Primer Congreso Mexicano de Agroecología: frente común para revertir los efectos nocivos del modelo agroindustrial

Del 12 al 17 de mayo de 2019 se celebró en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, el Primer Congreso Mexicano de Agroecología.

En el encuentro participaron más de mil personas integrantes de las comunidades campesina, académica, estudiantil, activista y de diversas organizaciones nacionales e internacionales, entre ellas Regeneration International.

La principal premisa que fungió como hilo transversal del Congreso fue la necesidad de que la academia se sume a los procesos agroecológicos de base ya existentes, que se una con un sentido social y colaborativo y que su contenido nazca desde las necesidades de las propias comunidades y esté a su servicio.

Cabe destacar que los organizadores principales de este Congreso fueron la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) y el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), instituciones que desde 2018 trabajan de manera cercana, firmando convenios de colaboración que apuntan a reforzar este intercambio de saberes y conocimientos entre comunidad y academia.

En la apertura del Congreso se hizo un repaso de la génesis y la historia de la agroecología en México: se habló de las comunidades campesinas como guardianes de la agrobiodiversidad y responsables de la subsistencia de muchas de las semillas y plantas que desde tiempos prehispánicos existen y perduran hasta nuestros tiempos. Con una mirada que fue recorriendo la historia y la memoria de la agroecología, se hizo énfasis en la necesidad de construir un futuro conjunto partiendo de la base del gran potencial que tiene México en técnicas agroecológicas y la importancia de organizarse en un frente común para presentar propuestas que alimenten políticas públicas estatales y nacionales beneficiosas para la comunidad en general; que creen resiliencia y puedan revertir los efectos nocivos del modelo agroindustrial en la calidad de la alimentación y la pérdida de la soberanía alimentaria, la degradación de ecosistemas, la pérdida de suelos, la contaminación de agua y aire, el cambio climático y las migraciones forzadas.

En la integración del programa y la heterogeneidad de la asistencia quedó de manifiesto la necesidad de conciliar las múltiples perspectivas que existen sobre la agroecología en México, en particular la mirada maya que de generación en generación ha apostado por una construcción de saberes y resistencia; así como la académica, simbolizada en México en la figura del maestro Xocolotzi.

Con este objetivo, en el programa se integraron por diferentes mesas: soberanía alimentaria, experiencias internacionales en agroecología y el buen vivir, mercados y tianguis, estrategias de producción agroecológicas, sistemas agroforestales, salvopastoriles y manejo de fauna, sistema milpa, huertos familiares, manejo de plagas, política pública y gobernanza, suelos y semillas, mujeres, agroecología y feminismos, el maíz bajo asedio, agua y suelo, semillas y resiliencia, escuelas campesinas, entre otros temas.

El acto de clausura se realizó en el Teatro Zebadúa, en el centro de San Cristóbal de las Casas. En la mesa de cierre participaron como ponentes el Dr. Víctor Suárez Carrera, Subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Dr. Crispim Moreira, representante de FAO en México, y el Dr. Luis García Barrios, Director de la región Sureste de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología.

En un auditorio lleno, donde no faltaron las interpelaciones entre público y autoridades acerca de la capacidad real de cambio propuesto por la cuarta transformación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quedó de manifiesto que la agroecología debe ser parte de la transformación real de la República y que esto ocurrirá en la medida en que una sociedad  fuerte y organizada proponga los cambios necesarios para que las políticas públicas que el gobierno implemente integren a la agroecología como una parte sustancial del cambio.