una molécula con propiedades que combaten el cáncer.

Los estudios han encontrado que la avocatina B combate la leucemia mieloide aguda al atacar las células madre de la leucemia.

Pero, un documental del año 2018, titulado: “El aguacate – El lado oscuro del superalimento”, el cual fue realizado por el canal alemán DW, revela el lado desconocido de los aguacates que provoca la destrucción del medioambiente. Y es que este superalimento que ha ganado tanta popularidad en las últimas décadas es un gran acaparador del agua.

Para cultivar un solo aguacate se requiere de 70 litros (18.49 galones) de agua, mientras que para cultivar una naranja se necesita un promedio de 22 litros (5.8 galones) y 5 litros (1.32 galones) para un tomate.

En áreas propensas a la sequía, como la provincia de Petorca en la región de Valparaíso, en Chile, tales requerimientos para el cultivo de aguacate a gran escala han causado la destrucción del medioambiente y la pobreza de los agricultores.

Mientras que muchos países se han enamorado del aguacate, el documental mencionado anteriormente muestra el lado poco ético y ambientalmente perjudicial que puede cambiar nuestra forma de pensar sobre los aguacates.

Los aguacates que disfruta Europa son el resultado de la sequía forzada en Chile

La provincia chilena de Petorca en la región de Valparaíso siempre ha sido una zona con sequías. Durante el verano la sequía es tan severa que a menudo se declara un estado de emergencia. Aun así, los agricultores podían sobrevivir al cultivar la tierra y mantener el ganado, pero, eso cambió cuando llegó el cultivo masivo de cientos de hectáreas de aguacates por parte de los exportadores millonarios. (Una hectárea equivale a 2.47 acres).

Desde que las grandes plantaciones de aguacate invadieron esta región chilena, comenzaron las sequías de las corrientes que utilizaban los granjeros y la población rural, lo que les obligó a depender de pipas de agua para sobrevivir, según el documental.

¿Cómo es que los exportadores acaudalados lograron quitarle el agua a los pobres? Lo hicieron de dos maneras, explica el documental. Primero, Carlos Estévez, director de Recursos Hídricos de Chile, admite que las licencias emitidas por el estado se subastan y “pueden venderse nuevamente a quien ofrezca la mayor cantidad de dinero”. Y son derechos de por vida.

Segundo, además de la subasta autorizada por el estado, los magnates desvían el agua de los canales subterráneos de manera ilegal. Se encontraron cerca de 65 canales subterráneos para extraer el agua de los ríos hacia las plantaciones de aguacate. Pero, las sanciones son insignificantes para estos infractores, explica el documental.

Para demostrar esta práctica ilegal, Rodrigo Mundaca, un activista de conservación del agua, ingresó en un área donde se encuentra uno de los canales ilegales. Es posible observar una tubería que fluye directamente hacia los cultivos de aguacate.

Alcalde chileno se opone al robo de agua

Gustavo Valdenegro Rubillo, el alcalde de Petorca, explica que la industria del aguacate que se estableció inicialmente parecía ser algo beneficioso, pero no por mucho tiempo:

“A partir del 2006, el “oro verde” que cultivaron los grandes productores fue considerado como una gran oportunidad para Petorca. Era la solución a todos los males. Nuestra vida iba a mejorar, así como los trabajos… Pero los residentes explican que los más beneficiados son los productores de aguacate, mientras que muchos de los empleos creados son a corto plazo y no a largo plazo como esperaban”, explicó el alcalde.

El alcalde apoya a los activistas locales de conservación del agua, pero explica su incapacidad cuando se trata de mediar con los grandes productores de aguacate. En una reunión, les explicó a los ciudadanos de Petorca que los productores se rehusaron a compartir el agua en tiempos de sequía. Se negaron inequívocamente, ya que las ganancias son su único interés.

Mientras tanto, los activistas reciben amenazas y, según Mundaca, son tildados de “ecoterroristas” y “revolucionarios”. Verónica Vilches, presidenta de una organización sin fines de lucro que proporciona agua a 1000 personas de un pozo cercano a los cultivos, explica que su grupo ha experimentado represalias de parte del gobierno.

