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Día Mundial de las Abejas: sin polinización no hay vida

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El día 20 de mayo se celebra el día mundial de las abejas. Las abejas cumplen, como los demás polinizadores, un rol fundamental en hacer posible la vida en nuestro planeta.

Sin polinización no hay vida

Es sabido que el 75 por ciento de los cultivos del mundo dependen de los polinizadores. Sin ellos, la mayoría de los frutos, flores y semillas que conocemos no existirían. Tampoco podríamos ser testigos de una diversidad como la que todavía podemos disfrutar,  a pesar de los grandes daños que los seres humanos hemos causado en los paisajes y ecosistemas. El servicio ecosistémico derivado de la polinización que las abejas y otros polinizadores llevan a cabo es inconmensurable.

Existen aproximadamente unas veintemil especies de abejas silvestres polinizadoras repartidas por todo el mundo -a excepción de Antártica- y aproximadamente unas mil ochocientas habitan en México, lo que posiciona a este país en el segundo lugar mundial en términos de cantidad de abejas silvestres, después de los Estados Unidos 1.

Las prácticas de apicultura con abejas “domesticadas” varían de región en región y son tan diversas como las de las abejas sin aguijón de México y Guatemala como la de los Gurung, recolectores de miel alucinógena del Himalaya.

No todas las abejas, sin embargo, son melíferas. De las veinte mil especies de abejas silvestres mencionadas, muchas de ellas son solitarias o gregarias y de hecho no producen miel, sino que recolectan polen y néctar para su progenie.

La vida amenazada

La vida de los polinizadores en general, y de las apis mellifera en particular, que es la especie más conocida por los seres humanos por darnos miel, polen, propóleo y otros derivados de la colmena, está bajo amenaza.

El deterioro de la apicultura está directamente relacionado con las prácticas agrícolas degenerativas.

La agricultura industrial que lleva a  la pérdida de hábitats por deforestación, la práctica de  monocultivos que atentan contra la biodiversidad, el uso de pesticidas y la crisis climática derivada en gran medida de estos factores está afectando su supervivencia. Un fenómeno que es cada vez más común es el síndrome de colapso de las colmenas, que vulnera tanto a abejas melíferas como silvestres, pero que es aún más notorio en el caso de las primeras.

Para los apicultores, la evidencia del colapso es visible al abrir un cajón: son colmenas con cada vez menos población, deshabitadas, como si se hubiera producido en ellas un gran exilio. Es posible ver también a las abejas obreras, en particular a aquellas que desempeñan el rol de pecoreadoras, regresar a la entrada de la colmena – la piquera- perdidas y desorientadas,caminando en círculos,  en algunos casos hasta confundiendo su casa.

En el polen y en las propias colmenas se encuentran cada vez más rastros de pesticidas, en particular de neonicotinoides,que actúan afectando el sistema nervioso central de los insectos y causan esta desorientación.

Las abejas se contaminan directamente de estos pesticidas y sus sistema inmunológico se debilita, haciéndolas más susceptibles a patógenos como ácaros, bacterias, hongos y virus, que si bien siempre han existido, crecen en cantidades alarmantes.

Continúa leyendo para saber más acerca de la miel adulterada, el rol de China y las acciones que podemos tomar para defender a los polinizadores

¿Miel real o adulterada?

Junto con el café y el aceite de oliva, la miel es uno de los productos alimenticios que más se adulteran en el mundo. Los apicultores en México que practican una apicultura natural y regenerativa, respetando los ciclos del organismo colmena y sus etapas vitales, se ven enfrentados por una caída feroz en el precio de la miel producto de la comercialización de mieles adulteradas, lo que provoca una competencia desleal y un derrumbe del precio de la miel tanto en el mercado interno como de exportación, que afecta particularmente a quienes practican la apicultura de acuerdo a prácticas agroecológicas y regenerativas. La miel adulterada se elabora a partir de jarabes hechos con maíz y caña.

Esta “miel”(el entrecomillado obedece a que dista mucho de ser una miel) carece de los nutrientes y propiedades de la miel real, alta en minerales, vitaminas y oligoelementos, con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antisépticas y calmantes.

Detrás de esta adulteración de la miel -en México y en todo el mundo- se encuentra implicado directamente China. Según la FAO, en los últimos quince años China ha aumentado en un 88 por ciento la producción de miel debido al aumento de la demanda externa, pero el número de colmenas en China en el mismo periodo solo aumentó un 21 por ciento.[1]  Es llamativo el gran aumento de la producción de miel y el mucho más modesto aumento en la cantidad de colmenas.

El etiquetado de la miel es muchas veces poco transparente. Salvo que entre sus componentes aparezca escrito glucosa o jarabe de fructosa, aditivos utilizados para estirar la miel, evitar que se solidifique y producir mayor cantidad,  estirando su rendimiento,  es difícil reconocer el proceso de adulteramiento  a simple vista y sin realizar un test de calidad.

Otra forma de adulterar la miel y confundir al consumidor es mezclar diferentes tipos de miel (distintos en su procedencia, no en su floración)  y no especificar su origen, o directamente mentir acerca del origen real.

Existen sin embargo algunas pruebas caseras que pueden ayudar: si pones la miel en una cuchara o sobre tu dedo y ésta se escurre, entonces seguramente estará adulterada. Si la colocas en un vaso con agua y se diluye, también, la miel real debería irse al fondo del vaso. Con el pasar del tiempo, la miel real se cristalizará y no permanecerá líquida, razón de más para comprobar que ha sido adulterada.

La solución empieza al entender y actuar en consecuencia

En primer lugar, hay que entender que la miel es un producto caro. Lo es por todo el esfuerzo y dedicación que implica producir miel de una manera honesta y regenerativa para el apicultor, pero lo es aún más en realidad, por todo el esfuerzo que implica para la abeja producir miel.

En promedio, para producir un kilo de miel se necesitará del trabajo de unas dos mil quinientas abejas. Cada abeja deberá realizar aproximadamente unos 60 kilómetros diarios de vuelos para encontrar flores para pecorear y lo hará durante unos veintiún días, libando néctar de unas seiscientas flores.

Es importante comprender las dimensiones de este esfuerzo y energía y entender que comprar un kilo de miel por un dólar es absurdo. El precio de la miel en México y en otras partes del mundo ha disminuido, y esto es debido a la proliferación de mieles adulteradas, como analizamos antes.  Comprar miel directamente de productores locales, de colectivos de apicultores o mieles certificadas y entender que el precio que se paga es directamente proporciaonal al beneficio real en términos nutritivos de esa miel y que de esa manera se apoya al apicultor que lleva a cabo prácticas apícolas justas y regenerativas es clave.

Deben promoverse también regulaciones más estrictas no solamente en lo que respecta al etiquetado, sino también al control de calidad y la trazabilidad de la miel a través de su polen.

