El poder del agave: cómo un revolucionario sistema agroforestal y de pastoreo en México puede ayudar a revertir el calentamiento global

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“El uso de la tierra y las insostenibles emisiones de gases de efecto invernadero están dando un golpe tras otro a los ecosistemas naturales, claves para la lucha contra el cambio climático global.

Y sin grandes reducciones de emisiones y transformaciones en la producción de alimentos y la gestión de la tierra, el mundo no tiene ninguna posibilidad de evitar un calentamiento planetario catastrófico “.

Los agaves, cuyo ejemplar más conocido es el agave azul que se usa para producir tequila, en conjunto con especies fijadoras de nitrógeno a menudo arbustivas, como el mezquite, el huizache, el palo fierro del desierto y las variedades de acacia que crecen fácilmente junto al agave, se encuentran entre las plantas más comunes, prolíficas y, sin embargo, habitualmente denigradas o ignoradas en el mundo. Como señala el científico climático de la India, el Dr. Promode Kant:

“El agave es para las partes más secas del mundo lo que el bambú es para las zonas más húmedas. La captura de CO2 atmosférico de la vegetación está severamente limitada por la disponibilidad de tierra y agua. La mejor opción serían las especies que pueden utilizar tierras no aptas para la producción de alimentos y, sin embargo, acelerar la dinámica del secuestro de carbono.

Hasta un 40% de tierra en el planeta es árida y semiárida, principalmente en los trópicos, pero también en las zonas templadas y frías del norte. En casi la mitad de estas tierras, con una precipitación anual mínima de unos 250 mm y suelos ligeramente refractarios, la valiosa especie de agave crece razonablemente bien ”. (Kant, P. 2010)

Cuando los agaves y los árboles fijadores de nitrógeno son cultivados juntos y densamente intercalados, tienen la capacidad de extraer grandes cantidades de CO2 de la atmósfera y producir más biomasa (y forraje animal fermentado) en la superficie del suelo y en las capas subterráneas de forma continua cada año que cualquier otra especie desértica y semidesértica.

Ideal para climas áridos y cálidos, los agaves y sus árboles compañeros, una vez establecidos, requieren poca o ninguna irrigación para sobrevivir y prosperar. Los agaves solos pueden extraer y almacenar en la superficie del suelo el equivalente en peso seco de 30-60 toneladas de CO2 por hectárea.

Ahora, un nuevo modelo agroforestal y de alimentación de ganado basado en agave y desarrollado en el estado de Guanajuato, México, promete revitalizar la producción ganadera de campesinos y al mismo tiempo almacenar grandes cantidades de carbono atmosférico en la superficie del suelo.

Si estos sistemas de agave / agroforestería son ampliados e implementados en millones de pastizales actualmente degradados y sobrepastoreados, tienen el potencial no solo de mejorar la salud del suelo y el pasto, sino también ayudar a mitigar y potencialmente revertir el cambio climático.

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Emergencia climática 

Como nos advierten los científicos de todo el mundo, los activistas y nuestra propia experiencia cotidiana, nos enfrentamos a una emergencia climática. El “ganar dinero a cualquier precio”, la economía sobrealimentada con combustibles fósiles, junto con la agricultura y las granjas industriales, el uso destructivo de la tierra y el consumismo sin sentido han bombeado al cielo una carga peligrosa de CO2 y contaminación por gases de efecto invernadero, provocando el calentamiento global y el cambio climático violento.

Las prácticas degenerativas de producción de alimentos, agricultura y uso de la tierra han decarbonizado y eliminado gran parte de la vida biológica y la capacidad natural de captura de carbono de nuestros suelos, bosques y ecosistemas.

Esta degradación y desertificación de los paisajes mundiales ha oxidado y liberado miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y ha eliminado gran parte de la biomasa superficial que alguna vez se almacenó en nuestros bosques y paisajes.

Esta degeneración global ha causado la disminución de tanto carbono y vida biológica en nuestros suelos árboles y plantas, que estos sistemas naturales ya no pueden extraer y secuestrar (a través de la fotosíntesis natural) el exceso de CO2 y gases de efecto invernadero en la atmósfera suficientes para mantener el equilibrio necesario entre el CO2 y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera y el carbono almacenado en nuestros suelos, árboles y plantas.

La Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD) estima que las tierras áridas y semiáridas constituyen el 41.3% de la superficie terrestre de la tierra, incluido el 15% de América Latina (la mayor parte de México), el 66% de África, el 40% de Asia, y 24% de Europa.

Los agricultores y pastores en estas áreas enfrentan desafíos tremendos debido al aumento de las sequías, las lluvias irregulares, los suelos degradados, los pastizales sobrepastoreados y la escasez de agua. Muchas de estas áreas están en peligro de degenerar aún más hacia la desertificación, totalmente incapaces de sostener cultivos o ganado.

La mayoría de las tierras áridas del mundo se encuentran en las regiones subdesarrolladas económicamente del Sur Global, aunque también hay millones de acres de tierras áridas en los Estados Unidos, Australia y el sur de Europa. La agricultura, la ganadería y la conservación del ecosistema se están volviendo cada vez más problemáticas en estas tierras áridas, especialmente porque la mayoría de las granjas y ranchos en estas áreas no tienen pozos de riego o acceso a las aguas superficiales durante todo el año.

Los niveles de producción de cultivos y ganado se están deteriorando, los árboles y las plantas perennes generalmente se han eliminado o quemado estacionalmente, y las praderas y pastizales se han sobrepastoreado. Los niveles de pobreza, desempleo y desnutrición en estos paisajes degradados son rampantes y dan lugar a la violencia, el crimen organizado y la migración forzada.

Sin embargo, tenemos una solución que nos llega de México y es aplicable a muchas otras regiones. Siempre y cuando los agricultores y los ganaderos detengan el pastoreo excesivo en los pastizales y eliminen las prácticas de tala y quema, y en lugar de eso se enfoquen en reforestar, revegetar, rehidratar y volver a carbonizar los suelos agotados mediante la implementación de prácticas tradicionales y autóctonas de captación de agua, agrosilvicultura, ganadería y gestión de la tierra junto con agroforestería basada en agave, entonces quizás podamos enverdecer las áreas secas y secuestrar y almacenar grandes cantidades de carbono.

