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El crimen más infame: COVID 2021

Hace casi exactamente un año (29 de abril, 2020), escribí lo que en ese entonces fue considerado por muchos un artículo controversial, titulado “El crimen más infame: Los perpetradores detrás del COVID-19.” El título de mi artículo estaba inspirado en la canción de Bob Dylan “Crimen más Infame,” la cual fue estrenada en febrero de 2020.

La poderosa y cautivante balada, retoma el asesinato del presidente John F. Kennedy en Dallas de 1963, un golpe de estado ejecutado por sus enemigos. El asesinato de Kennedy y el consiguiente encubrimiento por la Comisión Warren fue diseñado por una élite despiadada del Estado Profundo, incluyendo a la CIA, el FBI de Edgar Hoover, el ejército, contratistas de la industria militar, petroleros de Texas, el vicepresidente Lyndon Johnson, la mafia, exiliados cubanos y medios de comunicación serviciales. Este “Crimen Más Infame,” el Gran Reinicio de los años de 1960, fue bienvenido, apoyado e instigado por elementos estratégicos de la élite corporativa, incluyendo los halcones de guerra en las áreas conservadoras de los partidos Republicano y Democrático.

Desafortunadamente, un año después del advenimiento del COVID-19, estamos mirando otro Gran Reinicio, esta vez encabezado en Estados Unidos por liberales corporativos, billonarios de la industria tecnológica, promotores de la guerra biológica y la industria farmacéutica. Nuestro Gran Reinicio contemporáneo se está desarrollando rápidamente, con tecnócratas poderosos y zares médicos aprovechándose de la epidemia de COVID-19, controlando la información, generando pánico masivo, y mediante decretos de emergencia, implementando confinamientos, cierres de escuelas y negocios, aplicando restricciones sin precedente en las libertades civiles.

El bio-fascismo actual, usando el término acuñado por Naomi Wolf, en lugar de ser organizado por políticos conservadores, como en la era post-Kennedy, es promovido más fuertemente por liberales y progresistas en el Partido Democrático, billonarios de Silicon Valley y sus apparátchiks[1] científicos y de salud. Estos neoliberales y tecnócratas han dominado el arte del emplazamiento de armas, no sólo virus, sino también políticas de salud pública basadas en mentiras científicas y falsas estadísticas sofisticadas. Escondiéndose detrás de la fachada del liberalismo social, salud pública, justicia racial y económica, sustentabilidad ambiental, utilizando intimidación, censura de medios, sentimiento anti-Trump e impulsando el pánico; estos autoritarios modernos han sido capaces de concentrar el poder político, control social y la riqueza de una manera sin precedente. Como nos advierte Wolf:

“El terrorismo sirvió del 2001 hasta el inicio de la pandemia COVID para ser esa amenaza terrorífica interna y externa que fue usada por las administraciones, de Bush hasta Obama para quitarnos nuestras libertades. Pero finalmente eso no fue efectivo. Todavía había libertad en el mundo. La gente no decía, ‘Ok, ISIS existe por lo tanto voy a ceder mis libertades de la Primera Enmienda, mis libertades de la Cuarta Enmienda, mis libertades de la Segunda Enmienda etc…’ Estamos viendo una toma de control completa de los derechos y libertades y cuerpos estadounidenses por la industria tecnológica, la cual ha subido de dos billones de dígitos a tres billones de dígitos, desde que inició la pandemia. China, la cual se ha movilizado para solidificar la subversión de nuestra nación y establecer su rol como el super poder mundial bajo la apariencia de esta pandemia, y comprando grupos comunitarios, funcionarios electos, etc., así como la Fundación Bill y Melinda Gates [industria farmacéutica la CDC], la cual como lo mencioné, están inundando la educación desde preescolar hasta preparatoria… inundando universidades con dinero para involucrarse en la educación COVID, lo cual significa una línea de partido estricta que busca destruir lo que es humano de nosotros y lo que es libre. Eso es resumido. Es increíblemente aterrador.”

En “El crimen más infame” expuse el creciente apilamiento de evidencia, incluso hace un año, de que SARS-CoV-2 definitivamente no era un evento natural, y por lo tanto una ocurrencia inevitable (un evento “zoonótico” o contagio animal a humano), sino una liberación de laboratorio accidental de un virus, modificado genéticamente para ser altamente transmisible para humanos, representando una seria amenaza para los ancianos y aquellos con mala salud. Aunque no existe evidencia convincente de que el COVID-19 fue liberado deliberadamente en lugar de accidentalmente, existe bastante evidencia de que la enfermedad había sido planeada ampliamente, específicamente en una conferencia de planeación de simulación en octubre 2019 en la ciudad de Nueva York, llamada Evento 201, organizada por la Fundación Gates y el Foro Mundial de Economía, con participación de líderes corporativos y operativos de la CIA, entre otros. El evento 201 inquietantemente predijo y “simuló” el pánico que surgiría y las contramedidas draconianas que probablemente se implementarían cuando emergiera el COVID-19. Un enfoque principal de Evento 201 era discutir cómo la élite podría censurar y contrarrestar narrativas problemáticas sobre el virus, desacuerdos públicos con las medidas pandémicas y dudas sobre la seguridad de las vacunas.

Ciencia Loca y Asesinatos Masivos

En lugar de ser un fenómeno de evolución natural, inevitable e impredecible, SARS-CoV-2 fue creado en conjunto por científicos chinos y estadounidenses, (incluyendo Ralph Baric de la Universidad de Carolina del Norte, Vinett Menachery de la Universidad de Texas y Shi Zhingli del Instituto de Virología de Wuhan y otros) con financiamiento de los gobiernos y ejércitos chinos y estadounidenses, incluyendo al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), del Dr. Fauci.

SARS-CoV-2 fue creado en un laboratorio de “uso dual” (armas biológicas y biomédicas) en Wuhan, China, el cual, de acuerdo con inspectores del Departamento de Estado de los EU, tenía poco personal, mal manejo y tendencia a accidentes. Los fondos del gobierno de EU para la peligrosa transformación de virus en armas con ganancia de función, supuestamente detenidos por la Administración de Obama entre 2014-2017, donde simplemente se mudaron al otro lado del océano del NIH de Anthony Fauci y la Alianza EcoHealth al Instituto de Virología de Wuhan. Fugado de Wuhan, SARS-CoV-2 comenzó a expandirse a través de China y el mundo, con China y la Organización Mundial de Salud (cuyos fundadores dominantes incluye a China, Bill Gates, y los Estados Unidos) encubriendo e infravalorando la propagación rápida del COVID-19 por varios meses, al mismo tiempo trabajando horas extra para encubrir sus orígenes de laboratorio cada vez más obvios.

La mayoría del público sigue sin entender que el COVID-19 vino de una fuga de laboratorio y modificación de “ganancia de función” en un laboratorio. Paralizadas por el miedo, enojo y culpa, y bombardeadas con propaganda de medios masivos y ciencia corrupta, la mayoría de las personas, liberales y progresistas en particular, aún creen ingenuamente que la hipótesis del origen de laboratorio es una “teoría de conspiración” sin bases, inspirada por Trump. Aún menos conocido es el hecho de que esta experimentación científica peligrosa: convertir en armas a los virus y bacterias, sigue sucediendo – no sólo a través de China y los E.U., sino alrededor de todo el mundo. Mientras lees esto, una red internacional sombría de miles de virólogos, ingenieros genéticos, científicos militares y empresarios biotecnológicos están convirtiendo en armas a virus, bacterias y microorganismos en laboratorios civiles y militares básicamente sin regular y propensos a accidentes.

Hoy, los descuidados y criminalmente negligentes ingenieros de genes, empresarios de vacunas y bioguerreros, como sus predecesores nazis, se esconden detrás del disfraz de la investigación científica, biodefensa, biomedicina e investigación de vacunas. Pero como un reportero investigador y experto en bioarmas, Sam Husseini escribe: los científicos de ganancia de función/guerra biológica en laboratorios como en los de Wuhan, China y Fort Detrick, Maryland están evadiendo ley internacional deliberada e imprudentemente:

“Los gobiernos que participan en dicha investigación de armas biológicas generalmente distinguen entre ‘guerra biológica’ y ‘biodefensa,’ para pintar los programas de ‘defensa’ como necesarios. Pero esto es un truco retórico; los dos conceptos son en su mayor parte indistinguibles.

‘Biodefensa’ implica guerra biológica tácita, criar más patógenos peligrosos para el supuesto propósito de encontrar una manera de luchar contra ellos. Mientras parece que este trabajo ha tenido éxito al crear agentes mortales e infecciosos, incluyendo cepas de gripe más mortales, tal investigación de ‘defensa’ es impotente en su habilidad para defendernos de esta pandemia.”

Hasta ahora no existe evidencia de que el coronavirus fue liberado deliberadamente. Pero las agencias de inteligencia de los E.U. han informado repetidamente a las administraciones de Trump y Biden que la investigación secreta, incluyendo experimentos animales, deliberadamente aumentando la transmisibilidad y virulencia de los coronavirus de murciélago, (intentando simultáneamente desarrollar vacunas o antídotos a estos virus) han sido realizados junto con el ejército chino en el laboratorio de Wuhan (o varios laboratorios en Wuhan) desde por lo menos 2017, y tal vez desde 2012. Las agencias de inteligencia de E.U., también han informado a las administraciones de Trump y Biden que las primeras víctimas de COVID-19 fueron científicos del laboratorio de Wuhan.

Hasta ahora, ni la administración de Trump ni la de Biden han dado un seguimiento (más allá de retórica política) con una investigación seria de lo que realmente sucedió en Wuhan, prefiriendo mantener “negocios como siempre” con el socio económico e inversor estratégico en trillones de dólares en bonos del Tesoro más importante de Estados Unidos (i.e. deuda gobierno) Integrantes del Congreso (principalmente Republicanos y ahora incluyendo Demócratas) finalmente están dando un paso adelante para demandar una investigación real; sin embargo, con solicitudes de varios Comités de Senado y la Cámara, incluyendo la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pidieron una investigación integral de los orígenes del COVID-19, incluyendo el rol del Dr. Anthony Fauci y los Institutos Nacionales de Salud (no olviden al Pentágono) financiando estos experimentos controversiales, que desafortunadamente están en curso de “ganancia de función” en E.U., China y otros lugares del mundo.

En “El crimen más infame” del año pasado, señalé las imprecisiones obvias, de hecho, mentiras deliberadas, en la “historia oficial” que son lanzadas por los gobiernos chino y estadounidense, la industria farmacéutica, los medios masivos, virólogos financiados por el gobierno/ejército/industria farmacéutica, la OMS y los autonombrados zares internacionales de la salud como Bill Gates. La narrativa oficial, que ya no es creíble, es que un coronavirus no infeccioso encontrado en murciélagos evolucionó rápidamente en un virus altamente transmisible que infecta a humanos vulnerables, sin dejar rastro epidemiológico o genético al despertar. Aún más, este coronavirus emergió milagrosamente, en una coincidencia de uno en mil millones, en una ciudad densamente poblada, Wuhan, China (a cientos de millas de distancia de las cuevas de murciélagos más cercanas) donde miles de virus de murciélago fueron almacenados y donde experimentos de “ganancia de función” se realizaban (un número de los cuales fueron publicados en diarios científicos) para hacer a los coronavirus de murciélago más infecciosos y virulentos.

Mucha gente ha notado que el virus SARS-CoV-2 parece ser algo distinto de la gripe española de 1918-1920, la cual mató a 50 millones de personas (jóvenes y viejas, sanas y enfermas, pero especialmente jóvenes); antes de mutar y morirse. El SARS CoV-2, con dos años en este otoño, parece expandirse fácilmente en ambientes a puerta cerrada, como hogares para ancianos, con gente exhibiendo síntomas de la enfermedad. Aunque fragmentos pequeños que parecen ser COVID-19 bajo súper-magnificación (pruebas PCR) generalmente son detectadas en los pasajes nasales o gargantas de personas, sólo una minoría de personas fracasan en combatir el virus y en experimentar síntomas.

SARS-CoV-2 es un “detonante viral” nanométrico, aerosolizado (demasiado pequeño para ser detenido por máscaras de tela, aunque dispersado ampliamente y aparentemente raramente transmisible al aire libre o en lugares bien ventilados); virulento en el sentido de magnificar y exacerbar comorbilidades preexistentes (obesidad, diabetes, cáncer, enfermedad del corazón, pulmón e hígado) en gente anciana y con mala salud; pero siendo una leve amenaza o no para jóvenes y adultos jóvenes con sistemas inmunes fuertes y niveles adecuados de vitamina D en su flujo sanguíneo. En 1918-20, en comparación incluso la juventud con sistemas inmunológicos fuertes, sucumbió a la gripe española. Se conjetura que adultos mayores podrían haber adquirido inmunidad de exposiciones previas a variedades relacionadas de la gripe.