Es fundamental también ser conscientes del impacto que tiene el uso de pesticidas sobre las abejas y apoyar campañas que apuntan a su prohibición, generando un impacto positivo para la conservación y recreacioón de ecosistemas para las abejas y otros polinizadores.

Los invitamos a seguir explorando sobre este tema. Podrán encontrar más acciones concretas en la información a continuación de la campaña Ponte Abeja, una iniciativa de la Asociación de Consumidores Orgánicos.

1 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0960982220315967

Ercilia Sahores es la directora de América Latina de RI. Para suscribirse al boletín de RI haga clic aquí.

World Bee Day: No Pollination, No Life

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On May 20 we celebrate World Bee Day. Bees, like other pollinators, play a key role in making life possible on our planet.

Without pollination there is no life

It is known that 75 percent of the world’s crops depend on pollinators; without them, most of the fruits, flowers, and seeds that we know would not exist. Without pollinators, we would not witness the diversity we still enjoy today, despite the great damage that humans have caused to landscapes and ecosystems. The ecosystem service provided by bee pollination and other pollinators is crucial and immeasurable.

There are approximately 20,000 species of pollinating wild bees distributed throughout the world —except for Antarctica—and approximately 1,800 of these species live in Mexico, the second country with the largest diversity of bees in the world after the United States 1.

Beekeeping practices with “domesticated” bees are very diverse and vary from region to region: from stingless bees in Mexico and Guatemala to the practices of the Gurung, collectors of hallucinogenic honey from the Himalayas.

Pollinators’ life under threat

Pollinators in general, and Apis mellifera in particular, which is the best known bee species for giving us honey, pollen, propolis and other by-products, are under threat.

The deterioration of bee colonies is directly related to degenerative agricultural practices.

Industrial agriculture leads to loss of habitat due to deforestation, monocultures that threaten biodiversity, and the use of pesticides. On top of this, stressors caused by the climate crisis are also greatly affecting bee colonies’ survival. A phenomenon that is becoming more and more common is Colony Collapse Disorder (CCD). Although we usually hear about the effect of CCD on domestic honey bees, CCD is also devastating wild bee populations.

For beekeepers, the evidence of collapse is easily visible when they open the beehive box: hives have less and less population or are even uninhabited, as if bees had fled. It is also possible to see worker bees return to the entrance of the hive lost and disoriented, walking in circles, in some cases not even recognizing their own hive.

More and more traces of pesticides are found in pollen and in the hives themselves, in particular neonicotinoids, which affect the central nervous system of the insects and cause disorientation.

Bees are directly poisoned by these pesticides and their immune systems weaken, making them more susceptible to pathogens such as mites, bacteria, fungi and viruses which, even though they have always existed, are now growing in alarming numbers.

Real or adulterated honey?

Along with coffee and olive oil, honey is one of the most adulterated food products in the world. Beekeepers in Mexico who practice natural and regenerative beekeeping, respecting the cycles of the hive organism and its vital stages, are affected by a drastic drop in honey prices as a result of the commercialization of adulterated honeys. This causes unfair competition and a collapse in the price of honey both in the domestic and export markets, and it particularly affects those who practice agroecological and regenerative beekeeping. Adulterated honey is made from corn and cane syrups.

This “honey” (we use quotation marks because it is far from being honey) lacks the nutrients and properties of real honey, which is high in minerals, vitamins and trace elements, and has antibacterial, anti-inflammatory, antiseptic and soothing properties.

China is directly involved in adulteration of honey in Mexico and around the world. According to FAO, in the last fifteen years, China has increased honey production by 88% due to an increase in external demand. However, the number of hives in China for the same period only increased by 21%. The large increase in honey production and the comparably much more modest increase in the number of hives is striking.

Honey labelling is often not very transparent. Unless its ingredients include glucose or high fructose syrup, additives used to increase its volume, prevent it from solidifying and increase production, it is difficult to recognize the adulteration process with the naked eye and without performing a quality test. 

Another way to adulterate the honey and confuse the consumer is to mix different types of honey (different in their origin, not in their flowering) and not specify its source, or directly lie about the real origin.

There are, however, some home tests that can help: 

  • If you put the honey on a spoon or on your finger and it runs off, then it is definitely adulterated.
  • If you put the honey in a glass of water and it dilutes, it is most likely adulterated. Real honey would go to the bottom of the glass.
  • With the passage of time, real honey will crystallize and will not remain liquid. This is a key indicator of whether or not it has been adulterated.

The solution: awareness and acting consciously

First of all, you have to understand that real honey is expensive. The high price tag reflects the effort and dedication that the beekeeper has to put in to produce honey in an honest and regenerative way, but in fact, it should be even more expensive if we consider all the effort the bee puts into producing honey.

On average, to produce a kilo of honey requires the work of about 2,500 bees. Each bee will have to fly up to 60 kilometers a day to find suitable flowers and will do so for around twenty-one days, sucking nectar from six hundred flowers.

When you understand all that goes into honey production, it becomes clear that buying a kilo of honey for a dollar is nonsense. The price of honey in Mexico and in other parts of the world has decreased due to the proliferation of adulterated honeys, as we mentioned before. It is crucial to buy honey directly from local producers and beekeepers, or buy certified honeys, understanding that the price you pay is directly proportional to its nutritional value and that it supports the beekeeper who practices fair and regenerative beekeeping.

Stricter regulations should also be promoted not only in terms of labelling, but also quality control and traceability of honey through its pollen.

It is also essential to be aware of the impact that the use of pesticides has on bees and to support campaigns to ban them, facilitating the conservation and restoration of ecosystems for bees and other pollinators.

We invite you to continue exploring this topic. You can find more concrete actions on the Save the Bees Campaign, an initiative of the Organic Consumers Association.

1 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0960982220315967

Ercilia Sahores is the Latin America Director of RI. To sign up for RI’s email newsletter, click here.

‘A Poor Man’s Rainforest’: Why We Need to Stop Treating Soil like Dirt

Hidden under our feet is a miniature landscape made up of tunnels, caves and decaying matter. Soil is where a quarter of the species on our planet are believed to live and in this dark, quiet, damp world, death feeds life. Rotting leaves, fruits, plants and organisms are folded into the soil and burped out as something new.

Good soil structure provides many nooks and crannies that house organisms, which, in turn, create an environment that suits them, directly altering – and improving – the structure of soil. Like a collective of tiny chemists, they keep soils healthy and productive by passing nutrients between them, either by collaborating or killing each other.

Complex food webs move nutrients around the system, generating healthy soils that provide goods and services for humanity. Goods include food, fibre and clean water. Services include regulation of the carbon and nitrogen cycles, nutrient recycling, water storage, regulation of disease and detoxification of pollutants.

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La biodiversidad de los suelos es fundamental para alimentar al planeta

Los suelos son una de las principales reservas mundiales de biodiversidad y albergan más del 25 % de la diversidad biológica del planeta. Estos microorganismos nos alimentan, nos protegen del cambio climático y hasta de las enfermedades.