Vía Orgánica

Después de décadas como activista por la alimentación y el clima y oponiéndome a las prácticas pro-transgénicos para la Asociación de Consumidores Orgánicos en los Estados Unidos, ahora paso una buena parte de mi tiempo administrando un rancho orgánico y regenerativo y centro de capacitación, Vía Orgánica, en la zona alta del desierto del Bajío en el centro-norte de México.

El ecosistema semiárido y de temporal (lluvia estacional) y clima en el estado de Guanajuato es similar al de muchas partes de México, y al del 40% del mundo. En nuestro valle, generalmente tenemos 500 milímetros de precipitación en la “temporada de lluvias” (julio-octubre), que enverdece el paisaje, seguido de ocho meses con poca o ninguna lluvia.

En el Rancho Vía Orgánica hemos estado tratando de regenerar nuestro ambiente de alto desierto (1,920 metros de elevación). Para lograrlo hemos desarrollado prácticas agrícolas, ganaderas y de manejo del paisaje que producen alimentos y semillas orgánicas saludables, secuestran carbono en el suelo, preservan nuestro monte o áreas naturales densamente vegetadas, disminuyen la velocidad del agua e infiltran el agua de lluvia (incluida la escorrentía que baja por las montañas y laderas) para recargar nuestra capa freática y reforestan y revegetan nuestros campos de maíz y pastizales todavía algo degradados.

Si observamos nuestro valle de montaña, la flora más prominente son los cactus y los agaves (algunos de los cuales son bastante grandes) junto con cientos de mezquites, huizaches y acacias en forma de arbustos y árboles, espinosos y típicamente de tamaño pequeño.

En Vía Orgánica, igual que la mayoría de los pequeños agricultores y ganaderos en México, irrigamos únicamente con el agua de lluvia que podemos recolectar y almacenar en cisternas, estanques y suelos. De esta manera podemos cultivar nuestros vegetales y cultivos de cobertura, mantener nuestros olivos, moreras, cítricos y granados, y proporcionar agua y forraje para nuestros animales.

El 86% de los agricultores y pastores mexicanos no tienen pozo ni fuente de riego, aparte de la lluvia estacional, y por lo tanto luchan para cultivar sus milpas (maíz, frijoles y calabaza) y criar a sus animales en estos paisajes áridos o semiáridos.

Enverdecer las tierras áridas: un nuevo modelo de agroforestería

Hace unos meses, el Dr. Juan Frías, profesor universitario retirado y científico, se me acercó después de asistir a un taller en nuestro rancho. Mientras discutíamos sobre la agricultura regenerativa, la captura de carbono en el suelo y el cambio climático, Juan me habló de un nuevo sistema de manejo agroforestal y ganadero de tierras áridas (ovejas y cabras), basado en agaves y árboles de mezquite en la comunidad cercana de San Luis de la Paz. Ellos llaman a su sistema agroforestal Modelo Zamarripa.

Estos agricultores están transformando su paisaje y sus medios de vida al plantar, podar e intercalar densamente especies de agaves de crecimiento rápido y de alta producción de biomasa y forraje (1600-2000 por hectárea) entre especies de árboles preexistentes de arraigo profundo fijadores de nitrógeno, como el mezquite, o entre plántulas de árboles.

Cuando los agaves tienen tres años, y durante los siguientes cinco a siete años, los agricultores pueden comenzar a podar las hojas o pencas, cortarlas finamente con una máquina y luego fermentar el agave en contenedores cerrados durante 30 días, idealmente combinando las hojas del agave con un 20% o más de vainas de mezquite por volumen para darles un mayor aporte de proteína. En nuestra región, los árboles de mezquite comienzan a producir vainas que se pueden cosechar a los cinco años.

Para el séptimo año, el mezquite y los agaves han crecido y han creado un bosque bastante denso. En los años octavo a décimo, el tallo de la raíz o piña del agave (que pesa entre 45 y 90 kilos) está listo para la cosecha y producir un licor destilado llamado mezcal. Mientras tanto, los hijuelos o crías de las plantas de agave madre se trasplantan continuamente al sistema agroforestal, lo que garantiza el crecimiento continuo de la biomasa (y el almacenamiento de carbono).

Como parte de su sistema agroforestal o silvopastoril, los agricultores de Zamarripa integran el pastoreo rotativo de ovejas y cabras en su rancho, y complementan el forraje de los pastizales que sus animales consumen con ensilado fermentado. El forraje fermentado también parece proporcionar un excelente ensilaje para otros animales, incluidos el ganado, los cerdos y las gallinas.

La innovación revolucionaria de estos agricultores ha sido convertir las hojas de agave, una fuente de biomasa hasta ahora indigesta pero enorme y accesible, en un valioso alimento para animales, utilizando el proceso natural de fermentación para transformar los compuestos indigeribles de saponina y lectina de las plantas en carbohidratos y fibra digeribles.

Para hacer esto, han desarrollado una máquina relativamente simple, conectada a un tractor, que puede cortar las hojas muy duras del agave. Después de picar el agave, lo fermentan anaeróbicamente en un recipiente cerrado (nosotros usamos baldes de 18 litros con tapa).

Después de 30 días, el producto final fermentado es un ensilaje o forraje para animales nutritivo pero muy económico; producirlo cuesta menos de un peso mexicano (o cinco centavos de dólar) por kilo.

Según el Dr. Frías, las ovejas convierten diez kilos de alimento en un kilo de peso corporal fácilmente. Por menos de 5 centavos por kilo, este forraje puede marcar la diferencia entre la supervivencia y la quiebra para las decenas de millones de pequeños agricultores y pastores del mundo.

