De la tierra al armario: por qué la moda apuesta su futuro a la agricultura regenerativa

Invertir en agricultura regenerativa está de moda. Desde enero de 2021, el grupo Kering —propietario de marcas como Gucci o Balenciaga— y la organización ambiental Conservation International están al frente del Fondo de Regeneración por la Naturaleza para impulsar la transición de un millón de hectáreas de cultivos y pastizales convencionales hacia este tipo de prácticas agrícolas que buscan recuperar la biodiversidad del ecosistema. En paralelo, el conglomerado francés LVMH ha unido fuerzas con la Unesco para poner en marcha diferentes programas de regeneración que reviertan la deforestación y la desertificación del suelo. Son tan solo dos de los ejemplos más visibles de un movimiento que quiere devolverle a la naturaleza todo lo que nos ha dado y encaminarse hacia una industria más justa y resiliente, alineada con los tiempos y los recursos del planeta.

La moda depende de grandes extensiones de tierra para cultivar nuestra ropa: en concreto, cerca del 36% de los tejidos del mercado son fibras naturales.

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