En el marco del Día Mundial del Suelo, celebrado el pasado 5 de diciembre, la FAO pide una gestión sostenible de estos ecosistemas, así como su inclusión entre las prioridades de los países.

Los organismos del suelo desempeñan una función esencial para impulsar la producción de alimentos, mejorar las dietas nutritivas, preservar la salud humana, recuperar los lugares contaminados y combatir el cambio climático, pero su contribución permanece en su mayor parte subestimada, señala un nuevo informe publicado este sábado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El estudio afirma que a pesar de que la pérdida de biodiversidad figura entre las principales preocupaciones mundiales, no se otorga a la biodiversidad subterránea la importancia que merece, y debe tenerse plenamente en cuenta al planificar las intervenciones para el desarrollo sostenible.

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Plant Biodiversity Suffers Without Livestock Grazing, Says Expert

On the back of a recent European Commission-funded report which called for nuance in the livestock vs environment debate, EURACTIV took a look at the importance of EU grasslands and the role of livestock in maintaining them.

The report, published in October, comes amidst increasing debates over the role of livestock and the sustainability of the agricultural sector.

Although it does not shy away from pointing out the significant contribution of the livestock sector to environmental issues, the report highlights that the debate over meat is not a clear cut one, stressing the need to avoid “oversimplification”.

“The study invites the reader to avoid oversimplification of the debate around the livestock sector and its impact,” the executive summary of the report reads, concluding that it is not possible to consider livestock as a whole.

“Livestock plays a key role in land use that can be either positive or negative at local and global level,” it adds.

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Organización comunitaria y solidaridad para la conservación de un ecosistema estratégico en Colombia

Por Ana Prada

A Mario Bonilla lo conocí en 2013, cuando realizaba una investigación sobre modelos de economía campesina y solidaria en Iberoamérica, de entrada, me llamó la atención su contundencia al hablar y su arraigo por los saberes y prácticas campesinas. Desde 2017, Mario ha enfocado su experiencia y conocimiento en el proyecto autónomo “Conservación de la Cuenca del Río Cusiana”, por medio de la autogestión, la solidaridad y la educación ambiental busca proteger un ecosistema estratégico.

El proyecto busca conservar los 271 kilómetros que ocupa la Cuenca desde su nacimiento en el páramo de Siscunsí, municipio de Sogamoso, hasta que se encuentra con el río Meta en municipio de Maní, Casanare. Se ha convertido en una iniciativa esperanzadora de mitigación y adaptar el cambio climático y conservación de nuestra biodiversidad pese a los esfuerzos del gobierno vigente de centrarse en la explotación de recursos naturales.

Mario, es un activista colombiano que ha dedicado su vida a la defensa de los derechos campesinos y de los territorios, es también, el director de la Confederación Agrosolidaria, una organización social que articula procesos locales de soberanía alimentaria y conservación de los ecosistemas, promoviendo el diálogo solidario entre campesinos y citadinos.

La Cuenca del Río Cusiana, un paraíso de biodiversidad

La Cuenca del Río Cusiana se conecta con la Gran Cuenca del Río Orinoco, la segunda más importante en el Sur América, después del Río Amazonas. Dos departamentos y diez municipios tienen lugar en la Cuenca. Por el departamento de Casanare están Recetor, Chameza, Tauramena, Yopal, Maní y Agua Azul; Por el departamento de Boyacá los municipios de Aquitania, Labranza Grande, Pajarito y Sogamoso.

Fuente: La cobertura de la Cuenca del Río Cusiana Página web del proyecto. https://www.agrosolidaria.org/

Los alrededores de la Cuenca son el hogar de aproximadamente 600.000 personas y de 5 ecosistemas estratégicos, como son el bosque alto andino, bosque de niebla, pie de monte llanero, sabana inundable y sabana no indudable.

Recordemos que Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, pues contiene el 10% de la biodiversidad del planeta.

Las prácticas que tienen en riesgo la existencia de la Cuenca 

Es reciente el poblamiento de los alrededores de la Cuenca, hace tan solo 100 años comenzaron a llegar colonos que descendían desde la porción boyacense de las montañas andinas hacia los llanos del Casanare.

Como ha sucedido en gran parte del territorio colombiano, la concentración de tierras por parte de latifundistas ha motivado la apertura de la frontera agrícola liderada por familias campesinas, que han traído consigo sus saberes y formas de relacionamiento con la tierra y la naturaleza, construyendo nuevas formas de habitar y de territorializar los territorios, algunos de ellos con prácticas sustentables, otras no tanto.

Para el caso de la Cuenca del Río Cusiana, las primeras familias en llegar desarrollaron prácticas poco sustentables, como la ganadería extensiva y la potrerización de los suelos, especialmente en zonas de ladera, sumada a la deforestación causando serios daños a los suelos.

Actualmente, en alrededor de la Cuenca habita la tercera generación de pobladores qué pese a su arraigo por el territorio, continúan implementando prácticas que contribuyen a la degradación de los suelos y el daño de los ecosistemas. Sin embargo, el principal riesgo socioambiental para el territorio lo representan los grandes proyectos hidroeléctricos y la costumbre de conductores de tractomulas de parar a las orillas del río a limpiar sus vehículos con el agua del río.

La aprobación de proyectos extractivistas en el territorio sería un genocidio ambiental, causando perdidas de biodiversidad irrecuperables.

El majestuoso Río Cusiana Fuente: Página web del proyecto. https://www.agrosolidaria.org/

La autogestión y la solidaridad para la conservación

El proyecto Conservación de la Cuenca del Río Cusiana involucra a actores locales, nacionales e internacionales para adquirir áreas de conservación, 3000 hectáreas cercanas a la Cuenca para la consolidación de una Reserva Natural de la Sociedad Civil (RNSC) administrados por familias y comunidades locales, con planes de manejo para la conservación del bosque.

En Colombia, las Reservas Naturales de la Sociedad Civil se reconocen con la ley 99 de 1993, se entiende como el área que conserva un ecosistema natural, bajo principios de sustentabilidad en el uso de los recursos naturales, las RNSC se gestionan por organizaciones sin ánimo de lucro.

El proyecto contempla la compra común de fincas para la conservación para el desarrollo de RNSC y se complementa con un plan de educación ambiental con poblaciones locales, especialmente pensado para que los jóvenes desarrollen prácticas ambientales sustentables en el territorio.

Asimismo, el proyecto busca realizar incidencia con tomadores de decisiones locales como las Corporaciones Autónomas Regionales, para invitarlos a apoyar la conservación de los ecosistemas locales, en lugar de otorgar licencias a proyectos que generan daños irreparables en el largo plazo, al fragmentar el tejido social y destruir los ecosistemas con la promesa de desarrollo.