Los agaves y el almacenamiento y captura de carbono

El sistema de forestación y silvopastura de las tierras áridas de Zamarripa extrae grandes cantidades de CO2 de la atmósfera. Algunos agrónomos estiman que ciertas variedades de agave pueden producir hasta 43 toneladas por hectárea de biomasa en peso seco por año, de forma continua.

Estas variedades de agave de alta producción de biomasa probablemente prosperarán en muchos de los ecosistemas áridos del mundo, donde sea que esté creciendo cualquier tipo de agave y árboles fijadores de nitrógeno.

Se pueden encontrar especies de agave y árboles compañeros fijadores de nitrógeno como el mezquite en la mayoría de las regiones áridas y semiáridas del mundo. El mezquite crece fácilmente no solo en Texas y el suroeste de los EE. UU., México, América Central, Argentina, Chile y otras naciones latinoamericanas, sino que también “prospera en regiones áridas y semiáridas de América del Norte, África, Medio Oriente, Túnez, Argelia, India, Pakistán, Afganistán, Myanmar (Birmania), Rusia, Hawai, Antillas, Puerto Rico y Australia “.

En Vía Orgánica, en las afueras de San Miguel de Allende, Guanajuato, utilizamos cercas solares móviles en los potreros para nuestras ovejas y cabras con el fin de proteger las plántulas de árboles, evitar el pastoreo excesivo o el pastoreo insuficiente, eliminar los pastos muertos y las especies invasoras, y distribuir las heces y la orina de los animales en el paisaje de manera controlada.

Al mismo tiempo, rotamos y movemos nuestro ganado diariamente y de forma paralela, estamos trasplantando, podando, cortando finamente (con maquinaria) y fermentando (en contenedores cerrados) las pesadas hojas de biomasa o pencas de agave salmiana. Algunas pencas u hojas de agave pueden pesar (mojadas) hasta 40 kilos.

La abundante cosecha de este sistema regenerativo, de alta biomasa y alto secuestro de carbono, incluye no solo forraje nutritivo de muy bajo costo para animales, sino también cordero, queso, leche, aguamiel (savia de agave), pulque (una bebida ligeramente alcohólica) y licor de agave destilado (mezcal). Todos estos productos son producidos orgánicamente sin químicos sintéticos o pesticidas de ningún tipo, a precios asequibles, y generan un exceso de biomasa y fibra de agave disponible para textiles, composta, biocarbón y materiales de construcción.

Un potencial enorme de reducción del carbono atmosférico

Desde la perspectiva de la crisis climática, este sistema agroforestal puede ser transcendental y tener un enorme impacto para mitigar y eventualmente revertir el calentamiento global, especialmente si es implementado a gran escala en las tierras áridas y semiáridas del planeta. Las cuarenta y tres toneladas de biomasa de peso seco sobre el suelo que este sistema produce de forma continua por hectárea por año representa una de las tasas más altas de extracción y almacenamiento de carbono atmosférico en el mundo, además de los bosques sanos.

Imagine el potencial de secuestro de carbono si los agricultores y pastores rurales pueden establecer sistemas agroforestales basados ​​en el agave durante la próxima década en solo el 10% de los cinco mil millones de acres degradados del mundo (500 millones de acres o 202 millones de hectáreas), áreas no aptas para la producción de cultivos pero donde los agaves son adecuados. Los árboles nativos fijadores de nitrógeno (como las variedades de acacia en África) ya están creciendo o podrían crecer.

Siendo conservadores y estimando una tasa de almacenamiento de carbono de biomasa en la superficie del suelo de 10 toneladas de carbono por acre por año en estos 500 millones de acres, (contando tanto el agave como los árboles complementarios, la biomasa superficial y subterránea), podríamos secuestrar acumulativamente cinco mil millones de toneladas de carbono (18 mil millones de gigatoneladas de CO2) de la atmósfera cada año.

Cinco mil millones de toneladas de carbono adicional secuestradas en los suelos y la biota de la Tierra equivalen a casi el 50% de todas las emisiones humanas de gases de efecto invernadero en 2018.

El poder de un sistema agroforestal a base de agave

Un poco más de información sobre los agave y los árboles que fijan nitrógeno como el mezquite, el huizache u otros árboles productores de forraje y alimentos como la moringa puede ser de ayuda para comprender mejor el potencial de este sistema agroforestal / de pastoreo holístico.

Numerosas variedades de agaves (junto con sus parientes de cactus y árboles compañeros fijadores de nitrógeno) crecen en aproximadamente el 20% de las tierras del planeta, esencialmente en la mitad de las tierras secas del mundo donde hay una precipitación anual mínima de aproximadamente 250 mm, donde la temperatura nunca llega a menos de 10 grados centígrados negativos.

El Dr. Promode Kant ha descrito la enorme producción de biomasa y el potencial de almacenamiento de carbono de los agaves en áreas secas:

“El agave puede … usarse para proyectos de secuestro de carbono bajo el MDL [Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo Climático de Kioto] aunque por sí mismo no constituya un cultivo arbóreo y no pueda proporcionar la cobertura mínima requerida de la copa de los árboles para crear un bosque como lo requieren las reglas del MDL.

Sin embargo, si la cobertura de copa mínima requerida se crea plantando un número adecuado de especies de árboles compatibles en plantaciones de agave, entonces el carbono secuestrado en los agaves también será elegible para la medición como biomasa seca en la superficie del suelo y proporcionará unos bonitos créditos de carbono…

No causa ninguna amenaza a la seguridad alimentaria y no demanda agua, que es escasa y, dado que se puede cosechar anualmente después de un corto período inicial de gestación y proporciona muchos productos que tienen mercados existentes, también es adecuada para la erradicación de la pobreza … “

Con más de 200 variedades que crecen en todo el mundo, los agaves pueden prosperar incluso en tierras secas y degradadas no aptas para la producción de cultivos gracias a su metabolismo ácido de las crasuláceas (CAM) (los cactus y otras plantas desérticas similares también tienen un mecanismo CAM ). Este mecanismo permite a estas plantas extraer la humedad del aire y almacenarla en sus hojas gruesas y duras durante la noche. En cambio, durante las horas del día la apertura de sus hojas (los estomas) se cierra, de manera que la evaporación se reduce drásticamente.