Como nunca nos cansamos de repetir, la mejor defensa contra el COVID-19, es comer alimentos orgánicos sanos, realizar ejercicio en el exterior y recibir luz solar (o suplementos de Vitamina D durante los meses de invierno) para mantener un sistema inmune fuerte. Para aquellos que realmente exhiben síntomas, la mejor línea de acción recomendada por doctores independientes y sanadores de salud natural es quedarse en casa, tratar al virus con medicinas genéricas probadas (medicina para la malaria, ivermectina) o suplementos de salud natural (vitaminas, quercetina, zinc) y protocolos, y quedarse fuera del hospital, si es posible.

“El Crimen Más Infame” fue publicado en el boletín de circulación masiva, Organic Bytes, de la Organic Consumers Association, y circuló entre millones de seguidores del Facebook de OCA. (Subsecuentemente Facebook ha amenazado con dejar sin plataforma a OCA si continuamos desviándonos de la narrativa oficial de los orígenes, naturaleza, virulencia, prevención y tratamiento del COVID-19). El artículo generó mucha respuesta, tanto a favor como en contra. Recuerdo estar sorprendido cuando presenté “El Crimen Más Infame” para su publicación a varios sitios de noticias “progresistas” o de izquierda que siempre habían impreso mis artículos en el pasado, Common Dreams y Counterpunch, sólo para que se negaran a imprimir el artículo. También recuerdo sorprenderme al ver que Peter Daszak de la EcoHealth Alliance financiada por la NIH de Fauci, uno de los principales autores del COVID-19 y arquitecto principal del encubrimiento, destacado en el noticiario de Amy Goodman, Democracy Now, dijo a los progresistas que el COVID-19 fue una pandemia completamente natural e inevitable, y que aquellos que plantearon la hipótesis “llena de patrañas” de una liberación de laboratorio no eran nada más que “adeptos a teorías de conspiración.”

Incluso hoy, cuando más y más organizaciones de medios masivos finalmente están admitiendo la probabilidad de una liberación de laboratorio y encubrimiento gubernamental/industrial/científico, la mayoría de los supuestos medios progresistas (junto con Google, Facebook y los gigantes del internet) con unas cuantas excepciones siguen censurando o difamando la información alternativa y regurgitando la historia oficial, engañando peligrosamente al público y destruyendo sus reputaciones como medios para la libre expresión, disidencia y fuentes alternativas de información.

Necesitamos aclarar que los experimentos de guerra biológica de ganancia de función, disfrazados como biomedicina, son actos criminales en violación de la ley internacional, representando una amenaza clara e inminente para todos. Necesitamos un Tribunal Internacional independiente, modelado en los Juicios de Nuremberg (post Segunda Guerra Mundial) para exponer a los científicos locos y financiadores de COVID-19. Estos científicos y financiadores incluyen a legisladores de alto nivel del gobierno y ejército chinos y estadounidenses.

Aquellos llevados a juicio público deben incluir, entre otros, científicos, “cazadores de virus”, y patrocinadores de experimentos de ganancia de función como Shi Zhengli, Ralph Baric, Vinett Menachery, Peter Daszak, Christian Hassell, Robert Kadlec, Anthony Fauci, Bill Gates, Scott Dowell y otros.

La comunidad internacional necesita llevar a esta gente y a sus colaboradores a juicio y pedirles cuentas por el COVID-19 y sus desastrosas respuestas gubernamentales a la pandemia que han destruido las vidas y modos de vida de miles de millones. Más allá de llevar a juicio a estos criminales y colaboradores COVID, necesitamos prohibir toda la creación de armas con virus, bacterias y microorganismos de “ganancia de función” y cerrar todos los laboratorios y experimentos de guerra biológica mundiales inmediatamente, antes de que el siguiente patógeno creado en laboratorio escape o sea liberado deliberadamente. Por favor firme y circule nuestra petición aquí.

Un año después

Un año después del inicio de la pandemia, mi nuevo libro, La verdad Sobre el COVID-19, co-redactado con el Dr. Joseph Mercola  y con un prólogo de Robert F. Kennedy Jr., acaba de ser lanzado. Puedes obtener el libro aquí.

Con nueva información y controversia emergiendo cada día, y con censura creciente por Facebook, Google, YouTube, Twitter, Instagram y otros, es importante ir directamente a los sitios web y boletines de las organizaciones de interés público proveyendo información objetiva. Mis recomendaciones principales son:

Otros sitios web y boletines importantes, entre otros, incluyen

Hace catorce meses, el Dr. Mercola realizó una entrevista al Dr. Francis Boyle, un experto en armas biológicas, quien señaló de manera convincente que el SARS-CoV-2 no era una ocurrencia natural, sino una liberación de laboratorio.

Desde ese entonces, ha habido un flujo de nueva información proveniente de investigadores, científicos, profesionales médicos independientes e incluso legisladores de gobierno señalando la preponderancia de evidencia de que el COVID-19 no fue un contagio natural de murciélagos a humanos, sino un accidente de laboratorio, un desastre trágico pero completamente predecible resultante de la modificación de “ganancia de función” y creación de armas con virus que suceden en laboratorios como el Instituto de Virología de Wuhan y el Laboratorio Militar estadounidense en Ft. Detrick, MD.

Esta experimentación descuidada de “ganancia de función” – la locura científica que hizo un arma al SARS-CoV-2- ha sido financiada y llevada a cabo por una sociedad entre los gobiernos chinos, estadounidenses y otros, sus ejércitos, la industria farmacéutica, incluso después de décadas de accidentes de laboratorios y liberaciones peligrosas de patógenos potencialmente pandémicos (PPPs) a través del mundo provenientes de una veintena de laboratorios biomédicos/guerra biológica mal manejados y relativamente sin regular que deberían haber sabido lo que iba a pasar.

Más recientemente incluso, los medios masivos (Washington Post, USA Today, CBS 60 Minutes, USA Today, Newsweek, New York Times, Times of London) están comenzando a reportar las deficiencias de la “investigación” del gobierno chino/OMS sobre los orígenes del COVID-19, señalando que incluso funcionarios gubernamentales de alto nivel, tanto de la administración de Trump como de la de Biden, están expresando sus puntos de vista de que estamos lidiando con una fuga de laboratorio, no una ocurrencia natural, y que debemos terminar los experimentos riesgosos de “ganancia de función”, no sólo en China y en EU, sino en todo el mundo.

En lugar de repetir lo que nosotros y otros ya hemos escrito sobre los orígenes de laboratorio del COVID-19, les insto a revisar regularmente usando los sitios web listados arriba.

Once Mentiras Mortales del COVID-19

La psicóloga Dianne Perlman describe el miedo masivo que fue engendrado deliberadamente en el cuerpo político y la consciencia pública. Este mensaje de miedo masivo y obediencia a la autoridad, repetido una y otra vez por los medios masivos, repetidos por científicos y políticos del sistema, ha debilitado la mente pública y predispuso a la mayoría a aceptar las mentiras mortales que están manejando esta pandemia y dictando las bases estilo 1984 para un Gran Reinicio. Pearlman escribe:

“Estamos inundados con miedo existencial debilitante. La gente es más peligrosa cuando tiene miedo y más vulnerable a la manipulación. La gente retrocede y pierde funciones cognitivas superiores, capacidad para la lógica, la habilidad de anticipar las consecuencias para entender la causa y efecto.

Demasiado miedo puede hacer de la gente vulnerable a la explotación. Muy poca permite la imprudencia. Con miedo sano, óptimo, podemos evaluar riesgos y tomar precauciones apropiadas y diferenciadas, incluyendo impulso inmune y profilaxis con dieta, suplementos y tratamientos efectivos a la mano. Las soluciones reducen el miedo.”

Por lo menos 11 grandes mitos (los cuales son mentiras deliberadamente cultivadas) alrededor el COVID-19 han impulsado pánico público, información alternativa suprimida, terapias alternativas suprimidas que se ha probado son efectivas para usar drogas patentadas de alto costo, (por lo tanto, aumentando las muertes prematuras desencadenadas por SARS-CoV-2 tanto como un 85%), la destrucción de los modos de vida de la clase trabajadora, clase media y dueños de pequeños negocios (especialmente minorías raciales), forzó la aceptación de confinamientos draconianos, censura y supresión de derechos constitucionales.

Estas Once Mentiras Mortales incluyen las siguientes: (1) COVID-19 representa una mayor amenaza a individuos jóvenes y sanos, así como a los ancianos y aquellos con mala salud. (2) No existe la “inmunidad de rebaño” entre aquellos que han estado en contacto con el COVID-19 y lucharon en contra de manera exitosa, o que exhibieron síntomas y después se recuperaron. (3) COVID-19 puede propagarse de aquellos que son asintomáticos (aquellos sin síntomas) a otros, por ejemplo, de niños sanos y estudiantes a maestros o padres. (4) Las mascarillas de tela pueden parar partículas de COVID aerosolizadas de tamaño nano, así como gotas de líquido macro (de toser o estornudar), y por lo tanto deberían ser usadas en todas partes, no sólo en hospitales u hogares para ancianos. (5) COVID se puede propagar en los interiores a menos que la gente use mascarillas todo el tiempo. (6) Las pruebas de laboratorio PCR, sin importar la calibración o magnificación, nos muestran una verdadera imagen de “casos”, individuos realmente infectados que pueden propagar la enfermedad. (7) Drogas de bajo costo y genéricas como la medicina para la malaria (hidroxicloriquina) o anti-parasíticas, antivirales como la ivermectina no son efectivas para prevenir COVID-19 o prevenir que individuos infectados terminen en el hospital o muertos. (8) Los suplementos naturales como la quercetina, zinc y Vitamina D no son efectivos para fortalecer nuestros sistemas inmunes para alejar al COVID-19 o reducir los síntomas si el virus sí entra en nuestras células y comienza a replicarse. (9) Muertes por COVID-19 (aproximadamente el 6% de víctimas donde no hay otras condiciones preexistentes serias o comorbilidades listadas en el certificado de muerte) son lo mismo que las muertes con COVID-19 (94% de todos los certificados de muerte listan COVID-19 como cofactor). (10) Vacunas nuevas de Uso de Emergencia COVID-19, las cuales de hecho son “vacunas sólo en su nombre” dado que ni previenen infecciones o la transmisión, o muerte, son seguras y efectivas. (11) Nuevas “vacunas mensajeras de RNA” genéticamente modificadas como aquellas producidas por Pfizer y Moderna (las cuales realmente son drogas de terapia de genes), diseñadas para forzar al cuerpo humano a producir proteínas spike, son seguras y efectivas. Para una revisión completa de la ciencia que refuta estas mentiras ver el artículo “Dr. Peter McCullough: Media Censored COVID-19 Early Treatment Options Could Have Reduced Fatalities by 85%“. Y también “COVID-19: Restoring Public Trust During A Global Health Crisis“.

Una de las cosas más importantes para tener en mente es que el virus diseñado SARS-CoV-2 no es una enfermedad mortal en sí misma como la Gripe Española de 1918 -capaz de matar a jóvenes y viejos, sanos y enfermos por igual- sino es un disparador viral que magnifica y exacerba enfermedad crónica preexistente y comorbilidades como la obesidad, diabetes, cáncer, hipertensión, demencia, enfermedad de corazón, hígado, riñón y de pulmón entre los ancianos y personas con deficiencias de salud importantes – especialmente focalizando a aquellos con sistemas inmunes naturalmente comprometidos fuertemente.

Lo que el COVID-19 ha expuesto a quienes no están cegados por el miedo es que el verdadero asesino debajo de la pandemia mundial no es tanto el virus en sí mismo, sino el daño colateral mortal “como de costumbre”, por alimentos convencionales, contaminación, trabajo, modo de vida (estrés, falta de ejercicio y luz solar, exposición a radiación de bajo nivel) y medicina de industria farmacéutica. SARS-CoV-2, a menos que se lancen protocolos de tratamiento adecuados, puede ser un disparador biológico peligroso para quienes sufren enfermedades crónicas y tienen sistemas inmunes dañados. Es por esto que los ancianos y la gente con salud comprometida, aquellos sujetos por décadas de comida venenosa, ambientes contaminados, condiciones de trabajo insalubres y una sobredosis de drogas farmacéuticas y vacunas con efectos secundarios acumulativos, tienen la necesidad de recibir, sin costo, alimentos orgánicos sanos y gratuitos (especialmente en escuelas, centros de cuidado diurno, hogares para ancianos, hospitales y entrega a domicilio para beneficiarios de Medicare y Medicaid) así como suplementos y drogas genéricas que han probado ser efectivas a través del mundo.