Actualmente, están vinculados al proyecto 133 asociados, 7 de ellos hacen como colectivos y organizaciones sin ánimo de lucro y 126 personas naturales. La proyección en el futuro es que el proyecto se convierta en un modelo de autogestión comunitaria de conservación de ecosistemas estratégicos, en el que familias y comunidades locales planean conjuntamente y actúan para el cuidado del territorio.

 

Cómo puedes vincularte al proyecto.

Desde cualquier lugar del mundo puedes apoyar el proyecto Conservación de la Cuenca del Río Cusiana, mediante de inversiones Ecosolidarias, con una donación de $105.000 pesos colombianos o 32 dólares puedes contribuir a la conservación de 300mts2, por cada $35.000 pesos colombianos donados o $12 dólares es posible conservar 100 metros2.

Para obtener más información sobre el proyecto te puedes poner en contacto con Mario escribiendo a contacto@agrosolidaria.org también puedes visitar la página web del proyecto:  https://www.agrosolidaria.org/index.php/cusiana

También, puedes compartir esta historia con tu comunidad, tu familia, tus amigos, este es el momento de la tierra y del territorio, los cambios estructurales que necesitamos comienzan con pequeñas acciones locales conectadas, con personas que como Mario son capaces de soñar y unirse con otros para materializar formas de vida más sustentables y solidarias.

En 3Colibrís estamos abiertos a escuchar, compartir y acompañar experiencias como el proyecto Conservación de la Cuenca del Río Cusiana que contribuyen a garantizar el derecho a la alimentación desde la perspectiva de la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria a la vez que contribuyen a la conservación de los ecosistemas.

¡Todos podemos ser actores de cambio, las acciones locales cuentan mucho!

Ana Prada es la fundadora de 3Colibrís y administradora de empresas y socióloga de la Universidad Javeriana de Bogotá, Becaria del Entrenamiento Internacional en Diálogo y Mediación de la Universidad de Uppsala y el Curso Internacional de Sistemas Alimentarios de la Universidad de Wageningen. Trabajó para Caritas Colombiana en relación con la implementación del “artículo uno” de los Acuerdos de Paz. Ha trabajado en proyectos para PNUD, UNFAO, UE y la Fundación Suyusama.

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La agroecología para hacer frente a la crisis sanitaria, económica y social

El gran poder financiero transnacional concentrado, que ha manipulado y lo continúa haciendo a una gran parte de la opinión pública de América Latina y el Caribe, utilizando presión y herramientas mediáticas, para instalar agendas, corrompiendo a una gran parte del poder político y judicial en diversos países para su propio beneficio. Atacando y poniendo en peligro incipientes democracias asfixiadas por el endeudamiento externo, destruyendo la salud y la educación pública, vulnerándose los derechos humanos y al contrario favoreciendo la expansión de la agricultura hegemónica con agrotóxicos y OGM, la Megaminería a cielo abierto y destrucción de los mares con la pesca industrial. provocando el despoblamiento de las zonas rurales. Poniendo en riesgo la soberanía alimentaria de los Pueblos.

Como consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales en sometimiento al imperio por los gobiernos locales, nuestros países no cuentan con sistemas de salud adecuado, centros de investigación y una infraestructura que permita una mejor respuesta a un evento de la magnitud como la que estamos viviendo hoy con el CODVID 19.

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Alimentar a los pueblos y no a los negocios: una mirada colectiva

El sonido ambiente al otro lado del teléfono hace que me olvide por un rato del Coronavirus y el aislamiento para situarme mentalmente en las afueras de Saladillo, provincia de Buenos Aires. Desde ahí, Andrea y Gabriel (con vacas, pájaros y el viento a través de los árboles sonando de fondo) se pasan la palabra para empezar hablando de La Bonita, la chacra de 14 hectáreas a la que llegaron hace 25 años, y donde hoy siguen viviendo y produciendo: “tenemos un tambo de vacas donde se ordeña, y con esa leche hacemos quesos. Esa es nuestra principal actividad, aunque hay otras, menores en cuanto a la superficie que ocupan. Tenemos una huerta con algunas plantas aromáticas y con verduras que consumimos y vendemos. También tenemos frutales con los que hacemos dulces. Pero hoy la principal actividad de venta es la de los quesos”.

Se presentan como ingenierxs agrónomxs, productorxs y docentes de una escuela agropecuaria, y no escatiman palabras ni ejemplos para definir qué significa para ellos la agroecología: “llegamos acá buscando una forma de vida distinta; un lugar donde vivir y donde producir, porque no concebimos la idea de vivir fuera de donde estamos produciendo, y eso tiene que ver mucho con la concepción de agroecología. 

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Animal Viruses Are Jumping to Humans. Forest Loss Makes It Easier

The destruction of forests into fragmented patches is increasing the likelihood that viruses and other pathogens will jump from wild animals to humans, according to a study from Stanford University published this month.

The research, which focused on contact between humans and primates in western Uganda, holds lessons for a world reeling from the coronavirus outbreak and searching for strategies to prevent the next global pandemic.

“Covid has taught us that once a pandemic starts, it’s very hard to control,” said Laura Bloomfield, a doctoral candidate at Stanford and the study’s lead author. “If we can decrease the potential for people to come into contact with wild animals, that is one way to decrease the likelihood of having recurrent pandemics.”

In Uganda, a rapidly growing population means more people are carving out patches of forest land to feed their families.

Humans have already claimed more than a third of the Earth’s land for agricultural use.

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Vandana Shiva sobre el coronavirus: de los bosques a nuestras granjas, a nuestro microbioma intestinal

La acivista, filósofa y escritora india repasa en este exhaustivo artículo las causas y consecuencias de la explotación de la biodiversidad como responsable de las enfermedades. Llama a entender la salud de manera interconectada y cree que estamos ante un cambio de paradigma, de la era mecanicista e industrial a la era de una civilización basada en la conciencia planetaria. La manipulación de animales y plantas. La lección de los seres vivos: la diversidad, la integridad y la auto-organización. Los sistemas que crean salud, y los que propagan enfermedades. Las alertas sobre el glifosato y la despreocupación de la OMS sobre este tema. El Cartel Venenoso como un junto de empresas que enferman (como Bayer, Dow, Syngenta, Big Pharma) y se benefician de ello. El enfoque holístico, y la agroecología: «La agricultura ecológica libre de productos químicos debe ser parte del rejuvenecimiento de la salud pública». Los costos globales de la atención médica debido a enfermedades relacionadas con el sistema alimentario. La necesidad de una ciencia independiente. Y la idea de «desglobalizar» el sistema alimentario: «La emergencia de salud nos está obligando a desglobalizar. Podemos hacerlo cuando hay una voluntad política. Hagamos que esta desglobalización sea permanente. Hagamos una transición a la localización».

 

Somos una familia de la Tierra en un planeta, saludable en nuestra diversidad e interconexión. La salud del planeta y nuestra salud no es separable.