Al mismo tiempo, sus raíces relativamente poco profundas se extienden horizontalmente, absorbiendo la humedad y los nutrientes disponibles de la capa superior del suelo, especialmente durante la temporada de lluvias.

Además, su sistema de propagación de hijuelos o retoños (hasta 50 entre algunas variedades) que crecen de sus raíces horizontales hace que el agave sea una planta perenne auto reproductora, capaz de mantener un alto crecimiento de biomasa, y almacenamiento y secuestro de carbono a largo plazo.

Incluso cuando un agave en crecimiento se poda a partir del tercer año (para producir ensilaje fermentado) y toda la planta de agave madura (la piña) se cosecha al final de su vida útil para hacer mezcal, en nuestro caso después de 8-10 años, deja atrás una familia de retoños que realizan fotosíntesis y producen biomasa (hojas y tallo) a una velocidad igual o mayor que la planta madre.

En otras palabras, se puede mantener un nivel muy alto de almacenamiento de carbono sobre la superficie del suelo y secuestro subterráneo (10-17 toneladas de carbono por acre) año tras año. Todo esto se puede lograr sin riego y sin fertilizantes sintéticos o productos químicos, siempre que los agaves se intercalen junto con árboles fijadores de nitrógeno como el mezquite, huizache, moringa u otras especies de tierras secas como las acacias que crecen en áreas áridas o semiáridas.

Los agaves y varios de sus árboles compañeros han sido utilizados como fuente de alimentos, bebidas y fibra por las sociedades indígenas durante cientos, de hecho miles de años (Álvarez-Fuentes et al, 2015). Sin embargo, hasta hace poco los agricultores no habían sido capaces de descubrir cómo utilizar la gran cantidad de biomasa de las hojas del agave que, a menos que estén fermentadas, son básicamente indigestas (llenas de saponinas y lectinas) e incluso dañinas para el ganado.

De hecho, esta es la razón por la cual, además de las espinas y las pieles gruesas de las hojas, los animales generalmente no se las comen, a menos que se mueran de hambre. Según el Dr. Juan Frías, una vez que sus enormes hojas (que contienen 30% de azúcar) se cortan y se fermentan en recipientes cerrados, después de un corto período de ajuste, los animales que pastan (cerdos y aves de corral) engullen este forraje dulce y nutritivo como si fuera caramelo.

El desarrollo de un sistema de especies nativas / agroforestería / ganadería en 5-10 millones de acres (2-4 millones de hectáreas) de tierra no aptos para cultivos alimentarios en un país de gran superficie como México (posee 144 millones de hectáreas de tierras de cultivo y pastizales, gran parte de los cuales están degradados) podría literalmente secuestrar 37-74 % de las emisiones netas actuales de combustibles fósiles del país (las emisiones netas actuales son 492 millones de toneladas de CO2).

Y, por supuesto, donde se implementen estos sistemas de agave / agroforestería / pastoreo holístico, los agricultores y ganaderos también restaurarán la fertilidad y la capacidad de retención de humedad de millones / billones de acres de pastizales y praderas, promoviendo así la autosuficiencia alimenticia y la prosperidad de las áreas rurales.

Aumentar la implementación de las mejores prácticas regenerativas en los miles de millones de hectáreas de tierras de cultivo, pastizales y tierras forestales del mundo, especialmente aquellas tierras degradadas que ya no son aptas para cultivos o pastoreo, junto con la transición de combustibles fósiles a energías renovables, puede tener un papel muy importante para detener y revertir el cambio climático.

 

Datos del secuestro de carbono en la superficie del suelo

 

Ronnie Cummins es el director internacional de Organic Consumers Association (OCA) y miembro de la junta directiva de Regeneration International (RI). Su Nuevo libroGrassroots Rising: A Call to Action on Climate, Farming, Food, and a Green New Deal” saldrá a la venta en febrero de 2020. 

 

Referencias y fuentes
1. HuffPost 8 de agosto, 2019
https://www.huffpost.com/ entry/united-nations-ippc-report-climate-land_n_5d4b872ce4b09e729740d9fb

2. Institute of Green Economy, Could Agave be the Species of Choice for Climate Change Mitigation?
https://www.igrec.in/ could_agave_be_the_species_of_choice_for_climate_change_ mitigation.pdf

3. Facebook, Hacienda Zamarripa https://www.facebook.com/ haciendazamarripa/

4. Institute of Green Economy, Could Agave be the Species of Choice for Climate Change Mitigation?
https://www.igrec.in/ could_agave_be_the_species_of_choice_for_climate_change_ mitigation.pdf

5. Texas Almanac, The Ubiquitous Mesquite
https://texasalmanac.com/topics/environment/ubiquitous-mesquite

6. Institute of Green Economy, Could Agave be the Species of Choice for Climate Change Mitigation?
https://www.igrec.in/ could_agave_be_the_species_of_choice_for_climate_change_mitigation.pdf

Isadora Molina: “En Chile falta comprender al suelo como un ser vivo que tiene muchas funciones, no solo como sustrato”

Hace 30 años, Isidora Molina (35) corría por el campo de sus padrinos las cercanías de Panguipulli, en la Región de Los Ríos. Aunque fue pocas veces, cada vez que visitaba este lugar su tío le enseñaba sobre labores que ejercían en la zona, y la llevaba a recorrer. Así, conoció la agricultura como parte del paisaje y se maravilló, a través de sus conversaciones con los vecinos, con la agricultura familiar o de baja escala.

Actualmente el panorama de Isidora no es muy distinto. Cambió porque ya no es una niña, y es ella misma quien ayuda a guiar a otros sobre el cuidado del suelo y la agricultura en sus propios campos. Loa hace a través de un emprendimiento que fundó hace seis añosÑ Efecto Manada, en el que usa técnicas de pastoreo de animales herbívoros para restablecer la estructura saludable del suelo, y áspid mejorar la productividad del terreno.

