Regenerando el suelo de Isla Mocha

Por fin terminamos de ejecutar nuestro proyecto “Programa de Traspasos de Capacidades de Mejoramiento de Suelo y Adaptación al Cambio Climático para los Habitantes de Isla Mocha” (¡nombre largo para un proyecto largo!). Fue toda una aventura marcada por la pandemia, que nos obligó a extender este proyecto 8 meses, y un cruce épico por mar desde Tirúa con 500 árboles nativos para reforestar la Isla.

Isla Mocha es una isla mágica que queda a 30 km de la costa de Tirúa en la Región del Bio-Bio. La Isla es un ecosistema insular privilegiado, tiene en su centro a la Reserva Nacional Isla Mocha, uno de los bosques de selva valdiviana más bellos y mejor conservados del país. Olivillos, Arrayanes y Boldos abuelos son los protagonistas de este bosque encantado. Antes, el bosque cubría toda la Isla hasta el mar, sin embargo, hace aproximadamente 100 años se generaron praderas en las zonas planas de la Isla, reduciendo el bosque al “monte”, como le llaman los mochanos. Actualmente estas praderas son 32 parcelas, cuyos suelos se encuentran altamente degradados principalmente a causa de malas prácticas de deforestación y ganadería extensiva.

Los mochanos ya se han percatado que los veranos son cada vez más secos, el agua escasea y es cada día más difícil vivir del campo. Esto es en gran parte por la condición actual de los suelos de la isla, su degradación implica pérdida de fertilidad, riesgo de inundaciones o incendios, incapacidad de retener agua y además es lamentable desde el punto de vista climático por el impedimento del suelo de cumplir su rol en el ciclo del carbono. De esto se desprenden riesgos asociados a la seguridad alimentaria de la población, y vulnerabilidad ante los crecientes efectos del cambio climático en la Isla.

En el 2020, postulamos y ganamos con este proyecto (con mucho orgullo) el “Primer Concurso Comunidad Energética Acción Contra el Cambio Climático” impulsado por la Agencia de Sostenibilidad Energética. Este proyecto se convierte entonces en nuestra primera aproximación a trabajar en la regeneración de la isla de una manera comunitaria, conociendo a las organizaciones y actores involucrados en el cuidado del ecosistema de la isla, y a los agricultores/as que tienen en su poder la posibilidad de regenerar el suelo.

Lo desarrollamos junto a nuestros aliados Efecto Manada y ONG Costa Sur, expertos en pastoreo holístico y agricultura regenerativa respectivamente y con el apoyo fundamental de PRODESAL, CONAF, Fundación Reforestemos, Oikonos y Regeneration International. Junto a ellos, desarrollamos un programa de capacitación en temáticas de biodiversidad, cambio climático y agricultura y ganadería regenerativa. El programa tenía módulos teóricos y prácticos, sesiones de intercambio de conocimiento y finalizaba con una experiencia de reforestación comunitaria con especies nativas.

La situación sanitaria producto del COVID-19 y la imposibilidad de cruzar a la isla nos golpeó justo en el periodo de ejecución por lo que nos vimos obligados a adaptar nuestro programa presencial a un manual impreso, apoyado de cápsulas audiovisuales, y reforestación en formato bosquete en el predio de cada beneficiario. Los mochanos estaban particularmente entusiasmados con recibir árboles nativos (Arrayán, Maqui, Canelo y Boldo) para plantar en sus predios. Plantar nativos fue novedoso para la Isla, ya que en general solo habían plantado especies exóticas. Esto nos permitió tener buenas conversaciones sobre el valor del bosque y por qué hace sentido reforestar y sus beneficios. Agradecemos a nuestros aliados Fundación Reforestemos quienes nos apoyaron con la entrega de árboles y coordinación con los viveros.

Algo bueno que trajo la pandemia es que nos obligó a reforzar nuestros vínculos con las organizaciones locales de la Isla que trabajan en temas ambientales, así fue como nos aliamos con Oikonos, fundación dedicada a temas de conservación en la isla y armamos un equipo de trabajo mixto con miembros de CONAF, PRODESAL, Oikonos y Regenerativa. ¡Todos unos capos!
Estamos en especial felices por el resultado de nuestro Manual de Agricultura y Ganadería Regenerativa para Isla Mocha, un documento que resume información valiosa, co-escrito con Efecto Manada, Costa Sur y que cuenta con ilustraciones y diseño de Paula Herrera.

Fue una gran experiencia conocer a los 28 beneficiarios, usuarios de PRODESAL. En solo dos generaciones, el ecosistema de la Isla cambió por completo y elles lo saben bien. De contar con una clara abundancia de recursos marinos, un bosque extenso y una tierra fértil, hoy es más difícil generar buenas cosechas, el pasto para el ganado escasea y los frutos del mar son más esquivos. Los mochanos aún recuerdan tiempos en que la tierra y el mar eran generosos y por lo mismo, la regeneración del ecosistema les hace sentido, pero requiere de un cambio profundo en cómo entendemos nuestra relación con la naturaleza. A ellos les agradecemos la acogida, buena onda y buenas conversaciones y esperamos poder seguir trabajando para continuar con acciones regenerativas en la Isla.