Las respuestas del gobierno basadas en una tergiversación deliberada de la naturaleza del virus y los grupos en mayor riesgo, constituye una forma de negligencia médica y negligencia criminal. Pero no mutilemos las palabras. Como los experimentos arriesgados de “ganancia de función”, la censura deliberada de la naturaleza y virulencia del COVID-19, y la censura de la prevención y tratamiento efectivo de esta pandemia constituyen asesinato masivo.

Ignorando prevención y tratamiento dietético, de salud natural y drogas genéricas, y en su lugar imponiendo medidas de confinamiento, cierre de escuelas, mascarillas obligatorias y distanciamiento social de “solución única”, y confiando completamente en terapia de genes experimental o drogas lanzadas apresuradamente al mercado “Vacunas sólo por su nombre”, para el COVID-19 con base en información fraudulenta forzada por intereses especiales (industria farmacéutica, industria tecnológica y empresarios de vacunas) no sólo no han protegido a los grupos más vulnerables (los ancianos y otros con comorbilidades preexistentes graves) sino que ha causado un enorme daño económico, político, sociológico, psicológico y de salud pública.

Poniendo al exceso de muertes por COVID-19 en perspectiva

El 20 de enero de 2021, los Centros para Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) reportaron que más de 400,000 estadounidenses han muerto ya sea de o con COVID-19, un promedio anual de 1,096 al día, con COVID-19 listado en sus certificados de muerte, junto con comorbilidades como la obesidad, diabetes, enfermedad cardiaca, enfermedad pulmonar, enfermedad renal, cáncer, demencia e hipertensión. Como se señaló antes, la información liberada de la CDC el 26 de agosto de 2020, mostró que sólo 6 porciento de las muertes en EU por COVID-19 listado como la única causa de muerte en el certificado de muerte. El restante, 94 porciento, tenía un promedio de 2.6 comorbilidades o causas de muerte adicionales. Las estadísticas preliminares US death muestran más de 3.1 millones de muertes totales en el 2020 – aproximadamente 11% más muertes que en el 2019.

La cuenta de muertos oficial de EU por o con COVID-19 suena trágica y alarmante y en efecto es, pero necesitamos mantener esas estadísticas en perspectiva. De la población de E.U., de 328.2 millones (2019), aproximadamente 2.8 millones murieron en el 2019. Esto resulta en 7,671 muertes promedio al día. Si la cuenta de muertes oficial de la CDC para el 2020 es correcta, entonces probablemente hubo en total 3.1 millones de muertes en EU en el 2020, un promedio de 8,493 al día, un aumento de aproximadamente 11% durante el 2019. Antes del 2020 y el COVID-19, aproximadamente 1.2 millones de muertes al año habían sido en personas de 80 años o más, con un promedio de 3,365 muertes al día de este grupo de edad.

Dos terceras partes de las víctimas de COVID-19 muy ancianas o con enfermedades crónicas probablemente habrían muerto por sus comorbilidades preexistentes durante los siguientes 1-2 años, aún sin el COVID-19 como detonante biológico.

Un antiguo reportero del New York Times, Alex Berenson señala en su libro, Verdades sin reportar sobre el COVID-19 y confinamientos:

“Desde un punto de vista práctico aquellas muertes [ancianos con comorbilidades múltiples] eran inevitables. Su momento es una función del coronavirus, pero su causa son condiciones subyacentes como el cáncer o enfermedad cardiaca o demencia. Mientras tanto, infantes y jóvenes adultos están en riesgo mínimo por el virus” … El coronavirus apunta a gente al final de sus días… muchas víctimas sólo tenían semanas o meses de vida. Para el momento que llegaron a los hogares de ancianos, la mayoría de las personas estaban muy frágiles. Un estudio de 2010, en el ‘Diario de la Sociedad Geriátrica Estadounidense’ descubrió que la mitad de todas las personas admitidas en hogares para ancianos murieron a los cinco meses de admisión…”

La abrumadora mayoría de las víctimas de COVID-19 en los EU (80 por ciento) han sido ancianas (65 años o más), casi todas sufriendo enfermedades crónicas o condiciones médicas preexistentes graves, y casi la mitad de todas las muertes que suceden en los hogares de ancianos. Las muertes globales en el 2020 por o con COVID-19 son un estimado de 2.8 millones, (5% de aproximadamente 55 millones de muertes totales), con un daño económico estimado en $16 mil millones. Somos afortunados porque lo que escapó de Wuhan fuera un coronavirus modificado de murciélago, con relativamente niveles de mortalidad bajos, en lugar de una versión convertida en arma, aerosolizada, de una gripe aviar mucho más mortal, la cual, científicos del mundo (con financiamiento por Bill Gates, la industria farmacéutica y el Pentágono) han estado produciendo de forma arriesgaa mucho más transmisible y virulenta a través de la modificación de “ganancia de función”.

Transmisión Asintomática

Un elemento clave en la creación de pánico por COVID-19 y una idea básica para el cierre de escuelas, confinamientos y vacunas obligatorias (incluso con niños y estudiantes) es que el COVID-19 puede ser transmitido a otros rutinariamente, incluso si una persona no muestra síntomas de la enfermedad. No existe ciencia revisada por pares indicando que esto es verdad. La transmisión asintomática, si es que llega a ocurrir, es excepcional, no es más que una preocupación sanitaria como la de la gripe estacional. Como testificó recientemente el altamente citado médico y profesor de la universidad de Texas A&M, Peter McCullough ante la legislatura del estado de Texas:

“Uno de los errores que escuché hoy como una razón para la vacunación es la propagación asintomática. Y quiero ser muy claro sobre esto: Mi opinión es que existe un escaso nivel, si es que hay, de propagación asintomática… Los chinos han publicado un estudio— [de] 11 millones de personas. Intentaron encontrar [evidencia de] propagación asintomática. No puedes encontrarla. Y eso ha sido, una de las piezas importantes de desinformación.”

Manía con las vacunas

 Como señala la psicóloga Dianne Perlman previamente citada, los medios están impulsando una narrativa de pánico que dice que no hay manera de parar al COVID-19 sin la inyección obligatoria de drogas experimentales, las cuales llama “Vacunas sólo por su nombre” (VINOs, por sus siglas en inglés). Los medios, la industria farmacéutica y nuestros zares de la salud impuestos como Bill Gates y Anthony Fauci, difunden 24/7 una narrativa basada en “una creencia absoluta en la necesidad, seguridad y eficacia de VINOs.” Continúa Perlman, este aluvión sin fin de “Propaganda sobre la desinformación es magistral. La gente es bombardeada por información falsa todo el tiempo. Los miedos son validados por ilusiones creadas con infecciones positivas falsas, diagnósticos equivocados, sobre atribuciones de muertes al COVID-19, así como hasta por un 80% de muertes innecesarias al retener tratamientos anticipados y efectivos.

Existencialmente aterrorizados y mal informados, seducidos desde cada ángulo, la mayoría cree que sufrirán por siempre hasta que obtengan VINOs. La vida social y la supervivencia de la humanidad dependen en el Pasaporte de Vacunas. No están informados sobre rutas viables para la inmunidad, salud, libertad y supervivencia y cómo el Pasaporte de Vacunas es un Caballo de Troya para la vigilancia y control de la información personal.

A pesar de la creciente oposición a la VPP, la coerción será aplicada por negocios, industrias, escuelas, aerolíneas, etc., restringiendo libertades para ciudadanos de segunda clase sin resolver la pandemia. El objetivo continuará moviéndose. La presión será inescapable. Tenemos un reto sobrecogedor ante nosotros.”

La verdad inconveniente sobre el COVID-19

Como yo, ahora muchos otros, han aseverado:

La razón principal del por qué tantos consumidores están enfermos crónicamente y son susceptibles a virus como el SARS-CoV-2 es que la industria alimenticia y la industria agrícola en E.U. (y en el mundo) básicamente producen – y de hecho están subsidiadas por gobiernos para producir – lo que sólo puede ser descrito como productos básicos de comida chatarra. Estas comidas y bebidas chatarra, las cuales consisten en un 60 por ciento o más de las calorías en la dieta estadounidense típica, son altamente procesadas, llenas de azúcar y carbohidratos, envenenadas con residuos de pesticidas, antibióticos y químicos. En una combinación tóxica con el sobreconsumo de carne proveniente de la industria ganadera y productos animales típico estadounidense, las dietas de comida chatarra de E.U. son una prescripción literal para la enfermedad crónica y muerte prematura.

Mientras se reconoce que tenemos que parar la modificación genética arriesgada militar/científica que nos llevó a esta pandemia y derrumbamiento económico mundial, la censura de medios y suspensión de derechos democráticos fundamentales, también necesitamos defendernos y a nuestras familias al practicar el sentido común (quédate en casa si te sientes enfermo), y “protección enfocada” y “distanciamiento social enfocado,” de aquellos en riesgo extremo.

Pero también necesitamos cambiar nuestras dietas, limpiar nuestro ambiente, ofrecer retiro temprano pagado a aquellos trabajadores ancianos en las primeras líneas en mayor riesgo y alejarnos colectivamente de los sistemas alimentarios y agrícolas industrializados y degenerados que hacen a la gente víctima de muerte prematura y hospitalización por COVID-19.

La prevención y “cura” para la enfermedad crónica y muerte prematura, la prevención y cura para prevenir que un virus aerosolizado como el SARS-CoV-2 avance más allá de tu pasaje nasal o tu garganta a tus células, reproduciéndose masivamente y enfermándote fuertemente, no es probable que sea una vacuna patentada que genere ganancias o VINO, apresuradas al mercado, modificadas genéticamente para transformar tu ARN y probablemente peligrosas en términos de daños colaterales a tu salud.

Tu mejor apuesta para la prevención de enfermedades y promoción de la salud es alimentos orgánicos, regenerativos, sanos y un modo de vida sano, complementado por suplementos nutricionales apropiados, hierbas y remedios de salud natural.

Manténte conectado para más información y por favor suscribe y circula nuestra petición ciudadana para prohibir toda la experimentación de guerra biológica, incluyendo la transformación en armas de virus y bacterias utilizando modificación genética peligrosa y prácticas biológicas sintéticas.

Notas:

[1]  Esta palabra, según Wikipedia, es “…un término coloquial ruso que designaba a un funcionario profesional, a tiempo completo del Partido Comunista o la administración soviética (por ejemplo, un agente del “aparato” gubernamental o del partido que tenía un puesto de responsabilidad burocrática o política)”.

 

Ronnie Cummins es director de campañas de Organic Consumers Association (OCA) y co-fundador Regeneration International, y el autor de “Grassroots Rising: A Call to Action on Food, Farming, Climate, and a Green New Deal.” Para seguir informado de las noticias y alertas de RI, suscríbete aquí.

 

Vandana Shiva: Bill Gates Empires ‘Must Be Dismantled’

In an interview with Dr. Joseph Mercola, Vandana Shiva says, “… if In the next decade, if we don’t protect what has to be protected … and take away the sainthood from this criminal, they will leave nothing much to be saved.”

In this interview, Vandana Shiva, Ph.D., discusses the importance and benefits of regenerative agriculture and a future Regeneration International project that we’ll be collaborating on.

We’re currently facing enormously powerful technocrats who are hell-bent on ushering in the Great Reset, which will complete the ongoing transfer of wealth and resource ownership from the poor and middle classes to the ultra-rich. Perhaps the most well-known of the individuals pushing for this is Bill Gates who, like John Rockefeller a century before him, rehabilitated his sorely tarnished image by turning to philanthropy.

However, Gates’ brand of philanthropy, so far, has helped few and harmed many. While his PR machine has managed to turn public opinion about him such that many now view him as a global savior who donates his wealth for the good of the planet, nothing could be further from the truth.

Gates’ stranglehold on global health

The magnitude of Gates’ role over global health recently dawned on me. I believe the COVID-19 catastrophe would not have been possible had it not been for the World Health Organization (WHO), which Gates appears to exert shadow-control over. Remember, it was primarily the WHO that facilitated this global shutdown and adoption of freedom-robbing, economy-destroying measures by virtually every government on the planet.