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La visión del 2020: una regeneración de año nuevo

Más allá de la contaminación mediática, de la obsesión con la corrupción de Trump y de las interminables distracciones de la temporada navideña, probablemente no tenga que recordarle que el final de la era moderna está por llegar.

Como la mayoría de nosotros ya nos hemos dado cuenta, incluso mientras reprimimos este pensamiento para mantener nuestra cordura, nos estamos acercando rápidamente al “punto de no retorno”, por el cual nuestra emergencia climática del siglo XXI y el colapso social comienzan a transformarse en una catástrofe global.

A pesar de encontrarnos en plena celebración de las navidades con familia y amigos, es difícil evitar pensar en la “emergencia” y los delincuentes climáticos, los políticos condicionados contractualmente y los negadores del clima que nos han arrastrado al precipicio.

Nuestra casa común está “en llamas” como Greta Thunberg nos recuerda. Y como Arundhati Roy lamenta: “cada vez es más difícil comunicar la magnitud de la crisis incluso a nosotros mismos. Una descripción precisa corre el riesgo de sonar como una hipérbole”.

Pero lo que mis aliados y yo en el movimiento de regeneración global queremos decirles es que existe una solución práctica que nos puede sacar de este callejón sin salida donde nos encontramos y que ya está lista para ser implementada: un Nuevo Acuerdo Verde Regenerativo impulsado por la mayor concientización de las bases, un movimiento climático liderado por jóvenes y una revolución en las urnas del 2020.

Hace mucho tiempo que necesitamos una transformación de nuestros sistemas agrícola y de energía que convierta nuestra economía, basada en los combustibles fósiles y emisiones de gases de efecto invernadero, a energías renovables; junto con la implementación generalizada de prácticas orgánicas y regenerativas, revegetación, reforestación, recarbonización y rehidratación de nuestras tierras de cultivo, pastizales y bosques. Todo esto reducirá drásticamente las emisiones globales (en un 50% o más) durante la próxima década, a la vez que captura las emisiones restantes en nuestros suelos, bosques y plantas.

La gran transición a las energías renovables y la conservación radical de la energía, en combinación con el mayor poder de la fotosíntesis y la captura de carbono de los alimentos, la agricultura y el uso de la tierra regenerativos, harán posible alcanzar emisiones netas zero para el 2030. Eso permitirá al mundo cambiar a emisiones netas negativas durante las siguientes décadas, literalmente extrayendo suficiente CO2 de la atmósfera no solo para mitigar sino para revertir el calentamiento global y así restaurar la estabilidad climática, la fertilidad del suelo, los medios de vida rurales y la salud pública.

Un exceso de pesimismo ha nublado nuestra visión colectiva, reforzando los muros que nos dividen, y robándonos el optimismo y la energía positiva que nos dan vida y que necesitamos para llevar a cabo una revolución política.

Tenemos el poder de poner fin a los negocios como siempre. Desde los pequeños negocios de las calles principales de todos los pueblos y ciudades estadounidenses hasta Oriente Medio y más allá, podemos generar el cambio inspirándonos en las tendencias positivas y las mejores prácticas (energía alternativa, alimentación y agricultura orgánicas y regenerativas, restauración de ecosistemas, insurgencia política y acción directa) empleadas en millones de ciudades, pueblos y comunidades rurales alrededor del mundo.

Nosotros, los movimientos de base de todo el mundo, podemos avanzar y resolver la crisis climática y todas las demás crisis interrelacionadas que nos afectan: pobreza, injusticia económica, deterioro de la salud pública, destrucción del medio ambiente, conflicto social, guerra interminable, erosión de la democracia y dominación y control de las élites. Las soluciones regenerativas que necesitamos, de hecho, se manifiestan en este mismo momento, en cada nación, en cada región, señalando la forma de transformar cada aspecto de nuestras vidas.

Las soluciones que necesitamos no están más lejos que el panel solar, el parque eólico, el edificio modernizado, el carril bici, el vehículo eléctrico, el jardín comunitario, el mercado de agricultores, la granja orgánica y el rancho de gestión integral más cercanos. Las soluciones que necesitamos se encuentran en la punta de nuestros tenedores y cuchillos, debajo de los árboles que nos dan sombra, el suelo que captura el carbono debajo de nuestros pies, los dólares de consumidores en nuestras billeteras y nuestra cabina de votación más cercana.

 

Regeneración y el auge de los movimientos de base mundiales

 

En el camino del proselitismo para la producción orgánica y la regeneración, una de las preguntas más frecuentes que me hacen es algo algo así:

“Ronnie, dada la atmósfera política actual y el estado del clima y el planeta, ¿por qué es tan optimista?”

Si en este momento tuviéramos el tiempo y el espacio, me complacería darle una respuesta larga como un libro sobre por qué soy tan optimista. De hecho, acabo de escribir un libro así. Se llama “Grassroots Rising: A Call to Action on Climate, Farming, Food, and a Green New Deal” (El auge de las comunidades de base mundiales: un llamado a la acción sobre el clima, la agricultura, la alimentación y un Nuevo Acuerdo Verde), publicado por la editorial Chelsea Green Publishers. El libro saldrá a la venta el 11 de febrero. (Puede pre-ordenar una copia aquí).

Pero para mayor brevedad, y para que usted y yo podamos volver a nuestra alegría navideña, aquí tiene un resumen de mi visión del 2020, cuatro razones por las que soy optimista de que las cosas están a punto de cambiar:

  1. Un movimiento climático radical liderado por jóvenes, el Movimiento Sunrise, Extinction Rebellion, los Viernes para el Futuro y otros han ayudado a hacer de la emergencia climática un tema de vanguardia, no solo en América del Norte y Europa, sino en todo el mundo.

 

  1. Un socialista radical y democrático, el senador Bernie Sanders, que pide una revolución política y una transformación fundamental del sistema energético, socioeconómico, político y alimentario y agrícola de los EE. UU., bajo la bandera de un Nuevo Acuerdo Verde, tiene una oportunidad real de convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos. Con todo el mundo observando con interés, una Casa Blanca con Bernie Sanders y un nuevo equilibrio de poder en el Congreso, inspirado en un Nuevo Acuerdo Verde, darán impulso a las comunidades de base mundiales.

