El cuidado del suelo, política central de una nueva cultura regenerativa

Necesitamos un cambio profundo de paradigma en nuestro sistema de producción agropecuaria. Es momento de cuestionar con firmeza los falsos modelos de desarrollo que anteponen las ganancias a corto plazo por encima de la salud de los ecosistemas. Debemos hacer esta transición a nivel global, y pasar de la actual agricultura química, de monocultivo y degradación de suelos, hacia un modelo agrícola holístico y regenerativo como camino de verdadera prosperidad. La mejor manera de garantizar la seguridad alimentaria, lograr erradicar la pobreza y combatir la crisis climática, es apoyando sistemas agropecuarios resilientes que protejan la biodiversidad y fomenten la recarbonización de los suelos. Necesitamos políticas públicas que acompañen a los productores en esta transición y no dejen espacio a prácticas agrícolas insostenibles. En este sentido, me viene a la memoria una gran frase de Franklin D. Roosevelt que dice: “Una nación que destruye a su suelo, se destruye a sí misma”.

Quienes buscamos acelerar una transición hacia una nueva cultura regenerativa debemos ayudar a instalar en el debate público las temáticas que son realmente importantes. Uno de los temas centrales para salir de la crisis socioambiental que atraviesa la humanidad, es comprender el rol que cumplen los suelos en la salud de los ecosistemas y el grave peligro de degradación que sufren hoy, debido a prácticas agrícolas insostenibles. Según la FAO, el 33% del suelo mundial esta degradado.

CONTINUE LEYENDO EN EL MOSTRADOR