When then-President Trump halted U.S. funding of the WHO in 2020, Gates became the biggest funder of the WHO. As explained in “WHO Insider Blows Whistle on Gates and GAVI,” the WHO has turned global health security into a dictatorship, where the director general has assumed sole power to make decisions that member states must abide by, but according to a long-term WHO insider, Gates’ vaccine alliance GAVI actually appears to be the directing power behind the WHO.

The two — Gates and the WHO — have been working hand in hand pushing for a global vaccination campaign, and Gates has a great deal of money invested in these vaccines. We’ve also seen extraordinary efforts to censor natural alternatives and inexpensive, readily available and clearly effective drugs, such as hydroxychloroquine and ivermectin, and it appears the reason for this is probably because they’re competitors to the vaccine.

Emergency use authorization for pandemic vaccines are only given when there are no other treatments, so vilifying alternatives has been a key strategy to protect vaccine profits.

The parallels between Rockefeller and Gates

As noted by Shiva, the comparisons between Rockefeller and Gates are quite apt. Rockefeller created not just Big Oil but also Big Finance and Big Pharma. He had intimate connections with IG Farben. There was a Standard Oil IG Farben company. Without the fossil fuels of Standard Oil, IG Farben couldn’t have made synthetic fertilizers or fuels.

In 1910, Rockefeller and Carnegie produced The Flexner Report, which was the beginning of the end for natural medicine in the conventional medical school curriculum. They eliminated it because it saw natural medicine as a hugely competitive threat to the new pharmaceuticals that were primarily derived from the oil industry.

Much of Rockefeller’s history has been captured by Lily Kay, who sifted through Molecular Vision of Life’s archives. There, she discovered that the Nazi regime, which was a eugenics regime that thought some people were inferior and needed to be exterminated to keep the superior race pure, didn’t vanish when Germany lost the war.

Eugenics simply migrated to the U.S., and was taken up by Rockefeller under the term of “social psychology as biological determinants.” The word gene did not exist at that time. Instead, they called it “atoms of determinism.” Rockefeller paid for much of the eugenics research, which ultimately resulted in the silencing and suppression of true health.

To be healthy means to be whole, and wholeness refers to the “self-organized brilliance of your integrated body as a complex system,” Shiva says. That’s what Ayurveda is based on, and even this ancient system of medicine has been attacked in recent times. The notion of genetic determination ignores this foundational wholeness, seeking instead to divide the human body into mechanical components controlled by your genes.

“Coming back to the parallels, Rockefeller was behind it because he was driving the chemical industry. When the wars were over, they said, ‘Oh my gosh, we have all these chemicals to sell.’ And they invented the Green Revolution and pushed the Green Revolution on India.

“Rockefeller, the World Bank, the U.S. all worked together, and if the farmers of India are protesting today, it’s a result of Rockefeller’s initiative, the Green Revolution in India. Most people don’t realize what high cost India has borne; what high cost the state of Panjon has born.

“Then you have Gates joining up with Rockefeller and creating the Alliance for the Green Revolution in Africa (AGRA) … which pretends to be his solution to climate change. I say, “My god, what kind of stage has the world reached that absolute nonsense can pass the science?” I’ll give you just three examples from his chapter on agriculture, in which he talks about how we grow things.

“First of all, plants are not things. Plants are sentient beings. Our culture knows it. We have the sacred tulsi. We have the sacred neem. We have the sacred banyan. They are sentient beings. So many people are awake to animal rights. I think we need more people awake to plant rights and really tell Mr. Gates, “No, plants are not things.”

“He goes on to celebrate Norman Borlaug, who was in the DuPont defense lab, whose job it was to push these four chemicals by adapting the plants [to them]. So, he created the dwarf variety, because the tall varieties are free varieties … [Gates] says we’re eating food because of Borlaug. No, people are starving because of Borlaug. The farmers are dying because of Borlaug.”

Gates offers problems as solutions

Gates hails synthetic fertilizer is the greatest agricultural invention. “Doesn’t he realize synthetic nitrogen fertilizers are creating desertification, dead zones in the ocean and nitric oxide, which is a greenhouse gas?” Shiva says. In short, he’s offering the problem as the solution. Gates also, apparently, does not understand that nitrogen-fixing plants can fix nitrogen. He incorrectly claims that plants cannot fix nitrogen.

Gates is equally wrong about methane production from livestock. “Have you smelt methane behind nomadic tribes?” Shiva asks. “Have you ever smelt methane behind our sacred cow in India? No, they don’t emit methane.” The reason cows in concentrated animal feeding operations (CAFOs) emit methane that stinks to high heaven is because they’re fed an unnatural diet of grains and placed in crowded quarters. It’s not a natural phenomenon. It’s a man-made one.

“You know what Mr. Gates wants to teach us? He says cows make methane because of their poor stomachs,” Shiva says. “They call them containers. I think we should sue him for undoing basic biology 101. You’ve talked about how he controls the WHO. He’s also trying to take control of the Food and Agricultural Organization (FAO).

“[FAO] has recognized ecological agriculture is the way to go and supported [regenerative] agriculture up until last year, when Gates started to take charge. Now he’s moving the food summit to New York. Five hundred organizations have said, ‘This is no longer a food summit, it’s a poison summit. The poison cartel and Bill Gates are running it to push more poisons, now under new names. So, we have a lot of work to do.’”

The answer to the environmental problems we face is not more of the very things that created the problems in the first place, which is what Gates proposes. The answer is regenerative agriculture and real food.

“When people are eating healthy food, there is no problem,” Shiva says. “[Gates] wants to commit a crime against our gut microbiome, pushing more fake food through Impossible Food. And he wants to create conditions so that real food will disappear. That’s why we all have to organize together and the scientists have to start being protected.

“There’s an extinction taking place. They call it the sixth mass extinction. Most people think the sixth mass extinction is about other species. They don’t realize large parts of humanity are being pushed to extinction. Food is health, as Hippocrates said, [and that requires] indigenous systems of learning, ecological agriculture, small farmers.

“In Bill Gates’ design, all this that makes life, life, that makes society, society, that makes community, community, that makes healthy beings, he would like to push this to extinction because he’s afraid of independence, freedom, health and our beingness. He wants us to be ‘thingness,’ but we are beings …

“The worst crime against the Earth and against humanity is using gene editing technologies for gene drives, which is a collaboration of Gates with DARPA, the defense research system. Gene drives are deliberately driving [us] to extinction. Now he does it in the name of ending malaria. No. It’s about driving to extinction.

“Amaranth is a sacred food for us. It’s a very, very important source of nutrition … There’s an application in that DARPA-Gates report of driving the amaranth to extinction through gene rights. And when this was raised at the Convention on Biological Diversity, do you know what he did? He actually hired a public relations agency and bribed government representatives to not say no. Can you imagine?”

Gates’ long-term play

Gates clearly had a long-term vision in mind from the start. His growing control of the WHO began over a decade ago. Over this span of time, he also started transitioning into Big Pharma and the fake food industry, which would allow his influence over the WHO’s global health recommendations to really pay off.

While fake foods have many potential problems, one in particular is elevated levels of the omega-6 fat linoleic acid (LA). If you eat real food, you’re going to get more than enough LA. Our industrial Western diet, however, provides far more than is needed for optimal health already, and engineered meats are particularly loaded with LA, as they’re made with genetically modified soy oil and canola oil.

This massive excess of LA will encourage and promote virtually all degenerative diseases, thereby accelerating the destruction of human health. In addition to that, Gates is also investing in pharmaceuticals, which of course are touted as the answer to degenerative disease. Again, his solutions to ill health are actually the problem. Shiva says:

“Gates … [is] entering every field that has to do with life. Our work in Navdanya, which means nine seeds, is basically work on biodiversity in agriculture. We started to bring together all the work that he’s doing in taking over. I mentioned the Rockefeller Green Revolution, now the Gates-Rockefeller Green Revolution in Africa. The next step he wants to push is … digital agriculture.

“He calls it Gates Ag One, and the headquarters of this is exactly where the Monsanto headquarters are, in St. Louis, Missouri. Gates Ag One is one [type of] agriculture for the whole world, organized top down. He’s written about it. We have a whole section on it in our new report, ‘Gates to a Global Empire.’”

Stolen farmer data is repackaged and sold back to them

What does digital agriculture entail? For starters, it entails the introduction of a digital surveillance system. So far, Shiva’s organization has managed to prevent Gates from introducing a seed surveillance startup, where farmers would not be allowed to grow seeds unless approved by Gates surveillance system.

The data mining, Shiva says, is needed because they don’t actually know agriculture. This is why Gates finances the policing of farmers. He needs to mine their data to learn how farming is actually done. This knowledge is then repackaged and sold back to the farmers. It’s evil genius at its finest.

Through his funding, Gates now also controls the world’s seed supply, and his financing of gene editing research has undercut biosafety laws across the world. As explained by Shiva, the only country that doesn’t have biosafety laws is the U.S. “The rest of the world does because we have a treaty called the Cartagena Protocol on Biosafety,” she says.

“While he created the appearance of philanthropy, what he’s doing is giving tiny bits of money to very vital institutions. But with those bits of money, they attract government money, which was running those institutions. Now, because of his clout, he is taking control of the agenda of these institutions. In the meantime, he’s pushing patenting, be it on drugs, vaccines or on seeds.”

Taken together, Gates ends up wielding enormous control over global agriculture and food production, and there’s virtually no evidence to suggest he has good intentions.

The anatomy of monopolization

The company that collects patents on gene-edited organisms, both in health and agriculture, is Editas, founded by a main financial investor for the Gates Foundation. Gates is also a big investor in Editas.

“So, here’s a company called Editas to edit the world as if it is a Word program. The two scientists who got the Nobel Prize this year have both been funded in their research by Gates. My mind went back to how Rockefeller financed the research, got the Nobel Prize, and then made the money.

“So, you finance the research. Then you finance the public institutions, whether they be national or international. You invest and force them down the path where they can only use what is your patented intellectual property. And, as he has said in an interview, his smartest investment was vaccines, because it is a 1-to-20 return. Put $1 in and make $20. How many billions of dollars have been put in? You can imagine how many trillions will be made.

“At the end of it, where does food come from? It comes from seed. He wants to control it. It comes from land. He’s controlling that. He’s become the biggest farmland owner [in the U.S.]. But you need weather [control]. You need a stable climate.

“So, what could be a weapon of control of agriculture? Weather modification. He calls it geoengineering. This is engineering of the climate. Again, making it look like he’s going to solve global warming by creating global cooling.”

As explained by Shiva, Gates is also heavily invested in climate modification technologies that not only will destabilize the earth’s climate systems more, but also can be weaponized against the people by controlling rainfall and drought. In India, they’ve been having massive hail during harvest time, which destroys the harvest.

Is the UN subservient to Gates?

According to Shiva, Gates is also corrupting the UN system, just like he’s corrupted world governments and the WHO, and in so doing, he’s destroying the efforts built over the last three decades to protect the global environment.

“Whether it be the climate treaty, the biodiversity treaty or the atmospheric treaties, he is absolutely behaving as if the UN is his subservient institution,” Shiva says. “[He thinks] governments and regulatory bodies should not exist … and that people in democracy have no business to speak. [If they do], they’re conspiracy theorists.”

Taking down Gates’ empires

As it stands right now, ordinary people are forced to fight battles that are in actuality rooted in institutional, structural and societal crimes. These crimes really need to be addressed the way Rockefeller’s Standard Oil empire was addressed. In the case of Gates, his empire is actually multiple empires, and they all need to be dismantled. To that end, I will be collaborating with Shiva and Regeneration International, which she co-founded, on a project to boycott Gates’ empires.

“I’ve noticed that no matter what the movement, they’re using the word regeneration now. It could be a health movement, a democracy movement, a peace movement, a women’s movement — everyone has realized that regeneration is what we have to shift to,” Shiva says.

“So, what do we need to be doing in the next decade? For me, the next decade is the determining decade, because these petty minds’ insatiable greed want to go so fast that if, in the next decade, we don’t protect what has to be protected, build resilient alternatives and take away the sainthood from this criminal, they will leave nothing much to be saved.