 

  1. Los alimentos, la agricultura, el uso del suelo regenerativos y la restauración del ecosistema se han convertido de repente en los temas más importantes, emocionantes y comentados en los círculos climáticos, alimentarios y agrícolas. Las personas finalmente están entendiendo lo que los científicos mundiales, el Movimiento Sunrise y el Nuevo Acuerdo verde han estado exigiendo: la necesidad de tanto una transición rápida a energía alternativa como a alimentos y agricultura orgánicos / regenerativos para alcanzar emisiones netas cero para el 2030.

 

  1. Alexandria Ocasio-Cortez, la miembro integrante del Congreso más joven de la historia, y la líder más radical y carismática en los EE. UU. desde los asesinatos de Robert Kennedy y Martin Luther King en 1968, cumplirá 35 años en octubre de 2024, lo que la hace elegible para suceder a Bernie Sanders (si elige servir solo un período) como la primera mujer, y la primera mujer de color, en convertirse en presidenta de los EE. UU.

 

Es cierto que nuestra nueva visión del mundo y nuestro movimiento por un Nuevo Acuerdo Verde Regenerativo aún se encuentran en las primeras etapas de desarrollo. La mayoría de las personas en el mundo nunca ha escuchado la historia completa sobre el poder milagroso del mejoramiento de la fertilidad del suelo, la restauración del ecosistema, el pastoreo holístico y la fotosíntesis de las plantas para extraer suficiente dióxido de carbono de la atmósfera a nuestros suelos y biota para reestabilizar el clima, revertir el calentamiento global, mejorar la calidad de vida de los pequeños agricultores y las comunidades rurales y producir suficientes alimentos de alta calidad para todo el planeta.

Lo que emociona en verdad es ver cómo las personas, especialmente los jóvenes, las mujeres y las comunidades rurales y oprimidas se sienten inspiradas al escuchar sobre el sorprendente potencial de regeneración. Esta es una regeneración que se combina con energía alternativa y justicia ambiental, que nos une a todos en una campaña común por el cambio real. Una revolución que es un llamado activo para la unión y el compromiso entre consumidores, agricultores, activistas, empresas progresistas y funcionarios públicos informados.

Esta década difícil y realmente aterradora ha terminado y para citar al poeta ganador del Premio Nobel de Estados Unidos, Bob Dylan, “Dejémonos de falsedades ahora, se está haciendo tarde”.

 

Únase a nosotros hoy mientras construimos un movimiento para cambiar el mundo.

 

Ronnie Cummins es el director internacional de Organic Consumers Association (OCA) y miembro de la junta directiva de Regeneration International (RI). Su Nuevo libroGrassroots Rising: A Call to Action on Climate, Farming, Food, and a Green New Deal” saldrá a la venta en febrero de 2020. Para mantenerse informado de las noticias y alertas de RI, regístrese aquí.

 

Publicado con permiso de Common Dreams

Una Visita a la Granja de Frutas Orgánicas Regenerativas de André Leu en Queensland

“Cuando Leu compró su granja de 150 acres hace 20 años en la región de Daintree, en el norte de Australia, la tierra se había degradado y la selva tropical nativa había sido destruida. Sabía que la mayor parte de la propiedad valdría mucho más si la devolvía al bosque primario natural, así que eso fue lo que hizo. Hoy, 100 acres han sido devueltos a la selva tropical y él cultiva más de 100 especies diferentes de frutas tropicales en los otros 50 acres “.

–- Anna Lappé, escribiendo para Civil Eats

 

Se han desarrollado métodos para regenerar el carbono y la fertilidad del suelo para cada suelo y clima. Recientemente, visité la granja de frutas orgánicas de André Leu en Queensland, Australia. Fui acompañado por un equipo de filmación documental de Toronto financiado por el gobierno Canadiense.

La granja frutícola de André Leu está rodeada de granjas de caña de azúcar convencionales. El suelo en las fincas de caña de azúcar tiene alrededor del 1% de materia orgánica.

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Ganadería regenerativa

La agricultura es concebida como el manejo de la Naturaleza (Primavesi A.) y la regeneración consiste en la recuperación de los procesos vitales de los ecosistemas.

Los componentes del ecosistema pastoril (la pastura o el pastizal, el ganado y el suelo) funcionan en forma sistémica, es decir, interrelacionados e interdependientes. El manejo de cada uno de ellos debe realizarse en forma holística, es decir, teniendo en cuenta al entero, a la totalidad.

Manejo de la producción vegetal

El objetivo de la producción vegetal es su maximización: cuanto más forraje se produzca en la finca y esta sea de la mejor calidad, se dispondrá de más insumos para la producción animal y habrá menor dependencia de insumos externos.

Para ello se debe incentivar la fotosíntesis. Lo cual se consigue respetando los ciclos biológicos del pasto por medio de descanso adecuado después del pastoreo y corte oportuno cuando el mismo haya alcanzado su máxima tasa de crecimiento, manteniendo así la mayor cantidad de hojas verdes eficientes fotosintéticamente.

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Proponen salvar el permafrost con una masa de grandes herbívoros

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) –

Investigadores de Oxford estiman que introducir en masa grandes herbívoros en la tundra ártica para restaurar el ecosistema y mitigar el calentamiento global resulta económicamente viable.

Se sabe que los animales que pastan como los caballos y los bisontes diseñan el paisaje a su alrededor, por ejemplo, suprimiendo el crecimiento de los árboles pisoteando o comiendo árboles jóvenes. Cuando este proceso se aprovecha para restaurar un ecosistema a un estado anterior, se denomina reconstrucción. También se puede usar para cambiar un ecosistema a un estado diferente pero más deseable. Esto se conoce como ingeniería de ecosistemas megafaunales.