Como nos recordó el Dr. King: “Estamos atrapados en una red ineludible de mutualidad, atados en una sola prenda de destino. Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente.»

Podemos vincularnos en todo el mundo a través de la propagación de enfermedades como el coronavirus cuando invadimos los hogares de otras especies o cuando manipulamos plantas y animales para obtener ganancias comerciales y codicia y propagamos monocultivos. O podemos estar conectados a través de la salud y el bienestar para todos mediante la protección de la diversidad de los ecosistemas y la protección de la biodiversidad, la integridad y la autoorganización (autopoiisis) de todos los seres vivos, incluidos los humanos.

Se están creando nuevas enfermedades porque un modelo de agricultura y alimentación globalizado, industrializado e ineficiente, está invadiendo el hábitat ecológico de otras especies y manipulando animales y plantas sin respetar su integridad y su salud. La ilusión de la tierra y sus seres como materia prima para ser explotada con fines de lucro está creando un mundo conectado a través de la enfermedad.

La emergencia de salud que el coronavirus nos está despertando está relacionada con la emergencia de extinción y desaparición de especies, y está relacionada con la emergencia climática. Todas las emergencias tienen su origen en una visión mundial mecanicista, militarista y antropocéntrica de los humanos como algo separado de y superior a otros seres que podemos poseer, manipular y controlar. También se basa en un modelo económico basado en la ilusión de crecimiento ilimitado y codicia ilimitada que viola sistemáticamente los límites planetarios y la integridad del ecosistema y las especies.

A medida que se destruyen los bosques, a medida que nuestras granjas se convierten en monocultivos industriales para producir productos tóxicos, nutricionalmente vacíos, y nuestras dietas se degradan a través del procesamiento industrial con productos químicos sintéticos y la ingeniería genética en los laboratorios, nos conectamos a través de enfermedades, en lugar de estar conectados a través de la biodiversidad dentro y fuera de nosotros, a través de un continuo de salud a través y en la biodiversidad.

La emergencia de salud requiere un enfoque de sistemas basado en la interconexión

Con la emergencia de salud engendrada por el virus corona, debemos observar los sistemas que propagan enfermedades y los sistemas que crean salud en un enfoque holístico de sistemas.

Un enfoque de sistemas para el cuidado de la salud en tiempos de la crisis de la corona abordaría no solo el virus, sino también cómo se están propagando nuevas epidemias a medida que invadimos los hogares de otros seres. También debe abordar las condiciones de co-morbilidad relacionadas con enfermedades crónicas no transmisibles que se están extendiendo debido a sistemas alimentarios industriales no sostenibles, anti naturaleza, insalubres.

Como escribimos en el manifiesto Food For Health de la Comisión Internacional sobre el Futuro de los Alimentos, debemos descartar “políticas y prácticas que conduzcan a la degradación física y moral del sistema alimentario mientras destruyen nuestra salud y ponen en peligro la estabilidad ecológica del planeta, poniendo en peligro la supervivencia biogenética de la vida en el planeta «.

Ahora debemos desglobalizar el sistema alimentario que está impulsando el cambio climático, la desaparición de especies y una emergencia de salud sistémica.

Los sistemas alimentarios globalizados e industrializados propagan enfermedades. Los monocultivos propagan enfermedades. La deforestación está propagando enfermedades.

La emergencia de salud nos está obligando a desglobalizar. Podemos hacerlo cuando hay una voluntad política. Hagamos que esta desglobalización sea permanente. Hagamos una transición a la localización.

La localización de la agricultura y los sistemas alimentarios biodiversos hacen crecer la salud y reducen la huella ecológica. La localización deja espacio para que prosperen diversas especies, diversas culturas y diversas economías vivas locales.

La riqueza de la biodiversidad en nuestros bosques, nuestras granjas, nuestros alimentos, nuestro microbioma intestinal hacen que el planeta, sus diversas especies, incluidos los humanos, sean más saludables y resistentes a las plagas y enfermedades.

La Tierra es para todos los seres, proteger los derechos de la Madre Tierra es un imperativo de salud

La invasión de los bosques y la violación de la integridad de las especies está propagando nuevas enfermedades.

En los últimos 50 años, han surgido 300 nuevos patógenos a medida que destruimos el hábitat de las especies y las manipulamos para obtener ganancias.

Según la OMS, el virus del Ébola se trasladó de animales salvajes a humanos. El virus se transmite a las personas de animales salvajes y se propaga en la población humana a través de la transmisión de persona a persona. Como informa el Nuevo Internacionalista: “Desde 2014-16, una epidemia de ébola sin precedentes mató a más de 11,000 personas en África occidental. Ahora los científicos han relacionado el brote con la rápida deforestación «.

El profesor John E. Fa de la Universidad Metropolitana de Manchester, investigador asociado senior del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), también alerta: «Las enfermedades emergentes dicen que están relacionadas con alteraciones ambientales causadas por humanos. Los humanos están en mucho más contacto con los animales cuando abres un bosque… Tienes un equilibrio de animales, virus y bacterias y lo alteras cuando abres un bosque».

La enfermedad del bosque de Kyasanur (KFD) es un virus altamente patógeno que se propaga de los monos a los humanos a través de garrapatas infectadas por virus, ya que la deforestación redujo el hábitat forestal de los monos. “El virus KFD es un patógeno que ha existido durante mucho tiempo como parte de un ecosistema establecido en Kanara del Sur. La modificación humana de ese ecosistema a través de la deforestación causó la aparición epidémica de la enfermedad» (link a la fuente).

El Coronavius ​​también ha venido de los murciélagos. Como dice Sonia Shah «cuando talamos los bosques en los que viven los murciélagos, no solo se van, sino que vienen y viven en los árboles de nuestros patios y granjas».

El profesor Dennis Carroll de Cornell reconoce que, a medida que penetramos más profundamente en las ecozonas que no habíamos ocupado antes, creamos el potencial de propagación de la infección.

La enfermedad de las «vacas locas» o la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), es una enfermedad infecciosa causada por proteínas deformadas llamadas «priones» que afectan el cerebro del ganado.

Las vacas fueron infectadas por la enfermedad de las vacas locas cuando fueron alimentadas con carne de vacas infectadas muertas. Cuando la carne de vaca de vacas infectadas fue alimentada a humanos, se infectaron con la ECJ. El prión es un agente autoinfeccioso, no un virus o bacteria. Esto ilustra que cuando los animales son manipulados y se viola su integridad y derecho a la salud, nuevas enfermedades pueden surgir (Link a la fuente).

La resistencia a los antibióticos está creciendo en los humanos debido al uso intensivo de productos químicos en las granjas industriales. Los marcadores de resistencia a los antibióticos en los OGM también podrían estar contribuyendo a la resistencia a los antibióticos. La transferencia horizontal de genes a través de especies es un fenómeno científicamente conocido. Es por eso que tenemos ciencia de la bioseguridad y regulaciones de bioseguridad como el protocolo de Cartagena del Convenio sobre Biodiversidad y las leyes nacionales para la bioseguridad.