“The poison cartel is also big pharma. People think agriculture is here, medicine is there. No. The same criminal corporations gave us agrichemicals. They gave us bad medicine that creates more disease than it solves. So, Big PharmaBig AgBig Poison — it’s all one. And Bill Gates is holding it all together even more, and trying to make them bigger because he has investments in all of them …

“I think [seeds] is where we have to begin … I’m hoping that we will be able, together, to launch a global movement soon to take back our seeds from the international seed banks. The strategy is we need to remind the world that these are public institutions [and] that they’re accountable to the farmers whose collections these [seeds] are …

“On the food question, I think that’s the big one because food and health go [together]. In Ayurveda, it says food is the best medicine, and if you don’t eat good food, then no medicine can cure whatever disease you have. The best medicine is good eating. And Hippocrates said ‘Let food be thy medicine.’ So, I think this is the time to really grow a very big global campaign for food freedom.

“Food freedom means you cannot destroy our right to grow food. Secondly, you cannot destroy our governments’ obligations to us to support regenerative agriculture rather than support degenerative agriculture and subsidize it. And third, I think we should call for a worldwide boycott of lab foods …

“Another part of this should be, don’t let Big Tech enter our bodies. Let big tech not enter life sciences … These guys will make life illegal. Living will be illegal except as a little piece in their machine through their permission.”

Each year, Navdanya holds a two-week campaign on food freedom starting October 2, which is nonviolence day. We now need to take that campaign to the global stage, and I will do my part to aid this effort. So, mark your calendar and prepare to join us in a global boycott of food that makes you sick — processed food, GMO foods, lab-created foods, fake meats, all of it.

More information

You can learn more about Shiva’s work and her many projects on Navdanya.org. During the first week of April every year, Navdanya gives a five-day course called Annam, Food as Health, via Zoom. In this course, you’ll learn about soil and plant biodiversity and healthy eating for optimal health.

You can also learn more by reading the report “Earth Rising, Women Rising: Regenerating the Earth, Seeding the Future,” written by female farmers. And, again, mark your calendars and plan your participation in the food freedom campaign, starting October 2, 2021.

“When all the spiritual forces, all of nature’s forces and most of people’s forces are aligned together, what can [a few] billionaires, technocrats — who want to be richer than they are, greedier than they are, more violent than they are — do?” Shiva says. “They don’t count in the long run, really. It’s just that we cannot afford to not do the things that we can do.”

Reposted with permission from Mercola.com

Los oscuros orígenes del virus

Con más de 92 millones de personas contagiadas y 2 millones de muertes por Covid en el mundo, aún no se sabe a ciencia cierta el origen del virus que está causando esta debacle global.

Hay consenso científico en que el SARS-CoV2 es derivado de un virus de murciélago, pero a más de un año de haberlo identificado, no hay una investigación internacional independiente de intereses creados, que pueda darnos certeza sobre el verdadero origen de este virus.

El 4 de enero de 2021, el New York Magazine publicó los resultados de una amplia investigación de Nicholson Baker sobre las actividades de gobiernos y científicos de Estados Unidos y China, que aporta datos fundamentales para conocer las hipótesis al respecto (The lab-leak hypothesis, https://tinyurl.com/yxkj2j35).

Así resume sus conclusiones: “He llegado a creer que lo que pasó fue bastante simple. Fue un accidente. Un virus pasó un tiempo en un laboratorio, y finalmente salió.

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Por qué las pruebas de COVID-19 son un terrible desperdicio

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, el principal llamamiento ha sido hacer pruebas, hacer pruebas y hacer más pruebas. Sin embargo, desde el principio, surgieron serias dudas sobre las pruebas que se utilizan para diagnosticar esta infección, y las preguntas que nos hacemos no han hecho más que aumentar desde entonces.

Las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa positiva (RT-PCR) se han utilizado como justificación para mantener gran parte del mundo confinado durante la mayor parte del 2020.

Y esto a pesar de que las pruebas PCR han demostrado ser muy poco fiables ya que dan altas tasas de resultados falsos, y de que de entrada no están diseñadas para usarse como una herramienta de diagnóstico, ya que no pueden distinguir entre virus inactivos y virus “vivos” o reproductivos.

El Dr. Mike Yeadon, ex vicepresidente y director científico de Pfizer, incluso ha declarado que los resultados falsos positivos de estas pruebas PCR tan poco fiables se están utilizando para “fabricar una ‘segunda ola’ basada en ‘casos nuevos'”, cuando en realidad una segunda ola es muy poco probable.

Entender las pruebas PCR

Antes de su muerte, el inventor de la prueba PCR, Kary Mullis, enfatizó repetidamente pero sin éxito que esta prueba no debe usarse como una herramienta de diagnóstico por la simple razón de que es incapaz de diagnosticar una enfermedad. Una prueba positiva no significa realmente que haya una infección activa. Como se indica en una publicación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) sobre el coronavirus y las pruebas PCR con fecha del 13 de julio de 2020:²

  • La detección de ARN (ácido ribonucleico) viral no indicaría la presencia de virus contagiosos o que el 2019-nCoV es el agente causante de los síntomas clínicos.
  • Esta prueba no ha sido establecida para controlar el tratamiento de la infección por 2019-nCoV.
  • Esta prueba no puede descartar enfermedades causadas por otros patógenos bacterianos o virales.

Entonces, ¿qué nos dice realmente la prueba PCR? El hisopo de PCR recolecta ARN de su cavidad nasal. Este ARN luego se transcribe de forma inversa en ADN. Sin embargo, los fragmentos genéticos son tan pequeños que deben amplificarse para que sean discernibles. Cada ronda de amplificación se llama ciclo.

La amplificación de más de 35 ciclos se considera poco fiable y científicamente no justificada, sin embargo, las pruebas Drosten y las pruebas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud se establecen en 45 ciclos.

Lo que hace es amplificar cualquier secuencia, incluso insignificante, de ADN viral que pueda estar presente hasta el punto en que la prueba dé “positivo”, incluso si la carga viral es extremadamente baja o el virus está inactivo. Estos umbrales de ciclo excesivos dan como resultado un número mucho mayor de pruebas positivas que el resultado que obtendrías haciéndolo de otra manera.

También hemos tenido problemas con pruebas defectuosas y contaminadas. Tan pronto como la secuencia genética del SARS-CoV-2 estuvo disponible en enero de 2020, los investigadores alemanes desarrollaron rápidamente una prueba PCR para el virus.

En marzo de 2020, The New York Times³ informó que los kits iniciales de pruebas desarrollados por los CDC tenían fallas. The Verge también informó⁴ que esta prueba defectuosa, a pesar de que más tarde los mismos CDC se negaron a usar, a su vez se convirtió en la base para la prueba de la OMS.

Las pruebas PCR no pueden detectar la infección

Quizás lo más importante de todo es que las pruebas PCR no pueden distinguir entre virus inactivos y virus “vivos” o reproductivos. Lo que eso significa es que las pruebas PCR no pueden detectar una infección. Punto. No pueden decirle si está enfermo actualmente, si desarrollará síntomas en un futuro cercano o si es contagioso.

Las pruebas pueden detectar restos muertos o partículas virales inactivas que no suponen ningún riesgo para el paciente ni para los demás. Además, la prueba puede detectar la presencia de otros coronavirus, por lo que un resultado positivo puede indicar simplemente que se ha recuperado de un resfriado común en el pasado.

Una “infección” se da cuando un virus penetra en una célula y se replica. A medida que el virus se multiplica aparecen los síntomas. Una persona solo es contagiosa si el virus se está replicando. Mientras el virus esté inactivo y no se esté replicando, es completamente inofensivo tanto para el portador como para los demás.

Si se hace la prueba y da positivo pero no tiene síntomas, lo más probable es que la prueba haya detectado ADN viral inactivo en su cuerpo. Esto también significaría que usted no es contagioso y no representa ningún riesgo para nadie.

Por todas estas razones, varios científicos muy respetados de todo el mundo dicen ahora que lo que tenemos no es una pandemia de COVID-19, sino una pandemia de pruebas PCR. En su artículo del 20 de septiembre de 2020⁵ “Mentiras, malditas mentiras y estadísticas de salud: el peligro mortal de los falsos positivos”, Yeadon explica por qué basar nuestra respuesta a la pandemia en pruebas PCR positivas es tan problemático.

En resumen, parece que millones de personas simplemente tienen ADN viral inactivo que no representa ningún riesgo para nadie, sin embargo, la tecnocracia global está utilizando estos resultados positivos para implementar un nuevo sistema económico y social basado en una vigilancia draconiana y control totalitario.

Justificaciones creadas artificialmente para establecer un control totalitario

Según informó The Vaccine Reaction el 29 de septiembre de 2020:⁶

“El umbral de la prueba es tan alto que detecta a las personas con el virus vivo, así como a aquellas con algunos fragmentos genéticos que quedaron de una infección pasada pero que ya no representa un riesgo. Es como encontrar un cabello en una habitación después de que una persona estuviera allí, dice el Dr. Michael Mina, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.⁷

En tres conjuntos de resultados de pruebas que incluyen umbrales de ciclo compilados por funcionarios en Massachusetts, Nueva York y Nevada, hasta el 90% de las personas que dieron positivo en la prueba apenas portaban virus, una revisión de The New York Times encontró⁸ …

“Hemos estado usando un tipo de datos para todo, eso es todo”, dijo el Dr. Mina. “Lo estamos usando para diagnósticos clínicos, para la salud pública, para la toma de decisiones políticas”.

Pero un “sí” o un “no” no es suficiente, agregó. Es la cantidad de virus la que debe dictar los pasos a seguir en el paciente infectado. “Es realmente irresponsable, creo, no tener en cuenta que se trata de una cuestión cuantitativa”, dijo el Dr. Mina”.

Una vez más, los expertos médicos coinciden en que cualquier umbral de ciclo superior a 35 ciclos hace que la prueba sea demasiado sensible, ya que en ese punto comienza a detectar fragmentos de ADN inactivos inofensivos. Mina cree que un límite más razonable sería 30 o menos.

Según The New York Times⁹, los propios cálculos de los CDC muestran que es extremadamente improbable que se detecten virus vivos en muestras que han pasado por más de 33 ciclos, y la investigación¹⁰ publicada en abril de 2020 concluyó que los pacientes con pruebas PCR positivas con un umbral de ciclo superior a 33 no eran contagiosos y podían ser dados de alta del hospital o del aislamiento domiciliario de forma segura.

Es importante destacar que cuando los funcionarios del laboratorio del estado de Nueva York, el Centro Wadsworth, volvieron a analizar los datos de las pruebas por petición de The Times, encontraron que cambiar el umbral de 40 a 35 ciclos eliminó alrededor del 43% de los resultados positivos. Limitarlo a 30 ciclos eliminó la importante cifra del 63%.¹¹ The Vaccine Reaction agrega:¹²

“En Massachusetts, del 85 al 90% de las personas que dieron positivo en julio con un umbral de ciclo de 40 habrían dado negativo si el umbral fuera de 30 ciclos, dijo el Dr. Mina. “Yo diría que los contactos de ninguna de esas personas deberían de haber sido rastreados, ninguno”, dijo.

“Estoy realmente sorprendido de que la proporción de personas con resultados de alto valor de CT pueda ser tan alto”, dijo el Dr. Ashish Jha, director del Harvard Global Health Institute. ‘Vaya, eso realmente cambia la forma como deberíamos estar usando las pruebas’¹³ …

A finales de agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la primera prueba rápida de coronavirus que no necesita ningún equipo informático especial. La prueba de 15 minutos [BinaxNOW], fabricada por los Laboratorios Abbot, se venderá por 5 dólares estadounidenses, y aunque es una prueba rápida aún requiere que un trabajador de salud tome un hisopo nasal.¹⁴

La prueba de Abbot es la cuarta prueba rápida que se realiza en el lugar de atención que busca la presencia de antígenos en lugar del código genético del virus como lo hacen las pruebas moleculares PCR.¹⁵”

Un gran desperdicio de recursos

Como señalaron el Dr. Tom Jefferson y el profesor Carl Henegan en un artículo publicado el 31 de octubre de 2020 en el Daily Mail,¹⁶ las pruebas PCR masivas han significado un enorme desperdicio de recursos, ya que no nos brindan la información que realmente necesitamos saber: quién es contagioso, qué alcance de propagación tiene el virus y qué tan rápido se propaga.

