Gates y los intereses detrás de las soluciones falsas al cambio climático
En la visión de Bill Gates, la tecnología está destinada a arreglar todos los problemas de nuestro planeta y recientemente se ha añadido el cambio climático a la lista. Pero esta es la misma mentalidad que nos ha llevado a la etapa devastadora en la que nos encontramos actualmente, mientras que lo único que se mejora exponencialmente son los ingresos de las empresas que se aprovechan vendiendo estas propias tecnologías. Es necesario salir de esta histeria technofix para recuperar una visión holística basada en verdaderos agricultores, en alimentos sanos y nutritivos, y en un modelo agroecológico que no impacte el clima sino que, por el contrario, ayude a mitigarlo. Ninguna hamburguesa falsa podriá hacer esto. El último informe de Navdanya International, «Bill Gates & his Fake solutions to Climate Change (Bill Gates y sus falsas soluciones al cambio climático)», detalla los motivos por los que Bill y Melinda Gates intentan centrar el debate en tecnologías milagrosas y los verdaderos intereses que se esconden tras su propaganda.
Aunque las numerosas inversiones de Gates están aparentemente justificadas por una noble causa humanitaria y medioambiental, el informe muestra que en realidad le permiten imponer su estrategia tecnosolucionista mediante una influencia directa sobre todo tipo de protagonistas del desarrollo mundial.
Pero este juego de lucro multimillonario y asociaciones empresariales es aún más claro en uno de los fondos de inversión más destacados de Gates: Breakthrough Energy Ventures. Las empresas financiadas por Breakthrough están llenas de ex ejecutivos de DuPont, Monsanto, PepsiCo y Microsoft, lo que revela cómo las mismas compañías que provocaron nuestra crisis medioambiental y de salud nos venden ahora soluciones igualmente arriesgadas para los problemas que crearon en un principio.
El informe destaca una de estas supuestas «soluciones» técnicas a través del ejemplo de los alimentos sintéticos, que pretenden sustituir los productos animales por ingredientes altamente procesados, generalmente a través de la biología sintética. Los multimillonarios están invirtiendo mucho en este creciente sector: Solamente Gates ha invertido 50 millones de dólares en la principal empresa, Impossible Foods, y financia activamente a varias otras. La alimentación sintética se anuncia como una solución al cambio climático y a la degradación del medio ambiente, pero en realidad, la alimentación sintética tiene una huella de carbono siete veces mayor que las proteínas vegetales menos procesadas. La carne de origen celular también emite más gases de efecto invernadero que algunos productos de origen animal e incluso investigaciones recientes sugieren que, a largo plazo, su impacto medioambiental podría ser mayor que el del ganado. Lejos de acabar con el cambio climático o el hambre en el mundo, la comida falsa sigue dependiendo de un modelo agrícola industrial, basado en monocultivos, pesticidas tóxicos y transgénicos, que está destruyendo nuestros ecosistemas y amenazando nuestra salud. El informe también muestra cómo el patentamiento de estas tecnologías de producción de alimentos artificiales se ha convertido en un instrumento para la generación de lucro de las empresas y los multimillonarios, desplazando el poder de los agricultores hacia las empresas de biotecnología, mientras se ignoran por completo las soluciones que ofrece el movimiento de la agricultura regenerativa.
Estas innovaciones tecnológicas, que se ofrecen como las únicas soluciones a los problemas del mundo, garantizan una mayor concentración de modelos industriales fracasados, desviando la atención de los profundos cambios sistémicos que se necesitan para abordar las crisis a las que nos enfrentamos actualmente. No necesitamos seguir por el camino que ya está destruyendo nuestra salud y biodiversidad. En su lugar, tenemos la oportunidad de fomentar realmente un enfoque ecológico de la alimentación y la agricultura que pueda proporcionar una solución de largo plazo al cambio climático, además de asegurar la soberanía alimentaria. Diversas comunidades locales ya están haciendo la transición hacia esta vía ecológica y democrática, reclamando las semillas, los alimentos y el conocimiento como bienes comunes, al tiempo que tienen muy en cuenta la red de biodiversidad para proteger la Tierra y la salud humana. El informe pide el apoyo a esta transición y el rechazo de las falsas alternativas propuestas por los filantrocapitalistas y sus socios empresariales.
Translation kindly provided by Carla Ramos Cortés
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