En muchas partes del mundo, los ecosistemas forestales se consideran los más importantes para restaurar debido a su capacidad para almacenar carbono. Pero en la tundra ártica, cambiar el paisaje de la vegetación leñosa a los pastizales mejoraría la protección del permafrost rico en carbono, reduciría las emisiones de carbono asociadas con el deshielo del permafrost y aumentaría la captura de carbono en el suelo.

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Cambio climático: qué es el carbono azul y por qué es tan importante para la lucha contra el calentamiento global

Si piensas en una solución natural que ayude a combatir el cambio climático. ¿Cuál es la primera que se te viene a la mente?

Seguro pensaste algo como sembrar más árboles o proteger los bosques y las selvas.

Y es cierto, los árboles juegan un rol fundamental en producir oxígeno y capturar dióxido de carbono, uno de los principales gases que producen el efecto de invernadero que calienta al planeta.

Existe, sin embargo, una trampa que captura CO2 de manera más rápida y eficaz que los bosques.

Se trata de los ecosistemas marinos costeros como los manglares, pantanos y humedales, donde se entierran grandes cantidades de carbono.

A ese carbono atrapado bajo el agua se le llama “carbono azul” y aunque a veces pasa desapercibido, mantenerlo bien aprisionado es vital para la salud del planeta.

 

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¿Podría el suelo contener la respuesta a la escasez de alimentos?

ROMA, 3 ene (Thomson Reuters Foundation) – A medida que la escasez de agua, las altas temperaturas y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero amenazan la producción de alimentos, los países de todo el mundo buscan nuevas soluciones en el suelo.

Durante décadas, los agricultores que desean aumentar sus rendimientos han centrado su atención en los fertilizantes, la tecnología y las nuevas variedades de semillas.

Pero el consejo es que miren debajo de sus pies. Expertos advierten que los años de erosión y degradación del suelo a través de la agricultura intensiva han creado las condiciones para una crisis mundial de producción de alimentos.

“Los datos sugieren que si no restauramos la salud global del suelo, es muy probable que las consecuencias dentro de 10 años sean de muchos, muchos millones enfrentando la inseguridad alimentaria y del agua”, dijo el experto británico en suelos John Crawford a la Fundación Thomson Reuters.

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Constelación Semillas Agroecológicas: una semilla echa raíces en Argentina

MERLO, Argentina – “Este ha sido un año monumental para nosotros”, dijo Alex Edleson por teléfono desde su casa en Argentina. No estaba bromeando. Este año, Edleson y cuatro compañeros de trabajo lanzaron el emprendimiento Constelación Semillas Agroecológicas en la ciudad de el pequeño pueblo de Merlo, ubicada  en la provincia de San Luis, en la zona central de Argentina. central argentina de San Luis. Y También este año, en el mes de agosto, Alex y su esposa Belén dieron la bienvenida a su primer bebé al mundo, una hija. Edleson habló sobre su proyecto en la Asamblea General Internacional de Regeneración, en Santiago.

Constelación no es del todo nueva. Utilizando un lenguaje poco sorprendente para un productor de semillas, Edleson, director de Constelación, me dijo que Constelación fue “incubada” durante unos años por la Asociación Biodinámica Argentina. Pero este año, Constelación comenzó a caminar por su cuenta. Y como muchas nuevas empresas, dieron un salto al vacío siguiendo sus instintos, al menos por ahora.

Recientemente, Constelación compró una máquina de limpieza de semillas y, en septiembre, alquiló un espacio en el centro de Merlo para sus operaciones administrativas y comerciales. Pero Constelación aún no se ha mudado al nuevo espacio. Y hasta que lo haga, Edleson está trabajando en su cocina, cuando no está cultivando, claro.

“Trato de cultivar por la mañana y hacer trabajo de oficina por la tarde”, dijo Edleson. “Seguir con la agricultura es mi fuente de vida que inspira mi trabajo para hacer cambios a mayor escala. En nuestra granja, junto con la producción de semillas, también llevamos a cabo ensayos de variedades de semillas e investigación de mejoramiento participativo ”.

Eso parece estar funcionando bien hasta ahora. Constelación está creciendo rápidamente y tiene planes ambiciosos para el futuro.

El año pasado, Constelación contaba con una red de siete productores de semillas en cinco provincias. Ahora tiene 15 productores en seis de las 24 provincias de Argentina. La compañía actualmente ofrece 17 variedades de semillas. Pero Edleson espera duplicar o triplicar ese número para finales de este año, y planea expandirse y ofrecer mezclas de cultivos de cobertura, libros y herramientas para pequeños agricultores.

De hecho, parece que Constelación no tiene límites. La demanda de alimentos orgánicos está creciendo rápidamente en Argentina, que tiene la novena economía agrícola más grande del mundo, explica Edleson. Argentina también ocupa el segundo lugar en el mundo, después de Australia, en superficie de producción orgánica, aunque la mayor parte de la producción orgánica está destinada a la exportación. Los productos orgánicos representan solo un pequeño porcentaje del consumo de alimentos en Argentina. Sin embargo, el consumo de productos orgánicos se duplica cada año, afirma Edleson.

“En Argentina, no había semillas orgánicas”, me dijo Edleson. “Una de nuestras motivaciones fue dar respuesta a esta necesidad”.

La misión de Constelación no está exenta de desafíos. Aunque existe una certificación orgánica generalizada para las exportaciones, la certificación para el consumo interno es limitada debido al costo de la certificación. La certificación nacional limitada facilita que los productores no orgánicos saquen provecho de la creciente popularidad de los productos orgánicos mediante la venta de productos orgánicos que no son tales, y su capacidad para vender productos orgánicos falsos a su vez disminuye la demanda de semillas orgánicas.

A pesar de eso, Constelación está trabajando con la Asociación Biodinámica Argentina en un “sistema de garantía” que será más accesible para los pequeños agricultores con recursos financieros limitados.

Fue un largo camino el  que llevó a Edleson a Merlo. Nació y creció en Indonesia, de padres estadounidenses que han vivido en Asia durante 50 años. Fue a la universidad en los Estados Unidos y aterrizó en Argentina en 2001, en medio de la mayor crisis económica de Argentina desde la Gran Depresión.