En cambio, todo esto ha provocado una crisis económica por el cierre de negocios y el confinamiento de personas no contagiosas en sus hogares durante semanas y meses. Jefferson y Henegan afirman que compartieron su plan de respuesta ante una pandemia con el primer ministro británico, Boris Johnson, hace más de un mes, y se lo presentaron nuevamente. “Lo instamos a que preste atención y lo adopte”, escriben, y agregan:

“Solo hay dos cosas de las que podemos estar seguros: primero, que los confinamientos no funcionan a largo plazo … La idea de que un mes de dificultades económicas permitirá algún tipo de ‘reajuste’ que nos llevará a un futuro mejor, es un mito. ¿Qué creemos que ocurrirá cuando termine? Mientras tanto, las restricciones cada vez mayores destruirán vidas y medios de subsistencia.

La segunda certeza es la siguiente: que necesitamos encontrar una salida de este lío que no cause más daño que el virus mismo … Nuestra estrategia sería abordar las cuatro fallas clave “.

Estas cuatro áreas son:

  1. Abordar los problemas en el programa de pruebas masivas del gobierno
  2. Abordar “la plaga de estadísticas confusas y contradictorias”
  3. Proteger y aislar a los vulnerables, principalmente a los ancianos, pero también a los pacientes hospitalizados en general y al personal médico, de manera que el resto de las  personas pueda llevar “algo parecido a una vida normal”.
  4. Informar a la población sobre los costos verdaderos y cuantificables del confinamiento que “mata a la gente igual que lo hace el COVID-19”.

“Si hacemos estas cosas, hay una esperanza real de que podamos aprender a vivir con el virus. Después de todo, se suponía que ese era el plan”, señalan Jefferson y Henegan. Con respecto a las pruebas, ambos piden “un programa nacional de control de calidad de las pruebas para garantizar que los resultados sean exactos, precisos y consistentes”.

Es importante destacar que no debemos confiar únicamente en los resultados positivos / negativos. Los resultados deben evaluarse en relación con otros factores, como la edad del sujeto y si son sintomáticos, para determinar quién presenta realmente un riesgo de contagiar a los demás. Puede revisar los detalles completos del plan que propusieron al final de su artículo de Daily Mail.¹⁷

Los peligros del confinamiento no se han abordado en el debate público 

Jefferson y Henegan no son los únicos que destacan el hecho de que la estrategia de bloqueo global está causando más daño y destrucción que el virus en sí. En un artículo del 16 de junio de 2020 en The Federalist, James Lucas, un abogado de la ciudad de Nueva York, escribió:¹⁸

“Si vamos a permitir que los modelos y los profesionales que los elaboran dicten el funcionamiento de nuestra sociedad, uno esperaría que los modelos sean lo más completos posible. Sin embargo, los modelos epidemiológicos que han transformado nuestro mundo son totalmente incompletos y, por lo tanto, fundamentalmente inadecuados. 

Se supone que cualquier terapia médica debe ser probada, tanto su eficacia como su seguridad. Se han realizado varios estudios¹⁹ que examinan la eficacia del confinamiento para combatir la propagación del virus COVID-19, con conclusiones muy diversas.

Sin embargo, hasta ahora ninguno de estos estudios o modelos ha analizado el aspecto de la seguridad del confinamiento. En respuesta a las preguntas de los médicos y senadores estadounidenses Rand Paul y Bill Cassidy, el Dr. Anthony Fauci admite²⁰ que esta parte de la ecuación no se ha tenido en cuenta en los modelos que ahora imperan en nuestro mundo.

Como se señaló en una carta abierta²⁰ firmada recientemente por más de 600 profesionales de la salud, los costos de salud pública del confinamiento, descritos como un “incidente con un gran número de víctimas”, son reales y están aumentando.

Estos modelos son estimaciones basadas en investigaciones existentes. Las proyecciones de muertes por coronavirus, que están cambiando constantemente, son extrapolaciones de investigaciones de epidemias anteriores. Sin embargo, los profesionales encargados de realizar los modelos no tienen excusa para dejar fuera las evaluaciones de los costos masivos que el confinamiento conlleva para la salud pública”.

Los costos ocultos del confinamiento

¿Cómo afecta la “terapia de confinamiento” a la seguridad pública? En su artículo, Lucas destaca lo siguiente:²²

  • Aumento de las tasas de enfermedades crónicas debido al desempleo, la pobreza y la suspensión de la atención médica no relacionada con el COVID: una investigación²³ realizada por la Administración de Veteranos ha demostrado que retrasar el tratamiento de cáncer solo un mes produjo un aumento del 20% en la mortalidad. Otro estudio²³ demostró que un retraso de un mes en el diagnóstico de cáncer de mama causaba un aumento de la mortalidad en un 10%
  • Aumento de las tasas de problemas de salud mental debido al desempleo y el aislamiento.
  • Aumento de las tasas de mortalidad por suicidio: un estudio²⁵ asoció estar desempleado con un riesgo relativo de suicidio entre dos y tres veces mayor. Un estudio más reciente²⁶ estima que las “muertes por desesperación” vinculadas al confinamiento pueden rondar las 75.000 en Estados Unidos.
  • Reducción de la esperanza de vida colectiva: el desempleo prolongado también se asocia con vidas más cortas y menos saludables. Hannes Schwandt, investigador de economía sanitaria de la Universidad Northwestern, estima que un cierre económico prolongado podría acortar la vida útil de 6,4 millones de estadounidenses que ingresan al mercado laboral en un promedio de dos años.²⁷ Lucas señala:

“Si a los epidemiólogos no les importa tener en cuenta este tipo de impactos negativos, otros profesionales deben hacerlo. Un estudio²⁸ recién publicado por un grupo de actuarios sudafricanos estima que la reducción neta en la esperanza de vida debido al aumento del desempleo y la pobreza causados por el confinamiento nacional superará el aumento vida útil debido a las vidas que el confinamiento salvó por un factor de 30 a 1.

En otras palabras, cada año de vida adicional atribuible al confinamiento de posibles víctimas del coronavirus tiene un costo de 30 años perdidos por los efectos negativos del confinamiento sobre la salud pública… “

La falta de educación también se asocia con una esperanza de vida significativamente más corta y una peor salud. Los que abandonan la escuela secundaria mueren en promedio nueve años antes que los graduados universitarios,²⁹ y el cierre de las escuelas afecta de manera desproporcionada a los estudiantes más pobres.

¿Quién paga el precio más alto?

Como señaló Lucas, además de calcular los costos generales para la sociedad, los expertos también deben determinar “sobre quién recaen esos costos”, porque los costos no son asumidos por igual por  la población. Las consecuencias del confinamiento afectan de manera desproporcionada a quienes ya son los más vulnerables, desde el punto de vista financiero y de salud, como los que viven cerca del umbral de pobreza, los enfermos crónicos, las personas con enfermedades mentales y las minorías en general.

“Contrariamente al eslogan de relaciones públicas, NO estamos juntos en esto”, escribe Lucas.³⁰ “Necesitamos menos propaganda insípida a favor del confinamiento y que alabe las virtudes de los trabajadores ‘esenciales’ y un análisis más serio del enorme costo de salud pública que el confinamiento les está imponiendo. De lo contrario, podríamos llegar a ver la era del coronavirus simplemente como el momento en que las élites pro-confinamiento sacrificaron a la clase trabajadora³¹ para protegerse a sí mismos”.

Una pandemia de alarmismo

Un artículo del 28 de octubre de 2020 presentado por el Instituto Ron Paul señala que: ³²

“Desde que estalló la supuesta pandemia en marzo pasado, los principales medios de comunicación han arrojado una corriente incesante de desinformación que parece estar enfocada en generar el mayor miedo posible entre la ciudadanía.

Pero los hechos y la ciencia simplemente no respaldan la grave imagen que nos pintan de un virus mortal que arrasa la tierra. Sí, tenemos una pandemia, pero es una pandemia de pseudociencia mejorada disfrazada de hecho real”.

Nueve hechos que pueden respaldarse con datos “pintan una imagen muy diferente al miedo y el pavor que se inculcan sin descanso en los cerebros de los ingenuos ciudadanos”, afirma el artículo. Además de que las pruebas PCR son prácticamente inútiles, por todas las razones ya mencionadas, estos hechos respaldados por datos incluyen:

  1. Una prueba positiva NO es un “caso” de Covid: como lo explicó la Dra. Lee Merritt en su conferencia de agosto de 2020 de Médicos para la Preparación ante Desastres³³, presentada en “Cómo la tecnocracia médica hizo posible la Plandemia“, los medios de comunicación y los funcionarios de la salud pública parecen haber mezclado deliberadamente los “casos” o pruebas positivas con la enfermedad real.

Desde el punto de vista médico, un “caso” se refiere a una persona enferma. Nunca se había usado este término para alguien que no presentaba síntomas de enfermedad. De repente, el término médico “caso”, bien consolidado hasta ahora, ha sido redefinido completa y arbitrariamente para referirse a alguien que dio positivo por la presencia de ARN viral. Como señaló Merritt, “Eso no es epidemiología. Eso es un fraude”.

  1. De acuerdo con los CDC³⁴ y otros datos de investigación, ³⁵ la tasa de supervivencia al COVID-19 es superior al 99% y la gran mayoría de las muertes ocurren en personas mayores de 70 años, lo que se acerca a la esperanza de vida normal.
  2. El análisis de los CDC revela que el 85% de los pacientes que dieron positivo por COVID-19 usaron mascarillas “a menudo” o “siempre” en las dos semanas anteriores a dar positivo. Como se señaló en el artículo de Ron Paul, ³⁶ “La única conclusión racional de este estudio es que las mascarillas faciales de tela ofrecen poca o ninguna protección contra la infección de Covid-19”.
  3. Existen terapias probadas económicas y exitosas contra el COVID-19: por ejemplo varios regímenes que incluyen hidroxicloroquina con zinc y antibióticos, protocolos basados en quercetina, el protocolo MATH + y peróxido de hidrógeno nebulizado.
  4. La tasa de mortalidad no ha aumentado a pesar de las muertes por la pandemia: los datos³⁷,³⁸ muestran que la mortalidad general por cualquier causa se ha mantenido estable durante el 2020 y no se desvía de lo normal. En otras palabras, el COVID-19 no ha matado a más población de la que habría muerto en un año cualquiera.

Como se indica en el artículo de Ron Paul,³⁹ “Según los CDC, a principios de mayo de 2020, el número total de muertes en los EE. UU. fue de 944.251 entre el 1 de enero y el 30 de abril. En realidad, es un poco más bajo que el número de muertes durante el mismo período en 2017 cuando se reportaron 946.067 muertes en total”.

15.000 médicos y científicos piden el fin del confinamiento

En general, hay muchas razones para sospechar que el confinamiento, el distanciamiento social y la obligatoriedad de usar mascarillas de forma continua son completamente innecesarios y no alterarán significativamente el curso de esta enfermedad pandémica o el recuento final de muertes.

Y, con respecto a las pruebas PCR universales, en las que las personas se someten a pruebas cada dos semanas o incluso con más frecuencia, tengan síntomas o no, es claramente un esfuerzo inútil que aporta datos inútiles. Es solo una herramienta para difundir el miedo, lo que a su vez permite la implementación rápida de los mecanismos de control totalitarios necesarios para lograr el Gran Reajuste. Afortunadamente, cada vez más personas comienzan a darse cuenta de esta trama.

Alrededor de 45.000 científicos y médicos de todo el mundo ya han firmado la Declaración de Great Barrington,⁴⁰ que exige el fin de todos los confinamientos y la implementación de un enfoque de inmunidad colectiva a la pandemia. Esto significa que los gobiernos deberían permitir a las personas que no corren un riesgo significativo de sufrir un COVID-19 grave volver a la vida normal, ya que el enfoque de confinamiento está teniendo un efecto devastador sobre la salud pública, mucho peor que el virus mismo.⁴¹,⁴² La declaración dice: ⁴³

“Tanto los de izquierdas como los de derechas, y de todo el mundo, hemos dedicado nuestras carreras a proteger a las personas. Las políticas de confinamiento actuales están produciendo efectos devastadores sobre la salud pública a corto y largo plazo …

El enfoque más compasivo que equilibra los riesgos y los beneficios de alcanzar la inmunidad colectiva es permitir que aquellos que tienen un riesgo mínimo de muerte hagan vida normal para desarrollar inmunidad al coronavirus a través de una infección natural, mientras protegen mejor a aquellos que están en mayor riesgo. A esto lo llamamos protección focalizada”.

La declaración señala que las políticas de confinamiento actuales resultarán en un exceso de mortalidad en el futuro, principalmente entre los jóvenes y la clase trabajadora. Al 5 de noviembre de 2020, la Declaración de Great Barrington⁴⁴ había sido firmada por 11.791 científicos médicos y de salud pública, 33.903 médicos y 617.685 “ciudadanos preocupados”⁴⁵.