Las enfermedades se trasladan de los animales no humanos al animal humano a medida que destruimos el hábitat y los hogares de las especies silvestres, violamos la integridad de las especies al manipular animales en granjas industriales y manipular genéticamente las plantas mediante ingeniería genética con promotores virales y marcadores de resistencia antibióticos .

La ilusión de que las plantas y los animales son máquinas para fabricar materias primas que se convierten en combustibles para nuestros cuerpos, que también son máquinas, ha creado el paradigma de la agricultura industrial y la alimentación que está en la raíz de la explosión de enfermedades crónicas en nuestros tiempos.

Un sistema alimentario tóxico, industrializado y globalizado está provocando una explosión de enfermedades crónicas no transmisibles.

En las últimas décadas, las enfermedades crónicas no transmisibles se están extendiendo exponencialmente y matando a millones de personas. Los sistemas alimentarios industriales y tóxicos son los principales contribuyentes a las enfermedades crónicas (Link a fuente).

Casi 10 millones de personas mueren de cáncer anualmente. Cada sexta muerte en el mundo se debe al cáncer (Link a fuente).

El cáncer es la segunda causa de muerte (Link a fuente).

La diabetes, un trastorno metabólico relacionado con la dieta, es la séptima causa principal de muerte. 1.7 millones de personas mueren anualmente debido a complicaciones de diabetes que conducen a ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores (Link a fuente).

Los riesgos de enfermedades infecciosas como el virus corona aumentan muchas veces cuando se combinan con la comorbilidad de enfermedades crónicas.

La tasa de mortalidad del coronavirus es de 1.6%.

Si uno tiene problemas cardíacos, aumenta a 13.2%.

Con diabetes, aumenta a 9.2%.

Con cáncer es 7.6%.

Los gobiernos deben tomar a la OMS tan en serio sobre el cáncer como lo han hecho en la epidemia de coronavirus.

El IARC de la OMS ha identificado el glifosato fabricado por Bayer / Monsanto como un probable carcinógeno. Este consejo debe tomarse en serio. El ataque corporativo a IARC está contribuyendo a la emergencia de salud. Debe ser detenido.

Se han presentado miles de casos de cáncer relacionados con el glifosato en los tribunales estadounidenses. En los casos de Johnson Edwin Hardeman, Alva y Alberta Pilliod, los tribunales han fallado a favor de las víctimas del cáncer.

Los gobiernos deben prohibir los productos químicos que causan daños. Y deben responsabilizar al Cartel del Veneno y responder por el daño que han hecho.

Mi viaje por la agricultura comenzó con el genocidio de Bhopal, que mató a miles cuando se filtró una planta de pesticidas propiedad de Union Carbide. Union Carbide es ahora Dow, que se ha fusionado con Dupont.

El Cartel Venenoso que ha creado enfermedades tóxicas al impulsar la agricultura industrializada globalizada también es Big Pharma. Difunden la enfermedad y se benefician de ella.

Bayer es una compañía farmacéutica y un químico agroquímico que vende pesticidas tóxicos.

Syngenta es una compañía de tóxicos y como Novartis vende productos farmacéuticos.

Big Pharma está utilizando la emergencia de salud para expandir sus mercados y ganancias (Link a fuente).

Ese dinero debe ir la protección que los gobiernos le dan al Cartel de Veneno. En su lugar, los gobiernos a todos los niveles deben trabajar con los ciudadanos y las comunidades para promover la salud de las personas con la misma fuerza con la que han actuado en Corona.

Necesitamos eliminar del sistema alimentario los productos químicos que han creado un desastre para la salud.

Los gobiernos deben seguir los consejos de la ONU y la OMS sobre todos los temas relacionados con la salud con el mismo entusiasmo que han demostrado con el coronavirus.

El manifiesto Food from Health sintetiza los altos costos de las nuevas enfermedades crónicas que han crecido exponencialmente en las últimas dos décadas de la propagación de alimentos industriales y la agricultura a través de la globalización.

Ya en 2012, un estudio cuantificó el impacto en la salud y los costos relacionados con el daño resultante de la exposición a 133 pesticidas aplicados en 24 países europeos en 2003, lo que equivale a casi el 50% de la masa total de pesticidas aplicados en ese año. Según esta encuesta, solo 13 sustancias, aplicadas a 3 clases de cultivos (uvas / vides, árboles frutales, vegetales) contribuyeron al 90% de los impactos generales en la salud debido a una pérdida de aproximadamente 2000 años de vida (corregido por discapacidad) en Europa cada año, correspondiente a un costo económico anual de 78 millones de euros. En 2012, se publicó una encuesta que evaluó los costos de la intoxicación aguda por pesticidas en el estado de Paraná, Brasil, y concluyó que el costo total de la intoxicación aguda por pesticidas asciende a $ 149 millones cada año.

Se calcula que en la década de 1990 en los Estados Unidos, los costos ambientales y de salud pública resultantes del uso de pesticidas ascendieron a 8.100 millones de dólares cada año. Por lo tanto, se gastan 4 mil millones de dólares cada año para el consumo de pesticidas en este país, lo que significa que por 1 dólar gastado en la compra de estas sustancias gastan 2 en costos subcontratados. Otro estudio publicado en 2005 estimó que en los EE.UU. los costos de las enfermedades crónicas por envenenamiento por pesticidas ascendieron a 1.100 millones de dólares, de los cuales alrededor del 80% para el cáncer. Se ha calculado que en Filipinas la transición de uno a dos tratamientos para el cultivo de arroz dio como resultado una ganancia adicional de 492 pesos, pero costos adicionales de salud de 765 pesos. con una pérdida neta de 273 pesos. En Tailandia se ha estimado que los costos externalizados de los pesticidas pueden variar anualmente de 18 a 241 millones de dólares276. En Brasil, los únicos costos por daños a la salud de los trabajadores empleados en cultivos de frijol y maíz representan el 25% de las ganancias277.

Para obtener datos más recientes y más cercanos a la realidad europea, podemos recordar un trabajo reciente realizado para evaluar la carga de las enfermedades y los costos relacionados con la exposición a disruptores endocrinos en Europa: un panel de expertos evaluó con «gran probabilidad» que cada año en Europa se pierden 13 millones de puntos de coeficiente intelectual (IQ) por exposición prenatal a organofosforados y que hay 59.300 casos adicionales de discapacidad intelectual278. Dado que se estima que cada punto de CI perdido por la exposición prenatal al mercurio tiene un valor aproximado de 17,000 euros, las cuentas también se pueden hacer pronto para la exposición al organofosforado.