Edleson dice que fue “capturado” por la resistencia mostrada por los argentinos ante tales dificultades económicas. En la Patagonia, fue cofundador y agricultor de un proyecto pionero de Agricultura Apoyada por la Comunidad (CSA). Comenzó a construir redes de colaboración y conoció a su esposa.

Pero el trabajo de Edleson aún no ha terminado.

“Estamos construyendo una red de cultivo de semillas”, dijo. “Los productores de semillas son la esencia del proyecto. El año que viene vamos a incluir a los consumidores y productores al proceso de toma de decisiones. Estamos respondiendo a las necesidades específicas expresadas por los agricultores, que tienen una estructura para el procesamiento de semillas y administración para la comercialización de semillas mínimas. Tenemos la infraestructura “.

A medida que el enorme primer año de Constelación llega a su fin, el futuro luce brillante para Edleson y Constelación Semillas Agroecológicas.

Haga clic aquí para ver a Alex Edleson hablar sobre la importancia de la soberanía alimentaria y la conservación de semillas en la Asamblea General de Regeneration International en Santiago, Chile.

Lawrence Reichard es periodista independiente. Para mantenerse al día con las noticias y los eventos, suscríbase aquí para recibir el boletín Regeneration International.

Delegación pequeña pero poderosa lleva la Regeneración Internacional en Madrid

Nuestra delegación en Madrid llevó la bandera de Regeneration International en la cumbre oficial de la COP25, participando en eventos oficiales, representando a Regeneration International en la reunión de la Iniciativa 4 por 1000 y fortaleciendo nuestra red y asociaciones.

En este video, Precious Phiri, miembro del comité directivo de Regeneration International y coordinadora de todo lo relacionado con África, habla con Oliver Gardiner sobre su trabajo en varias regiones de África para capacitar a los ganaderos en técnicas de manejo holístico y cómo las prácticas de pastoreo regenerativo restauran los pastizales degradados. ¡Un gran mensaje, entregado en el Día Internacional del Agricultor!

Phiri también participó en el evento paralelo oficial de la UNFCC, “Transformando nuestro sistema alimentario para apoyar los sumideros de carbono naturales”. El evento se centró en cómo los agricultores, pastores, biólogos marinos, científicos y defensores de los alimentos están colaborando en nuevas formas de regenerar los ecosistemas para cumplir con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Phiri describió la situación de sequía y otras dificultades que enfrentan los agricultores en África meridional y oriental, y el trabajo que realizan los pastores y los agricultores.

“Los agricultores regenerativos están influyendo y marcando el camino en las decisiones de política regional”, dijo Phiri. “Ese es el valor que aportan, junto con la construcción de asociaciones sólidas para ayudar a amplificar las voces de los agricultores y difundir el mensaje de los beneficios sociales y económicos de la agricultura regenerativa, además de su impacto curativo en los ecosistemas de la Tierra y la estabilidad climática”.

El evento paralelo fue organizado por Regeneration International, la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), Biovision – Fundación para el Desarrollo Ecológico (BV) y Shinji Shumeikai (Shumei).

Phiri también habló en nombre de Regeneration International en la reunión oficial de la Iniciativa 4 por 1000, copatrocinada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España. Como parte de su presentación, leyó una declaración desarrollada en la Asamblea de Regeneration International, celebrada en Santiago. La declaración hizo un llamado a los gobiernos globales para que adopten una estrategia de cuatro puntos para resolver la crisis climática.

De acuerdo con la declaración:

“La actual emergencia global y crisis eco-social que ahora está a la puerta de nuestras casas exige con urgencia que implementemos de inmediato las cuatro estrategias si esperamos evitar un colapso total de nuestro ecosistema y la sociedad global tal como la conocemos”.

La estrategia incluye:

  1. Educación pública y construcción de movimientos.
  2. Implementación de prácticas existentes de agricultura regenerativa que promueven la restauración del ecosistema, la captura de carbono en los suelos y la seguridad alimentaria.
  3. Reorientación de las políticas públicas para apoyar las prácticas agrícolas regenerativas.
  4. Incentivación de inversiones masivas públicas y privadas para prácticas regenerativas.

 

También nuestro periodista itinerante, Oliver Gardiner, se encontraba en Madrid representando a Regeneration International. Gardiner realizó una serie de entrevistas (las encontrará todas aquí), incluida esta con el Dr. Martin Frick, director sénior de coordinación de políticas y programas del Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Frick no tiene dudas cuando se trata del vínculo entre suelos saludables, alimentos saludables y un clima saludable. “Creo que los suelos son absolutamente instrumentales para solucionar la problemática del clima”, dijo. Y con más de la mitad de la tierra cultivable del mundo moderada a severamente degradada, el potencial de restauración es “enorme”, dijo.

En cuanto a quién liderará los esfuerzos de restauración del suelo, Frick dijo que los agricultores pueden hacerlo, pero que se les pagará no solo por cultivar alimentos saludables sino también por restaurar la salud de los suelos para que estos suelos puedan secuestrar el carbono que las plantas saludables absorben.

Aunque la delegación de Regeneration International en Madrid era pequeña, Phiri dijo que geneó una “sinergia asombrosa” y que pudo estar presente en todos los eventos correctos y servir de puente entre las reuniones en Chile y las de Madrid.

En cuanto al resultado general de la cumbre mundial COP25, Phiri dijo: “aunque las principales salas de negociación del gobierno no llegaron a conclusiones sólidas, las COP siguen siendo un espacio útil para que todos se solidaricen y reaviven la pasión por seguir regenerando. Pero está claro que la gente ya no espera que los gobiernos actúen. Hay un gran levantamiento de la sociedad civil, los agricultores y los jóvenes del mundo. Así es como ocurrirá el cambio: la gente liderará, desde la base, y los gobiernos los seguirán.”

 

Katherine Paul es la directora de comunicaciones de Regeneration International. Suscríbase al boletín de Regeneration International para mantenerse al día sobre nuestro trabajo.