México prohíbe el maíz transgénico y gana primera batalla a Bayer-Monsanto
La sociedad mexicana dio un paso histórico al conseguir que la Constitución prohíba la siembra de maíz genéticamente modificado en su territorio, una medida que generó amplio debate entre sectores agrícolas, científicos, ambientalistas y la sociedad en general. La batalla, sin embargo, no ha concluido.
Los cambios a los artículos 4 y 27 Constitucionales, impulsada por el gobierno federal y respaldada por organizaciones civiles y campesinas, busca proteger la biodiversidad del maíz nativo; preservar un patrimonio cultural único, así como garantizar la soberanía alimentaria y la salud de la población.
Más aún, busca salvaguardar uno de los rasgos identitarios que cohesionan a la nación. “Sin maíz, no hay país”, el grito de batalla en las protestas campesinas, da cuenta, en efecto, de que la preservación de la planta es un asunto de seguridad nacional para México.