Cultivo en pastos: el innovador sistema “no matar, no labrar” desarrollado por agricultores australiano

La agricultura regenerativa es una revolución agrícola global que ha tenido una rápida aceptación e interés en todo el mundo. Hace cinco años, casi nadie había oído hablar de ella. Ahora aparece en las noticias casi todos los días. Esta revolución agrícola ha sido liderada por agricultores innovadores en lugar de científicos, investigadores y gobiernos. Se está aplicando a todos los sectores agrícolas, incluidos el cultivo, el pastoreo y la horticultura perenne.

En artículos anteriores hemos descrito cómo la agricultura regenerativa maximiza la fotosíntesis de las plantas para capturar el dióxido de carbono de la atmósfera y aumentar la materia orgánica del suelo. La materia orgánica del suelo es un buen indicador de la salud del suelo, ya que es importante para mejorar la fertilidad y la captura de agua en los suelos, mejorando así la productividad y la rentabilidad en la agricultura.

Muchos agricultores regenerativos siembran sus campos con mezclas de plantas solo para capturar dióxido de carbono y mejorar los niveles de materia orgánica del suelo. Estos se denominan cultivos de cobertura y son distintos de los cultivos comerciales. El cultivo de cobertura aumenta la fertilidad del suelo. El cultivo comercial genera ingresos.

Cultivo de pastos: el sistema “no matar, no labrar”

Australia tiene muchos agricultores regenerativos innovadores. Los dos agricultores que les presentamos a continuación son pioneros de un sistema de cultivo de cobertura llamado cultivo de pastos (CCPP) o pasture cropping. Bajo este método, el cultivo comercial se planta en pastos perennes en lugar de sobre el suelo desnudo. No es necesario arar las especies de pastos como las malezas o matarlas con herbicidas antes de plantar el cultivo comercial. El pasto perenne se convierte en un cultivo de cobertura.

Esta técnica fue desarrollada por primera vez por Colin Seis en Nueva Gales del Sur, Australia, y se basa en el sólido principio ecológico de que las plantas anuales crecen en sistemas perennes. La clave es adaptar este principio al sistema de gestión apropiado para los cultivos comerciales y el clima específicos.

Primero se pasta o se corta el pasto para asegurarse que esté  muy corto. Esto agrega materia orgánica en forma de estiércol, pasto cortado y raíces al suelo de manera que aumenta su fertilidad y se reduce la competencia de raíces del pasto. El cultivo comercial, por ejemplo la avena, se planta directamente en el pasto.

Aquí está la descripción del propio Colin Seis del cultivo en pastos:

Imagen cortesía de Colin Seis

“Una cosecha de avena de 20 hectáreas (50 acres) que se sembró y cosechó en 2003. . . El rendimiento de este cultivo fue de 4,3 toneladas / hectárea. Este rendimiento es al menos igual al promedio del distrito, donde se utilizan métodos de cultivo que alteran el suelo por completo”. 

“Este beneficio no incluye el valor del pastoreo adicional. En Winona, la granja de Colin Seis, cuesta entre 50 y 60 dólares por hectárea porque los pastos se pastan hasta el momento de la siembra. Cuando se usan prácticas de cultivo tradicionales en las que se utilizan métodos de preparación del suelo y control de malezas durante períodos de cuatro a hasta seis meses antes de sembrar el cultivo, no se puede lograr un pastoreo de calidad”.

“También se aprendió que sembrar un cultivo de esta manera estimulaba a las plántulas de pasto perenne a crecer en número y diversidad, de manera que se conseguía más toneladas / hectárea de crecimiento vegetal. Esto produce más alimento para ganado después de la cosecha y elimina totalmente la necesidad de volver a sembrar pastos en las áreas cultivadas. Los métodos de cultivo utilizados en el pasado requieren que se elimine toda la vegetación antes de sembrar el cultivo y mientras el cultivo está creciendo”.

Imagen cortesía de Colin Seis

“Desde el punto de vista económico de la granja, hay un enorme potencial de generar buenos ingresos porque el costo de cultivar de esta manera es una fracción del del cultivo convencional. El beneficio adicional en el caso de una granja mixta es que se logra hasta seis meses más de pastoreo con este método en comparación con la pérdida de pastoreo debido a la preparación del suelo y el control de malezas requerido en los métodos de cultivo tradicionales. Como regla general, un principio subyacente del éxito de este método es el 100% de cobertura del suelo el 100% del tiempo”.

 

Otros beneficios son más difíciles de cuantificar, como la gran mejora en el número de plantas perennes y la diversidad de los pastos después del cultivo. Esto significa que no hay necesidad de volver a sembrar pastos, que pueden costar más de 150 dólares por hectárea, y considerablemente más si se utilizan contratistas para el establecimiento de los pastos.

