El mezcal: el daño ecológico de la industrialización de una bebida ancestral

OAXACA, MÉXICO.- Una de las bebidas más populares de México está depredando las montañas del estado de Oaxaca. El monocultivo de maguey para la producción de mezcal está aumentando las temperaturas y reduciendo las recargas de agua.

Las montañas oaxaqueñas de la denominada “región del mezcal”, al sur de México, parecieran haber sido rastrilladas por un ser gigante. Ubicadas en Sierra Sur y Valles Centrales —donde predominan llanuras, lomeríos de baja altitud y cumbres tendidas, así como sierras bajas complejas con piso rocoso—, hoy están rasuradas.

La catástrofe, resumida en fragmentos, puede verla cualquiera que recorra la zona. De momento, la región está embriagada del agave y de su industrialización para producir la “bebida ancestral de los dioses”.

Pero cuando el estado etílico pase y se tenga que lidiar con la cruda o resaca, las personas se percatarán de la deforestación de miles de hectáreas que amenaza con convertirla en tierra fértil para la minería.

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