Las consecuencias para la salud de la modernidad desadaptada, impulsada por los sistemas alimentarios comerciales, se están experimentando actualmente en proporciones epidémicas en todo el mundo. Además de la muerte prematura y la discapacidad prolongada, las enfermedades que resultan de dietas nutricionalmente pobres están obligando a las personas a buscar atención médica costosa, que a menudo es financieramente inasequible. Los sistemas comerciales de atención médica se benefician de estas epidemias modernas, al ofrecer pruebas y tratamientos intensivos en tecnología y de alto costo para los trastornos de salud que podrían y deberían haberse prevenido fácilmente mediante una buena nutrición y un ambiente saludable. La fusión de Bayer y Monsanto implica que las mismas corporaciones que venden los productos químicos que causan enfermedades también venden productos farmacéuticos como remedios para las enfermedades que han causado.

Los costos globales de la atención médica debido a enfermedades relacionadas con el sistema alimentario son

-Obesidad $ 1.2 billones para 2025

-El costo global de solo diabetes en 2015 se estimó en US $ 1,31 billones. En Italia, cada paciente que padece diabetes actualmente cuesta 2589 euros al año para el Sistema Nacional de Salud, y las terapias relacionadas con la diabetes le cuestan al Sistema Nacional de Salud italiano alrededor del 9% del presupuesto, o alrededor de 8.26 mil millones de euros281. En África, 35 millones de personas, el doble del número actual, se verán afectadas por la diabetes en los próximos 20 años. Para 2030, la diabetes costará $ 1.5 billones 282

-Infecciones por AMR $ 1 billón para 2050

-Cáncer $ 2.5 billones

– Los costos de la exposición a disruptores endocrinos solo en Europa son de $ 209 mil millones anuales; los costos de exposición a disruptores endocrinos en los EE. UU. son de $ 340 mil millones

– Una nueva investigación encuentra que el costo anual del autismo se ha más que triplicado a $ 126 mil millones en los Estados Unidos. El autismo alcanzó los £ 34 mil millones en el Reino Unido y es el problema de salud más costoso286

– El aumento de la infertilidad ha llevado a una nueva industria de la fertilidad que costará US $ 21 mil millones para 2020 «

Y son el planeta y las personas quienes soportan la carga de la enfermedad.

La salud es un derecho, la regulación es una cuestión de vida o muerte: fortalecer la bioseguridad y la regulación de la salud, defender el principio de precaución y garantizar la responsabilidad corporativa es el deber del gobierno

Como muestra la crisis actual, la regulación es un asunto de vida o muerte. Y el principio de precaución es más vital que nunca. No debe abandonarse con la falsa afirmación de que «el tiempo es nuestro mayor enemigo» y cualquier manipulación de organismos vivos debe apresurarse para su introducción en el medio ambiente con poca o ninguna prueba (Link a fuente).

Hay un intento de socavar el principio de precaución a través de acuerdos de libre comercio como el llamado «mini-acuerdo» sobre comercio de los Estados Unidos y la Unión Europea. Según los negociadores de comercio de Estados Unidos, el secretario de agricultura Sonny Perdue y los intereses agrícolas estadounidenses, el principio de precaución debe ir y ahora es el momento de finalmente acabar con el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE.

Los gobiernos deben garantizar que las evaluaciones de Bioseguridad e Inocuidad de los Alimentos no se vean influenciadas por la industria que se beneficia de la manipulación de organismos vivos y suprime la evidencia científica de daños. La evidencia de tal manipulación de la investigación y el ataque a los científicos y la ciencia por parte de la industria se presentó en el Tribunal de Monsanto y la Asamblea Popular en La Haya en 2016.

El daño causado a la salud de las personas por la manipulación corporativa de la investigación ahora está probado.

Necesitamos fortalecer la investigación independiente sobre Bioseguridad, Seguridad Alimentaria, Seguridad Saludable, epidemiología y ecología de la salud.

Los gobiernos deben fortalecer de inmediato la regulación de la bioseguridad y la salud. El intento global de desregulación de las regulaciones de seguridad y bioseguridad alimentaria debe detenerse. La edición de genes tiene impactos impredecibles y los nuevos OGM basados ​​en la edición de genes deben regularse como un organismo genéticamente modificado (OGM) porque El genoma ha sido modificado, y necesitamos evaluar y conocer el impacto en la salud de la manipulación a nivel genético.

Deben detenerse los nuevos intentos de impulsos genéticos para manipular genéticamente a los organismos para llevarlos a la extinción para evitar crímenes contra la naturaleza y crear nuevas enfermedades desconocidas a través de impactos no intencionados.

Con coronavirus, los gobiernos están demostrando que pueden tomar medidas para proteger la salud de las personas cuando tienen la voluntad.

Ahora es el momento de que tomen todos los pasos necesarios para detener todas las actividades que comprometen nuestra salud al comprometer los procesos metabólicos que regulan nuestra salud. Los mismos sistemas también causan daño a la biodiversidad del planeta, la capacidad de autorregulación de la Tierra que causa estragos climáticos.

La crisis de la corona y la respuesta a la crisis deben convertirse en la base para detener los procesos que degeneran nuestra salud y la salud del planeta y el proceso de inicio que regenera ambos.

Sabemos que la agricultura industrial y los sistemas alimentarios industrializados globalizados basados ​​en combustibles fósiles y productos químicos tóxicos derivados de los combustibles fósiles están contribuyendo a la extinción de especies, el cambio climático y la catástrofe de enfermedades crónicas.

Sabemos que la agricultura orgánica regenerativa basada en la biodiversidad puede abordar las tres crisis.

Es hora de que los gobiernos dejen de usar nuestro dinero de impuestos para subsidiar y promover un sistema alimentario que está enfermando al planeta y a las personas.

Las corporaciones deben ser responsables por el daño que han hecho y evitar que sigan siendo libres de hacer más daño al socavar la ciencia y la investigación independientes, que es la única fuente de conocimiento real sobre el daño a la salud.

La crisis también brinda a las personas la oportunidad de ver cómo las corporaciones han socavado nuestra salud.

La emergencia de salud ha demostrado que el derecho a la salud es un derecho fundamental, la salud es un bien común y un bien público, y el gobierno tiene el deber de proteger la salud pública. Es por eso que la privatización y la corporativización de la salud deberían detenerse, y los sistemas de atención de salud pública deberían protegerse y fortalecerse donde existan, y crearse donde no existan.

Rejuvenecer la ciencia de la vida y la vida saludable: descolonizando nuestros sistemas de conocimiento y sistemas de salud:

El camino hacia un planeta sano y personas sanas es claro.

La economía basada en un crecimiento ilimitado está generando un apetito ilimitado para colonizar la tierra y los bosques, destruyendo los hogares de otras especies y pueblos indígenas. El Amazonas está siendo quemado por OMG para la alimentación animal. Las selvas tropicales de Indonesia están siendo destruidas por el aceite de palma en Indonesia

La enfermedad está siendo creada por la demanda ilimitada de recursos para una economía globalizada basada en un crecimiento ilimitado. Una economía de la avaricia está violando los Derechos de la Madre Tierra y la integridad de su ser diverso, que son la base de One Health.