Estudios independientes en Winona sobre el cultivo de pastos realizados por el Departamento de Tierras y Agua han encontrado que el cultivo de pastos es un 27% más rentable que la agricultura convencional; esto va unido a grandes beneficios medioambientales que mejorarán el suelo y regenerarán nuestros paisajes.

El cultivo de pastos es una de las mejores formas de aumentar la materia orgánica del suelo. Los campos están cubiertos de hojas fotosintetizadoras durante todo el año, que capturan CO2, y que son enterradas profundamente en el suelo por las raíces de los cultivos de cobertura perennes. La Dra. Christine Jones ha realizado una investigación en la propiedad de Colin Seis que muestra que se secuestraron 168,5 toneladas de CO2 por hectárea (170.000 libras / acre) en el transcurso de diez años. La tasa de secuestro en 2009-2010 fue de 33 toneladas de CO2 por hectárea por año.

Esta gran adición de materia orgánica del suelo ha estimulado el microbioma del suelo para que libere los minerales encerrados en el material del suelo ya existente, aumentando drásticamente la fertilidad del suelo. Los siguientes aumentos en la fertilidad de los minerales del suelo se han producido en diez años con solo la adición de una pequeña cantidad de fósforo:

Una comparación de suelos entre la granja de Colin Seis (Winona) y una finca cercana muestra niveles de carbono del suelo significativamente mejores en áreas que han sido cultivadas con pastos. 10 cm = 4 pulgadas. Imagen cortesía de la Dra. Christine Jones.

Calcio 277%

Magnesio 138%

Potasio 146%

Azufre 157%

Fósforo 151%

Zinc 186%

Hierro 122%

Cobre 202%

Boro 156%

Molibdeno 151%

Cobalto 179%

Selenio 117%

 

 

 

El sistema Soil Kee 

Un excelente ejemplo del desarrollo del cultivo en pastos / “no matar, no labrar” es Soil Kee, diseñado por Neils Olsen.

Primero, la cobertura del suelo / pastos se pasta o se cubre con mantillo para reducir la competencia de raíces y luz. Luego, Soil Kee rompe la masa de raíces, levanta y airea el suelo, cubre la cubierta del suelo / pastos en franjas estrechas y planta semillas, todo con una alteración mínima del suelo. Las semillas de los cultivos de cobertura / comerciales se plantan y simultáneamente se alimentan con un nutriente orgánico como el guano. Cuanto más rápido germina y crece la semilla, mayor es el rendimiento. Es fundamental llevar la biología y la nutrición a la semilla en el momento de la germinación y eliminar la competencia de las raíces.

Un pastizal perenne unos días después del Soil Kee se usó para romper la masa de raíces y plantar las semillas del cultivo de cobertura.

Un pastizal perenne unos días después del Soil Kee se usó para romper la masa de raíces y plantar las semillas del cultivo de cobertura.

El cultivo de pastos es excelente para aumentar la materia orgánica del suelo / el carbono del suelo. A Neils Olsen le pagaron por secuestrar 11 toneladas de CO2 por hectárea (11.000 libras / acre) por año, bajo el Programa de Agricultura de Carbono del gobierno australiano en 2019. En 2020, le pagaron por 13 toneladas de CO2 por hectárea (13.000 por acre) por año. Es el primer agricultor del mundo al que se le paga por secuestrar carbono del suelo bajo un sistema regulado por el gobierno. 

 

Niels Olsen con un cultivo de cobertura multiespecie para el ganado a base de leguminosas, pastos y cereales. Esta mezcla crece con fuerza a mediados de invierno. Se pueden plantar cereales, legumbres y otros cultivos comerciales en los pastos y así producir cultivos comerciales de alto valor.

Los sistemas agrícolas regenerativos, como los cultivos de cobertura y los pastizales, están cambiando radicalmente el enfoque convencional del manejo de malezas. Han demostrado que la creencia de que cualquier planta que no sea nuestro cultivo comercial es una maleza y necesita ser destruida ya no es correcta. El hecho es que la diversidad vegetal genera resiliencia y aumenta los rendimientos, no al revés. La clave es desarrollar sistemas de manejo que cambien la competencia de otras plantas en mutualismo y simbiosis que beneficien al cultivo comercial.

 

Los cultivos de cobertura de múltiples especies producen más biomasa y nutrientes que los monocultivos de una sola especie. En el ejemplo del sistema Soil Kee, la cantidad de alimento para ganado que se consigue es más del doble de los pastos perennes o anuales habituales en el distrito.

 

Se están desarrollando variaciones de estos sistemas todo el tiempo y se están utilizando con mucho éxito en la horticultura, el pastoreo y la agricultura a gran escala. Para citar a Colin Seis, “como regla general, un principio subyacente del éxito de este método es el 100% de cobertura del suelo el 100% de las veces”.

 

Andre Leu es el Director Internacional de Regeneration International

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