– LOS OJOS AGAVE BLOOM SUMMIT – Tras las pistas de murciélagos en las flores del agave
Dada la constante fragmentación de hábitat, o dicho de otro modo la no continuidad ecosistémica, debido a la crisis climática actual y otras causas; es fundamental comprender la interdependencia de las especies y lo frágil de estas relaciones ecológicas. En este sentido, una historia colorida, alada y llena de sabores vale la pena ser contada, para comprender la conexión que existe entre: los murciélagos, el agave y la elaboración de bebidas espirituosas destiladas de este último; como lo es el Bacanora, el Mezcal y por supuesto el Tequila.
Con esta y otras ideas en la cabeza, un grupo de organizaciones fronterizas (Cuenca Los Ojos, Bat Conservation International y Borderlands Restoration Network), nos reunimos en campo con algunas preguntas: ¿el néctar de las flores de Agave Palmeri es un recurso como alimento para el Murciélago magueyero menor y el Mexican long-tongued bat (Leptonycteris yerbabuenae y Choeronycteris mexicana, respectivamente)? ¿Cuenca Los Ojos (CLO) es parte del hábitat que ocupan estos amigos alados, a lo largo de su ruta migratoria? ¿la floración de Agave palmeri es sincrónica a la migración invernal y por lo tanto el néctar puede significar un recurso indispensable? ¿en qué estado de conservación se encuentran los agaves en CLO, ante la vulnerabilidad climática como la sequía o la plaga del picudo del agave?
En otras palabras, el Agave Bloom Summit (como nombramos al evento) fue una reunión entorno a las flores del agave. Durante el 19 al 23 de agosto en CLO, tuvimos la oportunidad de compartir experiencias, trabajo y tiempo en campo para abordar nuestras preguntas en conjunto. Aprendimos técnicas para colectar muestras del néctar disponible por la floración en dos agaves (Agave palmeri y Agave schottii). Esto con el fin de analizarlas y buscar eDNA (ADN ambiental) de murciélagos y así conocer qué especies aladas visitan y polinizan los agaves en Cuenca.
A. schottii en ladera sur rumbo al paraje La Calavera y colecta manual de eDNA con isopo en flores del mismo.
Asimismo, entre los asistentes hubo productoras de mezcal y bacanora, además de las personas afines a las ciencias ambientales en la región; todas ellas comprometidas con la conservación, restauración y promoción de prácticas sustentables para la producción de los destilados. Ya que la gran demanda y popularidad de estas bebidas espirituosas, son un factor determinante para extraer y sobreexplotar los agaves silvestres. Además, un segundo resultado al mercado creciente es la fragmentación de hábitat para diferentes especies, incluyendo a los murciélagos y otros polinizadores. Las prácticas de monocultivos extensivos, el coyotaje en el mercado y la interrupción de la floración por aprovechamientos productivos ponen en riesgo los eslabones ecológicos vitales alrededor de las especies aprovechadas de agave y su hábitat, comúnmente ecosistemas semiáridos. Así pues, esta reunión entre los diferentes asistentes se nutrió por una paleta importante de ideas:
Francesca Claveire y Sarah Colombo de BRN compartieron su experiencia con el programa de reintroducción de agaves, propagación de plantas Nativas y el vínculo con restauración de cuencas hidrológicas. Evidentemente sus recomendaciones y sugerencias fueron muy valiosas, ya que cuentan con amplia experiencia en estos temas; además que en Cuenca comenzaremos en 2025 con labores experimentales para reintroducir los primeros agaves en áreas prioritarias en vistas de resiliencia ante cambio climático.
Diana Pinzón y Fabiola Torres, del Fondo Agavero y Zinancantan, son productoras de mezcal que sugirieron algunos tratamientos al momento de introducir las plantas en campo y qué tipo de sustratos utilizar. Mismo trabajo que ellas han realizado durante algunos años, restaurando con terrazas y agaves, en Puebla. Entre varias ideas que aportaron destacó la colaboración en pie para implementar un banco de semillas en Son

Práctica matutina, asistentes colectan el néctar en flores de A. palmeri, para análisis posteriores de eDNA por parte de BCI.
ora.
Por otro parte, debido a su experiencia en trabajos productivos y conocimiento de la vulnerabilidad fitosanitaria en cultivos de Agave, tanto Valeria Cañedo como Joan Coronado – CENKO y La Ruta del Bacanora- ayudaron a identificar “el picudo del Agave” o gorgojo (coleóptero de la familia Curculidae). Enfatizaron en la importancia y el valor de hacer una evaluación/diagnóstico de las áreas visitadas, para determinar qué tan extendido está este bicho. Además, se evidenció la necesidad de conocer si estos escarabajos son o pueden ser un problema a corto o me
diano plazo en la supervivencia, maduración y continuación del ciclo reproductivo (floración) de los agaves que habitan en CUENCA.
Rachel Burke de BCI, tuvo la oportunidad de conocer el paisaje de estas tierras fronterizas con vocación de conservación y restauración (ADVC-CLO). De hecho, ella fue quien nos enseñó a colectar el néctar para analizar las trazas de eDNA por la saliva de murciélagos nectarívoros que habiten y visiten estas tierras con agaves.
En fin, con esta reunión colaborativa además de la colecta, socializamos el proyecto de reintroducción de agaves en su fase experimental. Visitamos tres parcelas para la revegetación con agaves y revisamos la metodología que se pretende utilizar, así como un tercer tratamiento para plantar agaves a los lados del camino como mantenimiento. Todo esto con ánimos de abrir una discusión e intercambio de experiencia en cuestiones de restauración y conocimientos afines.