“Sucedió cuando nos rehusamos a entregar nuestra agua a una empresa privada”, y añade: “Nuestra agua es para la gente y la comunidad”.

El lado oscuro de la agricultura

Las imágenes que se muestran en el documental de una tierra estéril y asolada por la sequía, junto a exuberantes cultivos de aguacate, causan un gran impacto ya que esta es un área donde en algún momento fluyeron corrientes de agua y que se convirtió con el tiempo en un desierto desolador.

En el año 2019, el ministerio de agricultura chileno informó que 106 000 animales fallecieron por la falta de agua y alimentos, mientras que cerca de 37 000 agricultores se encontraban en riesgo por la sequía. Mientras los plantíos de aguacate florecen, las áreas circundantes están desoladas, según el KCET:

“Como no se han cumplido las demandas de los residentes, muchos se han visto obligados a depender del agua de las pipas que se entregan dos veces por semana. Cada persona tiene derecho a 13 galones al día y, según Mundaca, más del 60 % de la población depende de tales entregas, que a menudo están sucias o fuertemente cloradas.

Carolina Vilches, quien administra la división de recursos hídricos del gobierno municipal de Petorca, considera que la solución radica en abordar la raíz del problema en lugar de disiparlo con medidas a corto plazo: ‘Es importante monitorear los niveles del agua, así como democratizar la gestión de recursos y priorizar el uso’”.

Antes de la llegada de las gigantescas plantaciones de aguacate, Zoila Quiroz, una agricultora, contaba con 300 árboles de aguacate, manzana y albaricoque, así como con suficiente agua para criar vacas y cabras. Ahora, su tierra es estéril. Con el agua que se entrega en las pipas, darse un baño es un lujo en el verano, mientras que la lavandería solo puede hacerse una vez al mes.

Verónica Vilches concuerda con las dificultades, al afirmar que “las personas se enferman a causa de la sequía, ya que tienen que elegir entre cocinar, lavar y hacer sus necesidades en agujeros en la tierra o en bolsas de plástico, mientras que las grandes empresas continúan ganando mucho dinero”.

Además de la abrogación del agua, existen otros efectos ambientales negativos de la popularidad del aguacate. Los aguacates se envían en contenedores especiales con aire acondicionado, los cuales tienen un costo ambiental adicional.

Y dado que los consumidores buscan aguacates listos para su consumo, estos se maduran en “enormes depósitos con una temperatura controlada que simula la humedad y el calor de su entorno natural”.

Las imágenes de las grandes filas de aguacates maduros muestran una de las trampas de la industria del aguacate, junto con el hecho de que no existe nada natural en el cultivo de cientos de hectáreas de un solo fruto, en una práctica conocida como monocultivo.

La tendencia en Instagram

Los aguacates han pasado de ser un alimento muy popular y saludable, a ser casi un culto. Las ventas se han disparado en Europa, Estados Unidos y China. Así es como el canal culinario Munchies de la compañía Vice describe esta obsesión, especialmente entre los jóvenes:

“¿Es posible recordar la vida antes del exceso de aguacate? Desde los montones de guacamoles que coronan nuestros nachos hasta los panes tostados que abarrotan nuestro Instagram, esta seductora fruta se ha vuelto tan omnipresente en nuestras cocinas como los huevos y la leche.

Las personas incluso utilizan el aguacate para proponer matrimonio a su pareja; solo para aclarar, son personas que no conocemos y con las que no nos gustaría fraternizar voluntariamente”.

En la actualidad, existen restaurantes temáticos en donde todos los platillos se realizan con esta fruta popular. Uno de los primeros, el cual es dirigido por expertos en mercadotecnia, se encuentra en Amsterdam, según el documental. “No queríamos abrir otra hamburguesería o pizzería”, explica Ron Simpson, propietario de la nueva cadena de restaurantes The Avocado Show.

Pero, el portal de noticias The Independent desaconseja culpar a una cierta moda, alimento o hábito alimenticio por la destrucción ambiental que se observa con los aguacates:

“Esto nos recuerda a un debate que existió en el año 2013 sobre la quínoa, cuando surgieron informes de que la demanda de quínoa estaba incrementando los precios en la región andina, lo que genera ciertas dudas sobre si los peruanos y bolivianos pobres podían permitirse el lujo de consumirla.