 

Publicado con permiso de Mercola.com

Fuentes y referencias:

 

Cómo la tecnocracia médica hizo posible la pandemia

Durante la conferencia ‘Doctors for Disaster Preparedness’ que se llevó a cabo 16 de agosto de 2020 en Las Vegas, Nevada, la Dra. Lee Merritt —una cirujana ortopedista de Logan, Iowa— presentó su ponencia “SARS-CoV2 and the Rise of Medical Technocracy”.

En ella analiza cómo se puede influir en el poder geopolítico mediante la falta de un ejército o una guerra declarada. Habla de la disonancia cognitiva que enfrentamos en la actualidad, cuando lo que dicen no corresponde con los hechos o con el pensamiento lógico.

Y analiza cómo los tecnócratas médicos, los llamados expertos médicos y líderes políticos que han enloquecido al mundo como respuesta al COVID-19, se han equivocado en todo lo que nos han estado diciendo.

Se han equivocado sobre la evaluación inicial de riesgos, las pruebas, las medidas preventivas, el uso de tapabocas y el distanciamiento social. Han mezclado los “casos” o las pruebas positivas con la enfermedad real. También son culpables de errores de omisión, ya que no expresan lo que creen los médicos y científicos.

“Puedo darles el beneficio de la duda cuando se equivocan en una o dos cosas, pero cuando se equivocan en todo, no es por casualidad”, explica Merritt. “Tenían que haber ideado lo mejor para nosotros si es algo que les preocupaba”.

El video está disponible solo en inglés

 

El comienzo de la tecnocracia

Merritt atribuye su comprensión de la tecnocracia al libro de Patrick Wood titulado Technocracy Rising: The Trojan Horse of Global Transformation. Mientras que Wood también es el editor en jefe del sitio web Technocracy News & Trends. Hace poco entrevisté a Wood. Su entrevista aparece en mi artículo “Los peligros apremiantes de la tecnocracia“.

Como explicaron Wood y Merritt, la tecnocracia es una ideología construida alrededor del gobierno totalitario por líderes no electos. La tecnocracia comenzó en la década de 1930 durante la Gran Depresión, cuando los científicos e ingenieros se unieron para resolver los problemas económicos de la nación.

Parecía que el capitalismo y la libertad empresarial iban a decaer, por lo que decidieron inventar un nuevo sistema económico. Llamaron a este sistema “tecnocracia”. La palabra proviene de la palabra “techn”, que significa “habilidad”, y del Dios “Kratos”, quien personifica el poder. Como explica Merritt, un tecnócrata es una persona que ejerce poder sobre las personas con base en sus conocimientos.

Al ser un sistema económico, la tecnocracia depende de los recursos. En lugar de basar el sistema económico en la fijación de precios como la oferta y la demanda, este sistema se basa en los recursos energéticos. Es decir, bajo este sistema, se dictamina qué recursos pueden utilizar las empresas y cuáles se pueden vender.

Un ejemplo de este sistema es cuando el antiguo presidente Obama buscaba implementar multas económicas para las personas que no querían o podían comprar un seguro médico, por lo cual no se tenía la libertad de elegir si una persona deseaba adquirir un servicio o no. Las únicas opciones son adquirir lo obligatorio o pagar una multa.

El sistema tecnocrático también implica, de hecho, requiere ingeniería social, que se basa en recopilar información de manera masiva y utilizar inteligencia artificial. Desde entonces, los tecnócratas han avanzado pasando desapercibidos, y su agenda se está volviendo cada vez evidente.

El imperio de los tecnócratas también se ha hecho evidente durante la pandemia. La censura y manipulación de la información médica es parte fundamental de la ingeniería social de este sistema.

Mentiras sobre el riesgo de muerte por COVID-19

En su conferencia, Merritt repasa varias mentiras de la élite tecnocrática, las cuales comienzan por el riesgo de muerte. De acuerdo con las muertes per cápita, la tasa de mortalidad por COVID-19 es del 0.009 % (709 000 personas han muerto a causa del COVID-19 a nivel mundial, mientras que la población mundial es de 7800 millones). Eso significa que la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad es del 99.991 %.

Nueva York, que es el área con la tasa de mortalidad más alta, tiene una tasa de muerte per cápita del 0.17 %; sin embargo, el Dr. Anthony Fauci elogió a Nueva York por su excelente respuesta para combatir el COVID.

Este es solo un ejemplo que ha causado disonancia cognitiva, ya que no es lógico elogiar el área con una mayor tasa de mortalidad (incluso si es baja) por tener una de las mejores respuestas.

Resulta curioso que, cinco de los seis países con las tasas de mortalidad más bajas (entre el 0.00003 % y el 0.006 %) tomaron otras medidas de respuesta a la pandemia, ya que implementaron el distanciamiento social ni el cierre de negocios.

Sin embargo, se nos dice que estas medidas son muy necesarias y deben continuar, quizás de manera indefinida. Esto también crea una disonancia cognitiva masiva, ya que va en contra de toda lógica. Si una acción no tiene un beneficio observable, no tiene sentido continuar, y mucho menos afirmar que era y es necesario.

Movimiento deliberado sobre las “pruebas positivas” y los “casos”

Además, en lugar darles esperanzas a las personas y regresar a la normalidad cuando la cifra de mortalidad comenzó a disminuir, la narrativa cambió la atención a los “casos”, es decir, las personas que obtuvieron un resultado positivo de SARS-CoV-2, sin importar si tenían síntomas. Más disonancia cognitiva, ya que la medida principal de amenaza es la letalidad.

Como señaló Merritt, desde la antigüedad, un “caso” se refiere a una persona enferma y no a una persona que no presenta síntomas de enfermedad.

Ahora, este término médico bien establecido, ha sido redefinido para referirse a una persona que obtiene un resultado positivo en la prueba de presencia de ARN viral. “Eso no es epidemiología, sino un fraude”, dice Merritt.

Además, la mayoría de las pruebas utilizadas no tienen puntos de referencia, lo que significa que no sabemos cuáles son las tasas de falsos positivos y falsos negativos. Y, muchas áreas están abordando “casos” adicionales cuando una persona obtiene un resultado positivo y ha estado cerca de otras personas. “Eso es fraude”, dice Merritt.

Es posible observar que la propaganda del miedo causado por los tecnócratas está funcionando en una encuesta reciente, que encontró que los ‘millennials’ consideran que el 2 % de su generación morirá a causa del COVID-19. “Eso es 10 000 veces mayor que las cifras reales”, explica Merritt. “No concuerda con la realidad”.

Mentiras sobre el uso de tapabocas

La segunda mentira trata sobre los beneficios de usar tapabocas. “No existe un respaldo científico, entonces, ¿por qué las usamos?” Pregunta Merritt. Es “solo una señal de sumisión”. Como se señaló en su presentación, “The strongest argument for mask wearing is it sounds good” (El argumento más fuerte contra el uso de tapabocas es que no funcionan en lo absoluto).

Junto a esa cita hay una foto del rostro de un hombre cubierto de partículas de polvo después de serrar placas de yeso con un tapabocas medico de clase II, con la leyenda: “Cada partícula de polvo de yeso mide 10 micrones. El coronavirus mide 0.125 micrones. ¿Alguna pregunta?”

El coronavirus es casi 100 veces más pequeño que el polvo de yeso. Es decir, los tapabocas quirúrgicos no pueden bloquear el coronavirus (o cualquier otro virus).

Las cajas de los tapabocas quirúrgicos vienen con una advertencia de que los tapabocas “no ofrecen ninguna protección frente al COVID-19 u otros virus” y “no reduce el riesgo de contraer ninguna enfermedad o infección”.

Lo mismo ocurre con los respiradores N95, ya que solo bloquean partículas de más de 0.3 micrones. Los respiradores N95 se utilizan en entornos hospitalarios para proteger frente a la tuberculosis, ya que el virus de la tuberculosis tiene un tamaño de 3 micrones.

Sin embargo, es importante usar la talla correcta, ajustarlo a su rostro de manera adecuada y seguir ciertos procedimientos al ponérselo y quitárselo para evitar la contaminación cruzada.

Los respiradores de OSHA, utilizados por trabajadores de construcción y otras industrias, también filtran hasta 0.3 micrones, pero están equipados con una válvula unidireccional. Por lo tanto, solo filtra el aire que entra, y no el aire que sale. Entonces, esto no protege a los demás.

La calidad de los datos es lo que importa

Merritt también analiza el artículo “Identifying Airborne Transmission as the Dominant Route for the Spread of COVID-19” en la revista científica PNAS, en la que los autores pretenden apoyar el uso de tapabocas al considerar la ciudad de Nueva York como modelo. Según Merritt, ella tiene serias preocupaciones sobre este estudio, ya que no controla el factor que reduce la humedad.

Cuanto mayor sea la humedad, menor será la tasa de contagio. El documento también tiene “todas estas referencias extrañas”, dice Merritt, “que no están relacionadas con los precursores de cualquier cosa que se mire para hacer este tipo de investigación”.

Es más, al menos uno de los autores mencionados, Yuan Wang, no tiene antecedentes médicos. Está en la división de ciencias planetarias y geológicas de Cal Tech.

El gráfico que demuestra que la tasa de contagio en la ciudad de Nueva York disminuyó cuando se ordenó el uso de tapabocas también coincide con la pendiente natural que se observó en Suecia (que no tenía ninguna restricción ni mandato de tapabocas) a medida que la infección seguía su curso. De ninguna manera prueba que el uso de tapabocas prevenga la infección. “Considero que este es un fraude muy sofisticado”, dice Merritt.

También revisa otras publicaciones en la literatura médica que demuestran que los tapabocas no protegen frente a las infecciones virales, incluyendo una revisión de mayo de 2020 de los propios Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), sobre la cual escribí en mi artículo anterior “OMS admite que no hay evidencia de que los tapabocas prevengan las infecciones virales”.

En esa revisión, los CDC concluyeron que los tapabocas no protegen frente a la influenza en entornos que no están relacionados con la atención médica.

Merritt también cita estudios que demuestran que no hay diferencia entre los tapabocas quirúrgicos y los respiradores N95. Para comprender mejor la ciencia, Merrit recomienda leer el artículo de Denis Rancourt, “Masks Don’t Work: A Review of Science Relevant to COVID-19 Policy”.

Mentira sobre el uso de tapabocas y el distanciamiento social

La sospecha de que los tapabocas son poco más que un símbolo de represión también se fortalece por el hecho de que los legisladores se están excluyendo a sí mismos y a ciertas categorías de trabajadores.

Dos ejemplos dados en la conferencia de Merritt es el mandato de tapabocas en la ciudad de Washington D.C., que excluye a los legisladores y empleados del gobierno. En Wisconsin, el gobernador ha excluido a todos los políticos de este mandato.

Si los tapabocas realmente funcionaran, ¿no serían lógicos que estos trabajadores los utilizaran en todas partes para no enfermarse y morir?

La tercera mentira que revisa Merritt es la regla de distanciamiento social de 6 pies. Treinta y cuatro minutos después de la conferencia, es posible encontrar un video de un estudio publicado el 26 de marzo de 2020 en JAMA Insights, que demuestra las emisiones de partículas que se liberan al estornudar.

En este estudio, demostraron que las emisiones pueden alcanzar de 7 a 8 metros (23 a 27 pies), muy lejos de la distancia que dijeron que nos mantendrá a todos a salvo.

Los agentes lisosomotrópicos no funcionan

La mentira número 4 que Merritt considera la más grande de todas, es que los agentes lisosomotrópicos (medicamentos que acidifican el lisosoma) como la cloroquina y la hidroxicloroquina no funcionan. Fauci ha declarado que estos medicamentos no funcionan, que no hay evidencia suficiente o que la evidencia es solo anecdótica.

Sin embargo, los propios Institutos Nacionales de Salud publicaron una investigación en 2005 que demostraba que la cloroquina tiene la capacidad de inhibir la infección y la propagación del coronavirus del SARS, y que en realidad tiene beneficios profilácticos y terapéuticos.

Como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los NIH, desde 1984, Fauci debe estar al tanto de estos hallazgos.

En cuanto a cuál podría ser el motivo para detener el uso de hidroxicloroquina, a pesar de toda la evidencia que demuestra que funciona cuando se usa al principio del tratamiento, Merritt señala un estudio de 2006 en el Virology Journal, con el título de “In Vitro Inhibition of Human Influenza A Virus Replication by Chloroquine”.