La salud para todos comienza se basa en la protección de la tierra, sus procesos ecológicos y el espacio ecológico y la integridad ecológica de la vida en la tierra, incluidos los humanos.

Necesitamos pasar de un paradigma mecanicista y militarista de agricultura basada en químicos de guerra a Agroecología Regenerativa, una agricultura para la Biodiversidad basada en la vida y trabajar con una naturaleza viva, no participar en una guerra contra la tierra y sus diversas especies. la agricultura es cuidado y gratitud, de devolver a la tierra, la ley del retorno o la ley de dar, creando economías circulares que curan la tierra y nuestros cuerpos.

Los sistemas indígenas de atención médica han sido criminalizados por la colonización y la industria farmacéutica.

Necesitamos pasar de un paradigma reduccionista, mecanicista y militarista basado en la separación y colonización de la Tierra, otras especies y nuestros cuerpos, que han contribuido a la crisis de salud a sistemas como el Ayurveda, la ciencia de la vida, que reconoce que somos Como parte de la red de vida de la Tierra, nuestros cuerpos son complejos sistemas de vida autoorganizados, que tenemos el potencial de estar sanos o enfermos dependiendo de nuestro medio ambiente y los alimentos que cultivamos y comemos. La salud depende de una alimentación saludable (Annam Sarva Aushadhi – La buena alimentación es la medicina para todas las enfermedades). Un intestino sano es un ecosistema y es la base de la salud. La salud es armonía y equilibrio.

(Annam: Alimentación y Salud, Navdanya)

Los sistemas de salud y los sistemas de conocimiento indígenas que se basan en la interconexión deben ser reconocidos y rejuvenecidos en tiempos de emergencia de salud que enfrentamos.

La salud es un continuo, desde el suelo, hasta las plantas, hasta nuestro microbioma intestinal.

Si bien la agricultura industrializada globalizada que está destruyendo los bosques y la biodiversidad de nuestras granjas se justifica como Alimentar al mundo, el 80% de los alimentos que comemos proviene de pequeñas granjas. Las granjas de monocultivo producen productos, no alimentos.

La agricultura industrializada globalizada es un sistema que crea hambre y enfermedades. Ha propagado enfermedades relacionadas con los tóxicos y está destruyendo las pequeñas granjas que nos alimentan atrapando a los agricultores en deuda y llevándolos al suicidio.

Esta enfermedad que crea un sistema alimentario poco saludable está subsidiada por nuestro dinero de impuestos, primero al proporcionar subsidios para la producción y distribución, y luego hacer que las personas paguen los altos costos de la atención médica.

Si agregamos los subsidios y las externalidades de salud de los sistemas alimentarios industriales y globalizados, nos damos cuenta de que ni el planeta ni las personas pueden continuar soportando la carga de esta enfermedad creando un sistema alimentario industrializado y globalizado.

La agricultura ecológica libre de productos químicos debe ser parte del rejuvenecimiento de la salud pública.

A diferencia de las granjas industriales, las pequeñas cuidan la salud de las personas, especialmente cuando están libres de químicos, orgánicos y de biodiversidad. Deberíamos dirigir todos los fondos públicos para apoyar las granjas agroecológicas y las economías locales como sistemas de salud.

A través de la biodiversidad y la materia orgánica en el suelo, cultivamos más nutrientes por acre, nuestras plantas son más saludables y más resistentes a las enfermedades y plagas. Devolver la materia orgánica al suelo también cura el ciclo roto de carbono y nitrógeno que están impulsando el cambio climático. La curación del planeta y la curación de nuestros cuerpos son procesos interconectados.

Necesitamos la intensificación de la biodiversidad y la reconstrucción de nuestras granjas, no la intensificación química y de capital. La biodiversidad crea culturas y economías de cuidado, incluido el cuidado de la salud de la tierra y las personas. Mientras más biodiversidad conservemos en el planeta, más protegeremos el espacio ecológico para que diversas especies se mantengan y protejamos su integridad para evolucionar en libertad y resiliencia. Todas las especies tienen derecho al espacio ecológico y la libertad de evolucionar, y todos los humanos como parte de la Tierra tienen derecho a acceder a alimentos biodiversos libres de químicos.

Necesitamos proteger la biodiversidad de nuestros bosques, granjas, nuestros alimentos para aumentar la biodiversidad de nuestro intestino, que es la verdadera fuente de salud. Las plantaciones no son bosques, y el cultivo de monocultivos comerciales de árboles o soja transgénica es una amenaza para diversas especies. , culturas diversas y nuestra propia salud.

Los sistemas orgánicos de biodiversidad deben ser centrales para las soluciones de salud pública para la emergencia de salud que estamos presenciando.

La biodiversidad de la mente debe reemplazar los monocultivos de la mente mecanicista que ven la diversidad de la vida como el enemigo a ser exterminado.

El saludo de la India «Namaste» se ha globalizado en tiempos del virus corona. El significado de Namaste no es la separación, sino una unidad más profunda que nos conecta a todos. Namaste significa «Me inclino ante lo divino en ti». Significa una interconexión de que somos parte de un universo sagrado donde todo está impregnado por lo divino para el beneficio de todos, la exclusión de ninguno.

Esta es la conciencia de unidad y unidad que necesitamos cultivar en estos tiempos donde un pequeño virus nos ha conectado en todo el mundo a través de enfermedades y pánico.

No permita que el aislamiento social requerido en una emergencia de salud se convierta en un patrón permanente de separación, destruyendo la cohesión social y comunitaria. No permita que el cierre de los mercados locales y de los agricultores se convierta en un cierre permanente para crear un futuro de agricultura sin agricultores en la visión de Bayer / Monsanto y alimentos falsos que destruyen nuestra salud mientras que los multimillonarios extraen ganancias de la moneda de la vida (Link a fuente).

El futuro depende de nuestra unidad como humanidad en un planeta conectado a través de la biodiversidad y la salud. No permitamos que las precauciones de hoy se cementen en un clima permanente de miedo y aislamiento. Nos necesitamos mutuamente y a la tierra en nuestra rica diversidad y autoorganización para crear resiliencia en tiempos de emergencia y para regenerar la salud y el bienestar en el puesto.

La crisis del coronavirus crea una nueva oportunidad para hacer un cambio de paradigma desde la era mecanicista e industrial de separación, dominación, avaricia y enfermedad, hasta la era de Gaia, de una civilización planetaria basada en la conciencia planetaria de que somos una familia terrestre. Que nuestra salud sea una salud enraizada en la interconexión ecológica, la diversidad, la regeneración, la armonía.

Publicado con permiso de La Vaca