‘¿Los veganos pueden soportar la verdad desagradable sobre la quínoa?’, exigió un artículo de opinión indignado, pero las críticas no siempre resisten el escrutinio. Más tarde, los estudios encontraron que el aumento de los precios de la quínoa no estaba afectando de esa manera a los agricultores pobres”.

Resulta claro que la mayor parte de esta falla radica en las prácticas agrícolas poco éticas.

Los productores y comerciantes de aguacate defienden su negocio

Cuando los realizadores del documental le preguntaron si sus operaciones estaban causando escasez de agua entre los pobres, Matias Schmidt, uno de los mayores exportadores de aguacate, explicó que desconoce “en qué medida” existe una escasez de agua. También admite que tiene que perforar 120 metros (393.7 pies) para obtener agua para sus cultivos.

Francisco Contardo-Sfeir, gerente de mercadotecnia de la industria del aguacate, lleva las negaciones un paso más allá. Los productores siempre se esfuerzan para que haya suficiente agua “de sobra”, explica.

“Por un lado, ahorran dinero cuando utilizan una menor cantidad de agua por plantación y por árbol”. El mito de que los productores de alimentos se interesan en la población es un arma de muchas industrias indignantes, incluyendo a las operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en inglés).

El documental termina en una feria de productos en Alemania. Los compradores y comerciantes éticos de aguacate, como Jan Willem Verloop de Nature’s Pride, les explican a los realizadores del documental que evitan los productos que provienen de Petorca debido a los problemas de agua.

Pero el exportador Diego Torres de ProChile en Alemania, se equivoca cuando los realizadores le preguntan sobre la sustentabilidad de exportar aguacates desde Petorca, después de afirmar que todas las exportaciones son sustentables y éticas. “Desconozco el tema”, explica despectivamente.

Problemas del cultivo de aguacate en otros países

Chile no es el único país donde el cultivo de aguacates ha producido sufrimiento social. El primer episodio en la segunda temporada de la serie titulada Rotten en Netflix gira en torno a la industria del aguacate. Este episodio se titula “La Guerra del Aguacate” y demuestra cómo el éxito de las plantaciones de aguacate en México (el principal productor mundial), condujo a una práctica del crimen organizado.

Esta es una parte de la historia de un periodista canadiense:

“Durante mucho tiempo, el incremento de los aranceles mantuvo a los aguacates mexicanos fuera de los Estados Unidos. Pero con la aprobación del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México a principios de 1990, comenzaron a llegar toneladas de aguacate al mercado de los Estados Unidos.

Cuando un cartel de drogas trató de involucrarse en este comercio, el gobierno mexicano intervino de manera ineficaz. Los delincuentes obligaron a los agricultores a establecer fuerzas de autodefensa, pero la lucha continúa y Michoacán continúa siendo un área peligrosa. Como resultado, el Departamento de Estado de los Estados Unidos aconseja evitar las visitas a este estado”.

En el estado de Michoacán, donde se produce el 80 % de los aguacates en México, los carteles se roban hasta cuatro camiones de aguacate todos los días porque lo consideran tan lucrativo como las drogas.

El episodio “La Guerra del Aguacate” de la serie Rotten muestra cómo los agricultores se han visto obligados a establecer sus propias fuerzas de protección para defenderse de los carteles y revela que sus esfuerzos no siempre han sido exitosos.

Los locales no logran distinguir entre los “buenos” y los “malos”, ya que la diferencia entre la policía y los delincuentes no es clara. Es triste pensar que un alimento tan saludable y delicioso pueda generar tanto sufrimiento y daño ambiental. En mi opinión, es importante mantener nuestros hábitos en función de la información de estos documentales.

Al comprar aguacate, se recomienda buscar fuentes de cultivo responsable y alentar a los demás a hacer lo mismo. Lo mejor sería plantar un árbol de aguacate en nuestro hogar.

Publicado con permiso de Mercola.com