Ese estudio entregó “pruebas abrumadoras de que la cloroquina inhibe la influenza A”, dice Merritt. Ahora bien, si un medicamento genérico puede prevenir la infección por influenza, ¿para qué necesitaríamos las vacunas que combaten la influenza estacional?

Otro artículo “Effects of Chloroquine on Viral Infections: An Old Drug Against Today’s Diseases?”, publicado en The Lancet Infectious Diseases en 2003, discutió el potencial de la cloroquina para combatir una variedad de enfermedades virales.

Por lo tanto, no solo podríamos tener un remedio económico para combatir la gripe, sino que también podría ser beneficioso para combatir muchas otras enfermedades. En resumen, si estos medicamentos fueran reconocidos por sus beneficios antivirales, podrían afectar el negocio de la industria farmacéutica. Esa podría ser la razón por la que no se aconseja su uso.

Todo tiene que ver con el dinero

Merritt también revisa la experiencia clínica del Dr. Vladimir Zelenko con la hidroxicloroquina. Por supuesto, los medios menospreciaron a Zelenko en lugar de elogiar sus éxitos para combatir el COVID-19.

Aún más atroz, señala Merritt, fue el hecho de que un fiscal federal de Baltimore inició una investigación sobre Zelenko con base en su declaración de que la hidroxicloroquina está aprobada por la FDA. “Está aprobada por la FDA”, dice Merritt. “La FDA no tiene que volver a autorizar su uso cuando hay una nueva indicación”.

Los médicos siempre han tenido la capacidad de recetar medicamentos para otros problemas de salud una vez que han sido aprobados por la FDA, que es lo que los médicos han estado haciendo con la hidroxicloroquina. Pero ahora, de repente, esa práctica común (y legal) se presenta como controvertida, poco ética o ilegal.

Didier Raoult, microbiólogo francés, experto en enfermedades infecciosas y ganador de un premio científico, así como fundador y director del hospital de investigación Institut Hospitalo-Universitaire Méditerranée Infection, dijo que cuando a los pacientes se les administró una combinación de hidroxicloroquina y azitromicina inmediatamente después de su diagnóstico, la tasa de recuperación y “cura virológica” fue del 91.7 %.

Merritt también revisa la ciencia que se ha utilizado para suprimir el uso de hidroxicloroquina, al referirse a estos estudios como “un nuevo nivel de documentos falsos”. En un caso, los autores sacaron el conjunto de datos de la nada. Ellos lo inventaron. Sin embargo, estos artículos se publicaron en The Lancet y The New England Journal of Medicine, dos de las revistas médicas más prestigiosas del mundo. Vale la pena preguntarse cómo pudo suceder eso.

Como señaló Merritt, lo que se nos dice y lo que los hechos confirman no tiene sentido:

La hidroxicloroquina cuesta entre 10 y 20 dólares, está aprobada por la FDA, tiene pocos efectos secundarios y se ha demostrado que reduce hasta un 50 % la tasa de muerte cuando se administra al comienzo del tratamiento de COVID-19.

Sin embargo, Fauci está impulsando el uso de remdesivir, un medicamento por vía intravenosa para la infección grave por COVID-19 en etapa tardía que cuesta 3600 dólares y se ha demostrado que causa efectos secundarios graves hasta en el 60 % de las personas y no reduce la tasa de mortalidad. Solo reduce la tasa de recuperación hasta un 31 %, o cuatro días.

Merritt considera que la razón por la que no estamos adoptando la hidroxicloroquina es porque podría destruir la industria de las vacunas de 69 mil millones de dólares. Eso puede justificar un encubrimiento, señala.

El medicamento podría eliminar una de las herramientas más importantes del poder geopolítico que tienen los tecnócratas, que es el terrorismo biológico. Si sabemos cómo tratarnos y protegernos frente a los virus diseñados, su capacidad para mantenernos con miedo se desvanece.

Mentiras por omisión y sus motivos

Por último, pero no menos importante, Merritt analiza las mentiras por omisión, hechos que habrían salvado vidas si hubieran sido promovidos. Esto incluye datos que demuestran que los niveles más altos de vitamina D reducen la gravedad y la mortalidad de la infección por COVID-19. Entonces, ¿quién se beneficia de suprimir información vital y de promover mentiras?

Según dos investigadores, John Moynahan y Larry Doyle, Bill Gates negoció un contrato para rastrear personas por 100 mil millones de dólares con el congresista demócrata Bobby L. Rush, quien también presentó un HR 6666, la Ley de rastreo del COVID-19, seis meses antes de que estallara la pandemia de COVID-19, durante una reunión de agosto de 2019 en Ruanda, África Oriental.

El gobierno de los Estados Unidos también compro 100 millones de dosis de una vacuna contra el COVID-19 que Pfizer y BioNTech aún están desarrollando. Como señaló Merritt, seguimos observando cómo las compañías farmacéuticas financian grupos de trabajo sobre enfermedades, y obtienen miles de millones en ganancias cuando estalla una enfermedad.

Pero además de las ganancias, Merritt está convencido de que hay otra razón detrás de las respuestas a la pandemia. Ella señala cómo en unos cuantos meses, hemos cambiado de un estado de libertad a un estado de totalitarismo. Y esto se logró a través de los mecanismos tecnocráticos de la ingeniería social, que por supuesto implica manipulación psicológica.

Herramientas de manipulación psicológica

Merritt revisa el trabajo del profesor de psiquiatría de Albert Biderman sobre la manipulación psicológica y su “tabla de coerción”, todo lo cual puede estar relacionado con la respuesta COVID-19:

Técnicas de distanciamiento. Distanciamiento social, distanciamiento de los seres queridos y confinamiento solitario.
Monopolizar la percepción. Monopolizar el ciclo de noticias 24 horas al día, 7 días a la semana, censurar las opiniones y crear entornos estériles al clausurar bares, gimnasios y restaurantes.
Técnicas denigrantes. Reprender, avergonzar a las personas (o incluso atacar físicamente) a quienes se niegan a usar tapabocas o mantener su distancia social o que eligen su libertad sobre el miedo.
Debilidad inducida. Verse obligado a permanecer en casa y no poder ejercitarse ni socializar.
Amenazas. Amenazas de quitarle a sus hijos, aislamiento prolongado, cierre de negocios, multas por incumplimiento de las reglas de tapabocas y distanciamiento social, vacunación forzada, etc.
Demostrar omnipotencia. Detener al mundo entero, reclamar autoridad científica y médica.
Cumplimiento de demandas. Los ejemplos incluyen a los miembros de la familia que se ven obligados a mantener su distancia en el banco a pesar de llegar juntos en el mismo automóvil, tener que usar un tapabocas al ingresar a un restaurante, aunque es posible quitárselo tan pronto y se siente, o tener que usar uno al caminar solo en la playa.
Complacencia ocasional. Reapertura de algunas tiendas y restaurantes, con solo una capacidad determinada. Sin embargo, parte del plan de coerción es que las indulgencias siempre se vuelven a quitar, y es posible que tengamos que detener el mundo de nuevo este otoño.

Merritt incluye mucha información en su presentación, por lo que recomiendo tomarse el tiempo para consultarla. Aparte de lo que ya he resumido anteriormente, también explica lo siguiente:

  • La influencia de la Organización Mundial de la Salud y su mayor patrocinador, Bill Gates, y sus muchas conexiones con las industrias de medicamentos y vacunas, la economía digital y las tecnologías de seguimiento digital
  • Las curiosas similitudes entre el Evento 201 financiado por Gates y los eventos mundiales actuales
  • Los constantes fracasos para crear vacunas para combatir el coronavirus en el pasado, ya que todos los ensayos revelaron que las vacunas causaron una mejora inmunológica paradójica, que hizo que la enfermedad fuera más letal
  • Conflictos de intereses de Fauci

Publicado con permiso de Mercola.com

Trails of Regeneration: Stemple Creek Ranch Survives COVID-19 by Selling Direct to Consumers

“Trails of Regeneration” is covering the effects of COVID-19 and gathering stories from regenerative farmers, ranchers and ecosystem experts on how the world is rapidly changing and what it means for biodiversity and regenerative food, farming and land use.

TOMALES, California — Spread of the coronavirus is causing major disruptions in the U.S. food supply chain, as several major meat processing plants have closed their doors and farmers are being forced to dump milk, break eggs and plow under perfectly good produce.

 With the closing of schools, restaurants and businesses, farmers have had to find new and creative ways to connect their products to consumers. The latest episode in our “Trails of Regeneration” video series features a rancher on the frontline of COVID-19 and his journey in adapting to the challenges posed by the pandemic.

Husband and wife, Loren and Lisa Poncia, own Stemple Creek Ranch, a 1,000-acre regenerative farm located in the coastal hills of Northern California. At the ranch, purposeful rotational grazing is key to producing high-quality pastured and humanely raised animal products. It also works to promote biodiversity by preserving sensitive wildlife habitat and restoring natural watersheds.

Like many farmers around the world, the Poncias have been hit hard by the coronavirus outbreak. In an exclusive interview with Regeneration International, Loren explains how his farm lost 95 percent of its restaurant business seemingly overnight. 

The farm’s direct-to-consumer sales, on the other hand, have increased significantly. “Our online sales are skyrocketing,” Loren told Regeneration International in a Zoom interview. He and his 15 employees—while practicing social distancing and wearing protective gear—are working around the clock to cut and package products to be shipped direct to customers. 

The couple has also seen an increase in sales at their local farmer’s markets.

 “We sell at two farmers markets in northern San Francisco that are going strong. People are coming out to buy directly from us,” said Loren. “What we noticed is that people are buying more than usual because they are no longer eating out and are forced to prepare 21 homecooked meals a week and that requires a lot of food.”

For decades, the organic regenerative food movement has advocated for more direct-to-consumer sales and better access to local food. That vision is gaining momentum amid the pandemic.  As the industrial food supply chain breaks down amid COVID-19, demand for locally produced food has surged.

 “In my local community people are united in helping and watching out for their neighbors, so we’re actually seeing a surge in solidarity,” said Loren. 

 Stemple Creek Ranch practices purposeful grazing to improve soil health

 In 2013, Stemple Creek Ranch was asked to participate in a 10-year study with the Marin Carbon Project, a consortium of independent agricultural institutions in Marin County, California. The project’s mission is to increase carbon sequestration in rangeland, agricultural and forest soils to mitigate the effects of climate change.

The Marin Carbon Project required the ranch to complete a soil assessment before applying organic compost to a portion of pastureland in an effort to increase soil carbon. The benefits were enhanced by purposefully grazing livestock, which help stomp the compost into the ground and leave behind natural fertilizer. 

On its website, the ranch says it’s “excited to be on the forefront of this ground-breaking research that is showing how best agriculture practices can harness atmospheric carbon to improve soil content on farms, and mitigate the effects of global warming.”

The regenerative practices not only build resilience on the ranch, but they also help educate consumers and get them excited about where their food comes from, said Loren, adding that it’s a win-win for food and farming, human health and the environment. 

“Smallhold regenerative farmers are a resilient bunch and we can get through this because we have all the fertility we need on our farm,” Loren said.

“With COVID-19, we are seeing provisions for inputs such as chemical fertilizers and pesticides getting tighter, and their distribution becoming more complicated. Hopefully, it will push some to look at using compost, worm teas and the greatness of soil health, adopting things like they were before World War II when we didn’t need to use chemicals.”

Despite the challenges, farming in a pandemic has presented the ranch with new opportunities to evolve its business model. The internet has been especially helpful, giving farmers and ranchers around the world the ability to share their successes and failures with one another. 

“We’ve been able to learn from each other by sharing ideas and learning from one another’s mistakes,” said Loren. “I think there’s a lot of really good things that could take off for small-scale agriculturists around the world.”

As far as the quarantine goes, Loren said there’s no other place he would rather be than confined to his ranch with his family. 

“I am really enjoying the fact that I am confined with my family and that I am eating three meals a day with my family and appreciating the bounty we are able to partake on a daily basis,” Loren said. 

“We are adapting and changing to the challenges, trials and tribulations that keep heading in our direction, with things we can’t even predict. So work is very hard, long and stressful but we are making more time to break bread as a family and eat together, which is really awesome.”

Oliver Gardiner is Regeneration International’s media producer and coordinator for Asia and Europe. To keep up with Regeneration International news, sign up for our newsletter.