Reducir la deforestación e incrementar captura de CO2 en el suelo, una estrategia climática y de seguridad alimentaria

 

 Publicado: 02 de octubre 2017

Aunque los países buscan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, muchos ven potencial en sus bosques y granjas. El sector de uso de la tierra, que incluye la agricultura y la silvicultura, contribuye a aproximadamente el 25 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre que están contribuyendo al cambio climático. Al mismo tiempo, la vegetación, tanto natural como agrícola, absorbe el CO2 de la atmósfera y puede almacenarlo en la biomasa y el suelo.

“El sector del uso de la tierra es clave para la mitigación exitosa del cambio climático –afirma el investigador del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, por sus siglas en inglés), Stefan Frank, quien dirigió el estudio. “Pero proporcionar una cantidad cada vez mayor de biomasa para la producción de energía para sustituir los combustibles fósiles y al mismo tiempo reducir las emisiones del sector de uso de la tierra, por ejemplo, a través de un impuesto al carbono, también podría tener el efecto de elevar los precios de los alimentos y reducir la disponibilidad de alimentos”.

En el estudio, Frank y sus colegas exploraron los impactos de las políticas de mitigación climática sobre los precios de los alimentos. Examinaron los impactos potenciales de la acción global, representada por un impuesto sobre el carbono, y las políticas regionales y nacionales.

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